febrero 05, 2007

DOLO(R) PATRIMONIAL

En el ámbito patrimonial cultural -así como en el natural- el impacto cero no existe.

Por lo que las amenazas y riesgos son consubstanciales a su estado permanente de obsolescencia.

Así lo único que podemos hacer, incluso los conservacionistas más ortodoxos, es administrar el deterioro.

Esto está claro desde hace más de cuarenta años en el debate internacional sobre las condiciones de puesta en valor del patrimonio, que ha sancionado la fórmula de conservar antes que restaurar.

Fórmula que no es otra que la invocación del viejo adagio “prevenir antes que curar”

Bajo esa lógica resulta absolutamente necesario la existencia de un diagnóstico sobre cada uno de los inmuebles que están potencialmente bajo riesgos de pérdida total que amenazan el sitio inscrito por el Estado de Chile en la lista de patrimonio mundial de la UNESCO denominado "Barrios Históricos de la Ciudad Puerto de Valparaíso".

Es el Estado de Chile quien libremente quiso en su día asumir el deber de administrar este bien cultural, legitimándolo en la valoración de la comunidad internacional.

El problema es que si se pensó que el patrimonio iba a pasar de externalidad negativa a positiva, considerado como un problema más a revertirse en solución -producto de la lógica de la economía urbana neoliberal-, se estaba hipotecando el fin por un medio con unas consecuencias que las tenemos dramáticamente a la vista.

Las explicaciones y el deslinde de culpabilidades sobre el reciente incendio que asolo tres inmuebles de nuestra ciudad corresponderán a la justicia, mediante las anunciadas querellas de la administración local sobre la empresa de servicio que se presume como culpable.

Por cierto que la mitigación del dolor sobre las víctimas supera hoy nuestra metafísica colectiva como vecinos y ciudadanos de Valparaíso.

Sin embargo habrá que estar atentos al proceso de mitigación de este dolo, a partir de las intervenciones que se proyecten para la puesta en valor de unas piezas urbanas claves en el reconocimiento de las características universales excepcionales de Valparaíso.

Toda tragedia es inevitable, eso lo sabían muy bien los antiguos griegos.

Por lo mismo resulta muy complicado, y una falta de consideración con el dolor del otro, insistir en lo que se hizo o se dejó de hacer para evitar una tragedia.

Sin embargo, y eso también lo sabían los mismos griegos, toda tragedia debe ser relatada impenitentemente, una y otra vez, como para que el destino infausto de los otros se incorpore en la construcción del futuro de nosotros.

Por lo que debemos concentrarnos en lo que deberíamos considerar para ese futuro, el que -aunque le sorprenda a varios- es la correcta conjugación del tiempo patrimonial.


José de Nordenflycht
Presidente ICOMOS Chile

No hay comentarios.: