julio 07, 2012

Lo que nos deja San Petesburgo



Acaba de terminar la Sesión número 36 del Comité de Patrimonio Mundial reunido en la ciudad de San Petesburgo. En una cita que demuestra de manera patente como estas reuniones se han convertido en complejos dispositivos de negociación de intereses locales en el contexto de un sistema internacional compacto y homogéneo resultado de una globalización que muchas veces es contraria a la diferencia que declara defender en su argumento más trascendente la Convención de Patrimonio Mundial de Unesco.

La lectura de sus resultados desde nuestro espacio local –gracias al streaming que nos tuvo trasnochados varios días por este lado del hemisferio sur-  nos arroja un recuento tan desconcertante como desafiante a la hora de pensar la utilidad de este instrumento del derecho internacional público que, a sus 40 años de existencia,  necesita ser interrogado sobre su eficiencia y efectividad.

En ese contexto hemos sido testigos remotos de como se han inscrito en la Lista de Patrimonio Mundial en Peligro la Fortificaciones de la Portobelo y San Lorenzo (Panamá) y el Puerto Marítimo Mercantil de Liverpool (Reino Unido), ambos sitios con amenazas derivadas de la presión del mercado que demuestran que mucho más allá de las zonas de amortiguación los factores de riesgo no tienen límites. Y esa es una imagen que debería ser enfocada con claridad en todos aquellos estados parte y administradores de sitio que tienen que negociar frente a indicadores especulativos y desterritorializados, como son los que se asocian al rédito mercantil del crecimiento económico.

Sin embargo frente al caso de  Panamá Viejo y Dº histórico y la Catedral, Alcázar y Archivo de Indias de Sevilla, España , donde se presentan los mismos factores medioambientales y de desarrollo urbano incontrolado, no hubo consenso político esta vez para que entren en la Lista del ‪Patrimonio Mundial en peligro, pese a las recomendaciones de los órganos asesores.

Tema aparte fue la delicada situación generada por las airadas respuestas de los gobiernos de Israel y EE.UU. frente a la inscripción de Belén El Lugar de Nacimiento de Jesús: Iglesia de la Natividad y ruta de peregrinación en Belén, que más allá de validar o no las pretensiones de reconocimiento internacional del Estado Nacional Palestino, dan cuenta de la necesidad de su protección. Por cierto inmediatamente fue inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro.

En medio de estas decisiones, que si bien tienen un fundamento técnico desde el esfuerzo desplegado por los órganos asesores, operan en base un imperativo táctico desde las representaciones nacionales, la realidad se impone con toda la crudeza posible, al conocerse la destrucción de Tombuctú (Mali),  mismo Sitio de Patrimonio Mundial que su Estado Parte estaba solicitando se inscribiera en la Lista del 
Patrimonio Mundial en Peligro de la UNESCO para obtener cooperación y apoyo ante la amenaza inminente por el conflicto armado en la región.

Sabido es que la obsolescencia y el riesgo no es natural, siempre es artificial producto de las acciones humanas. Por tanto la aceleración de las variables que comparecen a sellar el destino irreversible de tantas pérdidas en todo el mundo es la linea de contención sobre la que el sistema de la Convención debe trabajar con más eficiencia y eficacia.

Seguramente las expectativas más auspiciosas para nuestra región en esta reunión las deja la inscripción de Rio de Janeiro en la categoría de Paisaje Cultural, lo que avanza sobre el proyecto de posicionar nuevas visiones sobre la valoración patrimonial. Sin embargo en la medida que la ciudad sumará sobre otros reconocimientos esta nueva condición, esperamos que haber sido nominada sede de la final del Mundial de Fútbol en 2014 y de los Juegos Olímpicos en 2016  no termine siendo un factor de riesgo, pues ya está visto que la presión de inversión, demográfica y funcional -en directa relación con el turismo de masas- es una constante para que esa "interacción entre el hombre, la ciudad y la naturaleza", como leemos en el texto de su nominación, se mantenga en el tiempo como todos queremos para la cidade maravilhosa.






José de Nordenflycht
Presidente ICOMOS Chile


foto: Unesco. (izq. a der.) Nuria Sanz -Centro de Patrimonio Mundial-, Susan Denyer, Carolina Castellanos y Regina Durighello, delegación ICOMOS, San Petesburgo, 2 junio 2012.

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