Los participantes reunidos en Kyoto con motivo del acto de
clausura de las celebraciones del 40 aniversario de la Convención del
Patrimonio Mundial desean agradecer la generosa hospitalidad y el liderazgo
intelectual de las autoridades japonesas para proporcionar un foro de reflexión
sobre los logros , los problemas actuales y la evolución futura de este tratado
internacional de conservación único.
Reafirmamos el papel central del tema adoptado por la
Asamblea General de los Estados Partes en la Convención y el Comité del
Patrimonio Mundial para este cuadragésimo aniversario, a saber,
"Patrimonio de la Humanidad y el desarrollo sostenible: el papel de las
comunidades locales". La relación entre el Patrimonio Mundial y las comunidades
locales es sin duda en el corazón de la Convención y es fundamental para hacer
frente a los retos que actualmente enfrentan todas las regiones del mundo, a
través del aumento demográfico y las presiones del desarrollo, las crisis
financiera y el cambio climático.
Recordamos, en este contexto, el documento final de la
Conferencia de la ONU sobre el Desarrollo Sostenible "El futuro que
queremos" (Río de Janeiro, junio de 2012) y la “Visión y Plan de Acción
Estratégico para la Implementación de la Convención del Patrimonio Mundial
desde 2012 hasta 2022 "adoptada por la 18 ª Asamblea General de los
Estados Partes (UNESCO, 2011); así como las reflexiones en profundidad y los
resultados de varios expertos y reuniones consultivas organizadas en todas las
regiones del mundo, en el marco del 40 º aniversario de la Convención.
Logros de los 40 años
de la Convención del Patrimonio Mundial
Reconocemos que la Convención del Patrimonio Mundial, con
sus 190 Estados Partes, es una de las herramientas más poderosas para la
conservación del patrimonio, con una visión compartida que combina la
protección del patrimonio cultural y natural de valor universal excepcional en
un solo instrumento.
Reconocemos la importante contribución de la Convención a la
cohesión social, el diálogo, la tolerancia, la diversidad cultural y la paz, a
través de su énfasis en la importancia común y compartida de Patrimonio Mundial
para toda la humanidad y la promoción de la cooperación internacional para su
salvaguardia.
Reconocemos también algunas contribuciones hechas a través
del tiempo en el fortalecimiento de las políticas y prácticas de la Convención
como órgano normativo en la preservación del patrimonio mundial, la importancia
de la juventud y las generaciones futuras, especialmente en relación con el
papel de la Convención en la equidad intergeneracional, y todos los socios y
las partes interesadas en la conservación del patrimonio a nivel local,
nacional y regional, incluidas las comunidades locales y los pueblos indígenas,
a quienes reconocemos con respeto y rendir homenaje a esta ocasión.
Nos preocupan, sin embargo, los graves problemas que
enfrentan los bienes del Patrimonio Mundial, asociados a las presiones del
desarrollo, los conflictos provocados por el hombre y los desastres naturales,
así como las lagunas en la representatividad de la Lista del Patrimonio
Mundial. También observamos con preocupación la falta crucial de la capacidad
técnica y los recursos financieros necesarios para aplicar la Convención, en
particular en los países menos desarrollados y en desarrollo.
Una tierra sostenible
y la función del Patrimonio Mundial
Somos conscientes de los enormes desafíos que enfrenta
nuestro planeta a fin de garantizar su sostenibilidad y de la necesidad de un
cambio transformador que se refleja en el programa de desarrollo post-2015, que
tenga en cuenta el panorama más amplio del progreso humano más allá del PIB .
Estamos convencidos de que una conservación centrada en las
personas en relación al patrimonio cultural y natural mundial es una
oportunidad para proporcionar modelos de aprendizaje esenciales para el logro
del desarrollo sostenible y de garantizar una relación armoniosa entre las
comunidades y su medio ambiente. El concepto de patrimonio es fundamental para
la lógica del desarrollo sostenible como resultado de la interacción dinámica y
continua entre las comunidades y su medio ambiente. El patrimonio sostiene y
mejora la calidad de vida de las personas, tal como se refuerzan en las
políticas pertinentes reconocidas internacionalmente, como el Plan Estratégico
para la Diversidad Biológica 2011-2020 y las Metas de Aichi para la Diversidad
Biológica, cuyo logro es beneficioso tanto para el patrimonio cultural y
natural.
El reconocimiento y la conservación de la diversidad del
patrimonio cultural y natural del mundo, la distribución equitativa de los
beneficios derivados de su uso, aumentar la sensación de lugar y pertenencia,
el respeto mutuo por los demás y un sentido de propósito colectivo contribuyen
a la cohesión social de una comunidad.
La importancia del
papel de la Comunidad
Reiteramos la importancia de las comunidades, incluidas las
comunidades locales y los pueblos indígenas, en la aplicación de la Convención
del Patrimonio Mundial, de acuerdo con uno de sus cinco objetivos estratégicos,
la quinta "C", adoptada en 2007 y el Plan de Acción Estratégico 2012
- 2022.
La Convención, en su artículo 4, atribuye la responsabilidad
de velar por la identificación, protección, conservación, presentación y
transmisión a las generaciones futuras el patrimonio cultural y natural con los
Estados Partes. Al mismo tiempo, si uno de los objetivos de la Convención es
"dar al patrimonio un papel en la vida de la comunidad" (Artículo 5),
entonces las preocupaciones y aspiraciones de las comunidades debe ser un papel
central en los esfuerzos de conservación y gestión.
Sólo a través del fortalecimiento de las relaciones entre
las personas y el patrimonio, basada en el respeto a la diversidad cultural y
biológica en su conjunto, integrando tanto los aspectos tangibles e intangibles
y orientada hacia el desarrollo sostenible, el "futuro que queremos"
se vuelve alcanzable.
Este tipo de relaciones fortalecidas deben basarse en un
enfoque multidisciplinario y participativo para la conservación del patrimonio,
que integraría la consideración de las dimensiones sociales, económicas y
ambientales, con especial atención a los grupos vulnerables, respetando todas
las normas y obligaciones internacionales. A menos que una perspectiva de desarrollo
sostenible se integre en la gestión de un bien del Patrimonio Mundial, será
difícil en el largo plazo asegurar la conservación de su Valor Universal
Excepcional.
Por lo tanto, los beneficios derivados de los bienes protegidos del patrimonio cultural y natural se distribuyen
equitativamente a las comunidades para fomentar su desarrollo sostenible y debe
haber una estrecha cooperación con los órganos de gestión y expertos. Al mismo
tiempo, se debe prestar atención al carácter evolutivo de los contextos
culturales y sociales de interés para el Patrimonio Mundial, lo que
inevitablemente dará lugar a la aparición de nuevos grupos de interés y
preocupaciones.
Este nuevo enfoque y estas consideraciones requerirá la
creación de capacidades y la educación de los actores relevantes, desde las
instituciones y los responsables políticos a los profesionales del patrimonio y
de las comunidades y redes. Las comunidades, en particular, deben estar
facultadas para aprovechar los beneficios del patrimonio a la sociedad a través
de determinadas iniciativas de sensibilización, programas de desarrollo de
habilidades y la creación de redes. Ellos deben participar plenamente en las
actividades de manejo y conservación, incluyendo en la reducción de riesgos de
desastres y el cambio climático.
También se debe prestar atención al desarrollo del turismo
sostenible como una de las fuentes de beneficios económicos y el empoderamiento
de las comunidades locales, y la apreciación de la diversidad cultural de los
visitantes.
Un Llamado a la
Acción
Durante cuarenta años, la Convención del Patrimonio Mundial
ha encarnado los ideales globales de la ética de la conservación. Sin dejar de
destacar la importancia de proteger a una selección de sitios importantes para toda la humanidad, es necesario incluir un enfoque holístico de dimensiones más amplias que surgen de los nuevos retos emergentes que amenazan
los cimientos de nuestras sociedades. La cuestión no es sólo para salvar de la
destrucción de sitios excepcionales de la negligencia, sino de demostrar, a través
de la conservación y manejo apropiado, estrategias y un modelo de desarrollo
basado en los valores de continuidad.
Para hacer realidad esta visión, los participantes desean
hacer un llamamiento a la comunidad internacional con el fin de:
- movilizar importantes recursos financieros para la conservación del patrimonio mundial en el espíritu de solidaridad y cooperación;
- desarrollar respuestas innovadoras para compartir experiencias, buenas prácticas y conocimientos relacionados con las comunidades en apoyo del patrimonio mundial y el desarrollo sostenible, incluida la creación de capacidad a todos los niveles;
- responsabilidad compartida para abordar eficazmente las amenazas al patrimonio cultural y natural mundial, y contribuir a su desarrollo sostenible y beneficios colectivos;
- teniendo en cuenta el Patrimonio Mundial en los debates sobre la agenda de desarrollo post-2015 mediante la participación de la comunidad internacional -en todos los foros regionales y mundiales pertinentes- para un enfoque integrador, teniendo en cuenta las necesidades ambientales, culturales y socio-económicos;
- la mejora de la cooperación y la coordinación entre todos los interesados y asegurar la participación efectiva de las comunidades locales, los pueblos indígenas, expertos y jóvenes en la conservación de la fase preparatoria del proceso de nominación de Patrimonio Mundial, por lo que la conservación del patrimonio contribuye al desarrollo sostenible de la sociedad en su conjunto;
- asegurar la sostenibilidad de las comunidades locales a través de otros dominios tales como el patrimonio cultural inmaterial y las industrias culturales y creativas, que desempeñan un papel crucial y;
- Aplicar, con carácter prioritario, del Plan de Acción Estratégico 2012-2022 aprobado por la Asamblea General de Estados Partes en la Convención.
Kyoto, 08 de noviembre 2012
[La celebración de los 40 años de la Convención de
Patrimonio Mundial Cultural y Natural tuvieron los pasados días 6, 7 y 8 de
noviembre su ceremonia de cierre en la ciudad japonesa de Kyoto, dando paso a un documento de cuya versión en
español creemos que es necesario difundir esta traducción funcional. Fotografía
de Kyoto, gentileza de nuestra colega mexicana Carolina Castellanos.]
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