febrero 29, 2008

El Efecto Oviedo

Nos llegan noticias de que los esfuerzos del Comité Nacional Español de ICOMOS han logrado incidir en la decisión de la administración local de Oviedo, para desestimar el proyecto de especulación inmobiliaria que se popularizó -en el contexto del debate público local- con el nombre de "Torres Trillizas".
Luego de la satisfacción mundial que nos embarga a todos los sectores ciudadanos que tenemos alguna conciencia de la naturaleza única e irrepetible de los bienes patrimoniales, deberíamos sacar algunas lecciones para rentabilizar este episodio y convertirlo en el "Efecto Oviedo".
Lo primero es evitar el facilismo de victimizar al arquitecto. El problema no es del arquitecto sino del príncipe al cual sirve, metáfora renacentista que no podría ser más apropiada para quien detenta el Premio Principe de Asturias. Los arquitectos en un mundo neoliberalizado son instrumentos del mercado a todo nivel, desde el más joven hasta el más consagrado, por lo que la libertad creativa que nos podría apabullar con tres "neo-torres-de-pisa" (¿primas hermanas de unas que hemos visto en Madrid?), no debería escandalizarnos, más bien ese es tema para los críticos de arquitectura, que por lo demás son parte de la cadena alimenticia de la cultura de la comunicación arquitectónica, tan eficiente en vender oportunidades de localización e imponer nombres como etiquetas comerciales a la manera de promotores inmobiliarios.
Lo segundo es entender al "principe". ¿No escribió Maquiavelo que es mejor ser temido que ser amado? Después de quinientos años esa sentencia está en franca obsolescencia. En nuestro mundo mediatizado donde la imagen es un capital politico, parecer es más importante que ser, por lo que todo político querrá ser amado por su pueblo. De ahí que recular en una decisión sea parte de una "estrategia visual". Nada más.
Lo tercero es no subestimar al "pueblo", como lo denominaba la cultura política de nuestros abuelos. O si se quiere el tercer sector organizado. O mejor aún, la ciudadanía. ¿Que tipo de ciudadanía?, desde nuestro interés sectorial por supuesto que hemos apostado por una "ciudadanía patrimonial", tal cual como hemos venido planteando en varios foros desde hace un tiempo a esta parte, a partir de observaciones de campo en distintos lugares del mundo, como hemos visto y reseñado en este blog recientemente sobre Quito, Puebla, Valparaíso y ahora en Oviedo.
Así las cosas, creemos firmemente que el Efecto Oviedo se inscribe dentro de una ética que debiera ser el horizote del trabajo cotidiano de ICOMOS, donde la necesaria reflexión es paralela a la acción directa.
No queda más que saludar fraternalemte a nuestros colegas de ICOMOS España con el enhorabuena que merecen


José de Nordenflycht
Presidente ICOMOS Chle

(la imagen corresponde a una simulación digital del impacto urbano del proyecto Torres Trillizas en la ciudad de Oviedo, en www.skyscraper.com)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Excelente post.