MEGA-MONUMENTO A JUAN PABLO II: LA GUINDA DE LA TORTA
Intervenciones poco afortunadas en un espacio urbano relevante de nuestra ciudad.
El arquitecto Juan Martínez Gutiérrez, Premio Nacional en Arquitectura, es el autor, en 1938, de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, institución donde también fue Decano de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo.
Su notable intervención dotó a Santiago de uno de los espacios urbanos más emblemáticos, conformando un portal monumental que articula el encuentro de la Alameda Bernardo O’Higgins, el Parque Forestal, el Río Mapocho, el inicio de la Avenida Providencia y Vicuña Mackenna. A la vez se constituye en el remate del Parque José Domingo Gómez Rojas, antesala al propio edificio de la Facultad de Derecho y en un gesto de acceso al barrio Bellavista.
Durante mucho tiempo, pudimos disfrutar de la calidad urbana de dicho espacio, siendo este edificio el elemento más relevante. Sin embargo desde hace un tiempo se han sumado una serie de intervenciones menoscabando la calidad aludida: la instalación de una feria artesanal que bloqueó el remate natural del parque y que en su condición temporal se transformó en permanente; gigantescos letreros publicitarios y la incorporación de un acceso a la Autopista Costanera Sur. Cabe agregar las nuevas estructuras universitarias que se han instalado en su entorno, cuyo aporte como actividad al barrio no se discute, pero que no han considerado este espacio urbano en su conjunto.
La instalación de un monumento con el fin de rendir homenaje a tan magna figura no es cuestionable, sin embargo, si lo es, en este caso, su ubicación y su escala, transformándose en la guinda de la torta de un ya reiteradamente intervenido espacio urbano. Intervenciones independientes una de otra que responden, en parte a un problema de tipo administrativo, dado que el corazón del Barrio Bellavista, en sus decisiones se encuentra dividido entre dos comunas: Providencia y Recoleta, lo que se traduce en criterios dispares a la hora de su manejo sin considerar este barrio como una totalidad.
Especialmente importante es considerar la opinión del Consejo de Monumentos Nacionales al respecto, autoridad llamada por ley a estudiar y autorizar este tipo de intervenciones y que no ha sido consultada.
Lamentamos una vez más, que una gran oportunidad se ve desperdiciada por la descoordinación administrativa y el apresuramiento en la toma de decisiones que lleven a afectar la calidad del espacio público, de manera permanente sin reconocer que nos pertenece todos.
Marcela Pizzi Kirschbaum
Miembro Activo de ICOMOS-Chile
Directora del Departamento de Historia y Teoría de la Arquitectura
Facultad de Arquitectura y urbanismo
Universidad de Chile
No hay comentarios.:
Publicar un comentario