diciembre 17, 2011

Valparaíso de mall humor



Valparaíso vive una oleada de proyectos de revitalización urbana cuenta el slogan con que se publicita la construcción del proyecto Puerto Barón. Entre nuevos accesos para la ciudad, rehabilitación de ascensores y remoción de fachadas, la promoción menciona el sinnúmero de virtudes del enorme proyecto con que la empresa Mall Plaza dará vida al "barrio costero de la ciudad", con instalaciones para comer, pasear, realizar actividades deportivas y culturales; hotelería y un mall outlet. Y es la construcción de este último lo que tiene las aguas especialmente revueltas.


Como tsunamis muchas agrupaciones de vecinos han salido a manifestarse contra la construcción de una obra que, instalada en primera línea frente al mar, sienten afectará la identidad y la calidad de vida de la ciudad. El tema, absolutamente controversial, a estas alturas suma ribetes judiciales, sociales y patrimoniales.


La idea de devolverle a la ciudad una parte del borde costero ya es antigua. Surgió del Cabildo para el Desarrollo de Valparaíso en 1991, ya que a principios de siglo se utilizó buena parte para rellenar y formar el puerto. "Entonces el porteño tenía mucho acceso al mar; había club de yates, podía pescar; ahora es sólo puerto y contenedores", dice el presidente del Colegio de Capitanes y Pilotos de la Marina Mercante.


El cabildo de aquel entonces, según cuenta Atilio Caorsi, vicepresidente del Colegio de Arquitectos de Valparaíso, como una forma de contrarrestar la depresión económica en que se encontraba la ciudad decidió postularlo a Patrimonio Mundial, mejorar su infraestructura portuaria, y abrir un poco de borde costero. Veinte años después, la declaración de Unesco ya es un logro, y "la infraestructura portuaria también ha mejorado mucho", dice Caorsi. Lo que queda pendiente es generar el proyecto que devuelva el borde costero... "La idea es buena, pero no cuando se reduce a un mall. En el camino se fueron desperfilando las propuestas con dos licitaciones que quedaron desiertas, y una tercera hecha a la medida del único oferente. Los proyectos que se desecharon, asegura, contemplaban un equilibrio mucho mayor entre áreas verdes, restoranes y otros usos que ya no están, como un acuario o un centro de investigaciones acuáticas. "Pienso que se le está pidiendo mucha rentabilidad al modelo de negocio y el único que podía ofrecerla fue el centro comercial".


Arturo Márquez critica que la construcción afectará la imagen global de la ciudad. "Valparaíso visto de noche o desde altamar es precioso, pero todo ese paisaje de valor impagable lo estaríamos perdiendo; alterando fuertemente la presencia del puerto".


En rigor, dice José de Nordenflycht, presidente de Icomos, organismo asesor de Unesco en asuntos patrimoniales, desde su perspectiva no hay tema con la instalación del mall, ya que no está situado en ninguno de los sitios declarados Patrimonio por la entidad. Sin embargo, él mismo advierte que hay otras aristas que obligan a estar atentos, ya que el nombramiento reconoce como uno de los valores primordiales de Valparaíso el ser exponente de una ciudad puerto, con su morfología de borde marítimo y, en general, por las características del paisaje cultural singular de la ciudad, lo que sí se podría afectar con la presencia de una edificación como el mall.


Lo compara, en cierta forma, con lo sucedido con el proyecto que regaló Oscar Niemayer a Valparaíso para los terrenos de la ex Cárcel, un sitio patrimonial. En ese caso Icomos alzó la voz advirtiendo que el edifico atentaba contra el "espíritu del lugar", afectando los valores de la ciudad como Patrimonio de la Humanidad. "Quizás era la gran oportunidad de tener un Niemayer, pero no era el lugar adecuado. Lo mismo que en este caso. No se trata de decirle no a un mall, es a su ubicación. Incluso, el proyecto de Niemayer habría quedado muy bien instalado acá".


Con los mil ribetes que tiene el tema, Atilio Caorsi lamenta que se esté perdiendo la oportunidad de abrir en verdad el borde costero. "Porque podemos hacer cosas mucho mejores".




Reportaje de la periodista Paula Donoso Barros en Vivienda y Decoración, Mercurio de Santiago, 17 de diciembre de 2011.

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