diciembre 27, 2008

2008 PATRIMONIAL: LO BUENO, LO MALO Y LO FEO.

Un balance sumario sobre el estado del patrimonio en nuestro país, durante el año que termina, no sólo debe congratularse en los éxitos, sino que también debe reconocer las deudas pendientes, las que se imponen como necesarias tareas para el año que sigue.

Sobre los hechos positivos debemos destacar la incorporación de nuestro país como Estado Parte de la Convención para la Salvaguardia de Patrimonio Cultural Inmaterial de UNESCO, la que ha sido ratificada el 10 de diciembre pasado. Cabe destacar que ICOMOS es uno de los organismos asesores de esta Convención, por lo que las prácticas patrimoniales que estén asociadas a los monumentos y sitios son parte vinculante de nuestras tareas.

Otro hecho muy positivo lo acabamos de protagonizar en el contexto de lo que podría ser la instalación de un nuevo modelo de gestión patrimonial, donde la ciudadanía ha sido partícipe directa de las decisiones sobre la inversión territorial que les afecta. Nos referimos, por cierto, al “caso Niemeyer” donde la crisis convertida en oportunidad, a partir del aserto en su conducción por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes. Las bases para un llamado a concurso sobre el destino futuro del patrimonio de la Ex Cárcel de Valparaíso, se han construido de manera inédita sobre un trabajo participativo entre distintos actores ciudadanos y del sector público, por lo que esperamos que su resultado esté a la altura de las expectativas de un sitio inscrito en la Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO.

Positivo resulta también constatar la voluntad sectorial en la visión de algunos organismos y actores del Estado para dar cabida al patrimonio en sus agendas “duras”, cuestión que se verifica en el préstamo BID para un activar un programa de inversión directa en intervenciones sobre inmuebles patrimoniales a lo largo de todo el país.

Al lado de esto resultan impresentables –e incomprensibles- aquellas deudas sobre los sitios inscritos en la Lista de Patrimonio Mundial de UNESCO. Mientras Humberstone y Santa Laura siguen en la Lista de Patrimonio Mundial en Peligro no hay señales vigorosas para que eso cambie. Por otro lado todavía no se sanciona el Plan Director Patrimonial para la ciudad de Valparaíso, instrumento que urge en razón de la velocidad con que actúan las amenazas sobre su patrimonio, cuestión de la cual el edificio de la Ex Chile Tabacos y la Ex Casa Jacob en el Cerro Concepción victimizan a toda una ciudad, tal como lo denuncian día a día las organizaciones ciudadanas, que no sólo defienden sus intereses directos, sino que pareciera que hacen el trabajo en el vacío dejado por sus autoridades.

Pero sin duda lo más negativo es la promesa incumplida sobre la puesta en marcha de una institucionalidad patrimonial. Sobre un diagnóstico sectorial existente hace muchos años, sobre las expectativas construidas desde una comisión que trabajó en sistematizarlo y sobre la ansiedad final impuesta desde un discurso presidencial, donde se anunciaba que en pocos meses estaría sancionado un Instituto del Patrimonio, después de todo eso ¡todavía no hay nada definido!

Sólo nos queda claro que la falta de una política pública sobre el patrimonio no se condice con la imagen país que se quiere construir desde las lógicas desarrollistas, ni menos con la reivindicación de una ciudadanía patrimonial, por lo que desde el punto de vista que se le mire es una carencia estructural de nuestra responsabilidad para con las generaciones futuras.

Y eso si que es feo.



José de Nordenflycht
Presidente ICOMOS Chile

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