febrero 22, 2009

¿Vale la pena ser patrimonio de la humanidad?

Así se titula la entrevista que el periodista de El Mercurio Juan Ignacio Rodríguez Medina le hizo a Koichiro Matsuura -Director General de la UNESCO- en su reciente visita a Chile.

Ante la pregunta del periodista: “Valparaíso sufrió un grave incendio que afectó su patrimonio. ¿Hay riesgo de que la ciudad sea retirada de la lista?” Matsuura responde: "La decisión es del comité, pero antes de llegar a ese extremo hay muchísimos pasos que dar. El incendio fue un golpe duro, pero tengo noticias de que en el cerro Alegre y en el cerro Concepción se han emprendido proyectos privados de restauración, se está construyendo un nuevo museo municipal y, en fin, se están dando pasos positivos. Me consta también que el Consejo de Monumentos Nacionales e ICOMOS Chile han trabajado para salvar infraestructuras de la zona portuaria".

A partir de ese reconocimiento público de nuestro trabajo como actores garantes de la Convención de Patrimonio Mundial de la UNESCO, cabe recordar algunas cosas y precisar otras que se desprenden de la interrogante que titula la entrevista.

La Convención de Patrimonio Mundial de la UNESCO (1972) comienza a inscribir sitios en la Lista de Patrimonio Mundial desde 1978, adoptando una estructura de funcionamiento en forma sólo desde inicios de la década de los ochenta. Momento en el cual nuestro país adhiere la Convención (1980). Ese funcionamiento reconoce básicamente una estructura tripartita en donde el Comité de Patrimonio Mundialque representa a los Estados Parte, el Centro de Patrimonio Mundial representa a la UNESCO y las organizaciones no gubernamentales internacionales IUCN (International Union for Conservation of Nature) e ICOMOS (International Council on Monuments and Sites) son los organismos técnicos asesores permanentes.

Por lo anterior es que el decidir qué, cómo y cuando postular un monumento o sitio sea una decisión soberana de cada Estado Parte, proceso que una vez iniciado tiene el respaldo de una estructura consensuada a través de protocolos técnicos que se reflejan -entre otros instrumentos- en la Estrategia Global y la Guía Operativa de la Convención.

La aludida decisión del gobierno británico -en la introducción a la referida entrevista- de no postular más sitios a la Lista se enmarca en una decisión técnica derivada de esos instrumentos la que en ningún caso sólo depende de una evaluación financiera, como si el costo-beneficio del turismo asociado sea la única meta de inscribir un sitio en la mentada Lista.

Por lo demás si aplicáramos ese criterio de “inversión país”, bastaría con hacer la simple analogía con el mercado del arte para darse cuenta de que la inversión en una obra de arte es absolutamente redituable en el corto, mediano y largo plazo, así que nada sería muy caro cuando estamos hablando de obras que tienen un objetivo valor excepcional universal.

En los debates sobre la construcción y afinamiento de ambos instrumentos de planificación, ha quedado muy claro que hay desbalances en la Lista, donde la concentración eurocéntrica es superlativa y ciertas tipologías están sobre representadas. Por lo que para Francia, Italia o España inscribir en la Lista a la enésima catedral o el enésimo castillo no tiene sustentabilidad ni credibilidad. Por otra parte hay lugares que tienen un rol activo en el imaginario mundial, pero que no están en la Lista, por ejemplo una ciudad como Nueva York tal vez no necesita estar inscrita -por el momento-, pero lo cierto es que la Estatua de la Libertad si lo está. ¿Merma eso en su turismo? ¿En su reconocimiento universal? ¿En su valor?

De ahí que el problema no está en esos contextos territoriales en donde el desarrollo y concetración de recursos de todo tipo están asegurados. Hay que pensar que en el otro extremo existen vastos territorios del mundo en donde no existen sitios y monumentos inscritos en esa Lista, regiones que casi siempre coinciden con administraciones de países que necesitan urgentemente de todo el respaldo solidario que el sistema de cooperación internacional pueda darles, en términos técnicos, financieros, institucionales e incluso deontológicos, ya que el ¿qué hacer? es la pregunta inicial en muchos de estos lugares.

En nuestro país los cambios a los que hemos asistido en las últimas dos décadas han redundado en que el fortalecimiento de su estructura macroeconómica e institucionalidad democrática ha demandado una integración en el sistema internacional, el que debe construir un correlato que en el ámbito patrimonial sea coherente con esa realidad.

Por este rezago es que claramente los beneficios para nuestro país de participar informada y responsablemente de la Convención debe redudndar en beneficios, todo lo cual se remite a entender en primer lugar que la Lista es un instrumento de planificación, por lo tanto no podría ser mas que un medio y no un fin. Así es cómo la asistencia técnica especializada, el aval de la UNESCO para captar recursos o la asistencia directa en fondos, como es el fondo extra presupuestario del gobierno japonés que, a través de la UESCO, ha ido en directo beneficio del Estado de Chile para invertir en la conservación del patrimonio monumental de Isla de Pascua.

Es por todo eso que vale la pena preguntarse si "vale la pena".


José de Nordenflycht
Presidente ICOMOS Chile


Fotografía: Dr. Koichiro Matsuura, Director General de UNESCO.


febrero 15, 2009

Cátedra UNESCO de Turismo Cultural

La Cátedra UNESCO de Turismo Cultural Untref/Aamnba anuncia el inicio de un Posgrado sobre “Patrimonio y Turismo Sostenible”, a dictarse entre los meses de abril y noviembre de 2009, con la dirección del Arq. Alfredo Conti, Presidente del Comité Argentino de ICOMOS, y la participación de un destacado cuerpo de profesores integrado por los Dres. Susan Boyle, Jordi Tresserras, Mónica Lacarrieu, Regina Schlüter, el Arq. Carlos Moreno, los Lic. Roxana Di Bello, Miguel Oliva y los Mag. Claudio Bertonatti, Beatriz Amarilla y Oscar Delgado, entre otros calificados especialistas.

Los objetivos generales del Posgrado sobre “Patrimonio y Turismo Sostenible” son capacitar a los participantes en el diseño, implementación y seguimiento de proyectos de turismo sostenible, proveer las herramientas teóricas y metodológicas básicas para la gestión del patrimonio y su uso turístico sostenible y para la adecuada comunicación e interpretación del patrimonio cultural y natural.

El Posgrado está estructurado en base a seminarios presenciales y a distancia, con una duración total de 216 horas, distribuidas en 91 horas presenciales y 125 horas no presenciales. Los seminarios presenciales serán dictados en la ciudad de Buenos Aires entre los días 4 y 16 de mayo de 2009. La etapa presencial incluye dos salidas para realizar trabajo de campo.

Está dirigido a graduados universitarios del país y de otras naciones de América latina en disciplinas afines y convergentes con el turismo: profesionales del turismo, arquitectos, abogados, museólogos, comunicadores sociales, antropólogos, arqueólogos, economistas, ambientalistas, y se propone satisfacer especialmente las necesidades de capacitación en base a los rasgos específicos del patrimonio y de los sistemas de gestión patrimonial y turística propios de América Latina.

Más informaciones al correo electrónico: catedraunesco@turismoculturalun.org.ar

febrero 13, 2009

Doctora Marcela Hurtado Saldías

Hoy viernes 13 de febrero Marcela Hurtado Saldías, Secretaria General del Comité Chileno de ICOMOS, acaba de obtener su grado de Doctor en el programa de doctorado en Historia del Arte y la Arquitectura en Iberoamérica de la Universidad Pablo de Olavide (Sevilla), con la tesis titulada “ Pueblos andinos de Arica y Tarapacá. Análisis arquitectónico y urbano.”.
Marcela se desempeña actualmente como Jefe de Carrera del Departamento de Arquitectura de la Universidad Técnica Federico Santa María (Valparaíso), en donde realiza labores de docencia e investigación en el área de la Historia de la Arquitectura y el Patrimonio.
Felicitamos a nuestra colega, en el convencimiento de que este es otro importante paso en el aporte que realiza desde su quehacer profesional hacia el trabajo voluntario en nuestra institución.

febrero 11, 2009

Bicentenarios: ¿cómo y porqué conmemorar?


El Observatorio Latino Americano (OLA) de la New School University convoca para los días 26 y 27 de febrero en Nueva York a la Conferencia “Los Desafíos de las Conmemoraciones de la Independencia de las Naciones Latinoamericanas”, organizada por el programa "Construir Bicentenarios Latinoamericanos".

Este evento se propone reflexionar acerca del presente y pasado de las conmemoraciones de la independencia en las Naciones de Latinoamérica.

Se discutirán tres temas:1. Los diferentes modos en que los países latinoamericanos construyeron sus conmemoraciones centenarias nacionales y cómo dejaron su marca en sus respectivas ciudades e imaginarios visuales; 2. Interpretación de las actuales reflexiones y tareas de preparación de los Bicentenarios en estos países; y 3. Comparación de estos temas entre el pasado y el presente, y entre los distintos países latinoamericanos.

Entre los expositores destaca la participación del Arquitecto Patricio Gross, miembro activo de ICOMOS Chile y Director del Centro de Estudios del Patrimonio de la UCEN, además de los Representantes Permanentes en las Naciones Unidas, Embajadores: Pablo Solón Romero (Bolivia), Heraldo Muñoz (Chile), María Fernanda Espinosa (Ecuador), Claude Heller Rouassant (Mexico), lohttp://www.blogger.com/img/blank.gifs especialistas invitados Mike Wallace (CUNY - US), Fernando Carrión (FLACSO - Ecuador), Louise Noelle Gras (UNAM - Mexico), Virginia Guedea (UNAM -Mexico), Thomas Reese (Tulane - US), Carol McMichael Reese (Tulane - US), Rita Molinos (UBA - Argentina), Ileana Versace (UBA -Argentina), los especialistas de The New School: Adriana Abdenur, Michael Cohen, Linda Dunne, Margarita Gutman, Brian Mc Grath, Peter Lucas, Alberto Minujín y los ganadores de la Convocatoria Internacional "Construir Bicentenarios Latinoamericanos en la Era de la Globalización": Andrea Cuarterolo (Argentina), Alberto Boselli - Graciela Raponi (Argentina), Luis Carlos Colón Llamas (Colombia), Luis Inostroza Pino (Chile), Alejandra Niedermaier (Argentina).

febrero 04, 2009

Decisão, por Oscar Niemeyer

Dois ou três dias atrás era com entusiasmo que eu acompanhava, nos jornais, as discussões surgidas em torno da possibilidade de se inserir em Brasília a nova praça que projetei. Uma praça monumental, tão bonita que, acreditávamos, daria ao Plano Piloto a importância desejada. Sabíamos que essa obra em nada prejudicaria o Plano Piloto, que, ao contrário, garantiria a esta capital o estacionamento para 3.000 carros que faltava. E parecia-nos ver a praça já construída, tendo, de um lado, o prédio baixo e sinuoso correspondente ao Memorial dos Presidentes, e, no centro, um grande triângulo destinado a uma exposição permanente sobre o progresso de nosso país — triângulo que, pouco a pouco, se ia transformando no monumento principal da cidade. E foi com a apresentação desse projeto que há várias semanas uma polêmica se estendeu, ocupando os jornais. Confesso que eu não esperava tanto apoio dos que sobre a questão se manifestaram. Na verdade, alguns dos mais conhecidos arquitetos que atuaram em Brasília acorreram a me prestigiar, inclusive Lelé, que para mim telefonou esta manhã dizendo: “Oscar, estou doente, febril. Mas, se você precisar de mim, é só me ligar”. E foi diante dessas provas de grande amizade que li nos jornais que o governador José Roberto Arruda, por falta de verba e de tempo, reconhecia ser agora impossível realizar a construção da praça que tanto desejava. Com pesar nos reunimos, eu e meus companheiros de Brasília, para avaliar o que se passava. E chegamos à conclusão de que o governador do Distrito Federal não teria, como nos comunicou, condições para executar aquele projeto que tanto o empolgava. O que fazer? O único pensamento que nos ocorria era, compreensivos, agradecer o apoio que o governador, com inegável interesse, nos dera e pôr de lado — provisoriamente — a idéia que muito nos entusiasmara. O projeto continuaria a ser desenvolvido normalmente, na esperança, quem sabe, de um dia a sua realização tornar a ser cogitada. Confesso que, ao tomar esta decisão, alguns dos meus companheiros pareceram magoados, embora sentisse em todos e em mim mesmo um certo alívio em pôr um ponto final a essa celeuma que tanto nos ocupara. E compreendi que esta noite, mais tranquilo, voltaria à leitura de A viagem do elefante, que Saramago, esse grande escritor português, tão gentilmente me enviou. E amanhã, terça-feira [ontem], vou assistir com os meus amigos às aulas de cosmologia e filosofia que há cinco anos o físico Luiz Alberto Oliveira ministra para nós, fazendo-nos sentir que o que mais importa não são as tarefas que às vezes com sucesso realizamos, mas sim a luta por um mundo mais justo e solidário que nos ocupa, e que um dia, mais próximo do que imaginamos, se tornará realidade.


Carta de Óscar Niemeyer publicada por el Correio Braziliense, 04.02.09