noviembre 16, 2012

La Visión de Kyoto


Preámbulo


Los participantes reunidos en Kyoto con motivo del acto de clausura de las celebraciones del 40 aniversario de la Convención del Patrimonio Mundial desean agradecer la generosa hospitalidad y el liderazgo intelectual de las autoridades japonesas para proporcionar un foro de reflexión sobre los logros , los problemas actuales y la evolución futura de este tratado internacional de conservación único.

Reafirmamos el papel central del tema adoptado por la Asamblea General de los Estados Partes en la Convención y el Comité del Patrimonio Mundial para este cuadragésimo aniversario, a saber, "Patrimonio de la Humanidad y el desarrollo sostenible: el papel de las comunidades locales". La relación entre el Patrimonio Mundial y las comunidades locales es sin duda en el corazón de la Convención y es fundamental para hacer frente a los retos que actualmente enfrentan todas las regiones del mundo, a través del aumento demográfico y las presiones del desarrollo, las crisis financiera y el cambio climático.

Recordamos, en este contexto, el documento final de la Conferencia de la ONU sobre el Desarrollo Sostenible "El futuro que queremos" (Río de Janeiro, junio de 2012) y la “Visión y Plan de Acción Estratégico para la Implementación de la Convención del Patrimonio Mundial desde 2012 hasta 2022 "adoptada por la 18 ª Asamblea General de los Estados Partes (UNESCO, 2011); así como las reflexiones en profundidad y los resultados de varios expertos y reuniones consultivas organizadas en todas las regiones del mundo, en el marco del 40 º aniversario de la Convención.



Logros de los 40 años de la Convención del Patrimonio Mundial


Reconocemos que la Convención del Patrimonio Mundial, con sus 190 Estados Partes, es una de las herramientas más poderosas para la conservación del patrimonio, con una visión compartida que combina la protección del patrimonio cultural y natural de valor universal excepcional en un solo instrumento.

Reconocemos la importante contribución de la Convención a la cohesión social, el diálogo, la tolerancia, la diversidad cultural y la paz, a través de su énfasis en la importancia común y compartida de Patrimonio Mundial para toda la humanidad y la promoción de la cooperación internacional para su salvaguardia.

Reconocemos también algunas contribuciones hechas a través del tiempo en el fortalecimiento de las políticas y prácticas de la Convención como órgano normativo en la preservación del patrimonio mundial, la importancia de la juventud y las generaciones futuras, especialmente en relación con el papel de la Convención en la equidad intergeneracional, y todos los socios y las partes interesadas en la conservación del patrimonio a nivel local, nacional y regional, incluidas las comunidades locales y los pueblos indígenas, a quienes reconocemos con respeto y rendir homenaje a esta ocasión.

Nos preocupan, sin embargo, los graves problemas que enfrentan los bienes del Patrimonio Mundial, asociados a las presiones del desarrollo, los conflictos provocados por el hombre y los desastres naturales, así como las lagunas en la representatividad de la Lista del Patrimonio Mundial. También observamos con preocupación la falta crucial de la capacidad técnica y los recursos financieros necesarios para aplicar la Convención, en particular en los países menos desarrollados y en desarrollo.


Una tierra sostenible y la función del Patrimonio Mundial


Somos conscientes de los enormes desafíos que enfrenta nuestro planeta a fin de garantizar su sostenibilidad y de la necesidad de un cambio transformador que se refleja en el programa de desarrollo post-2015, que tenga en cuenta el panorama más amplio del progreso humano más allá del PIB .

Estamos convencidos de que una conservación centrada en las personas en relación al patrimonio cultural y natural mundial es una oportunidad para proporcionar modelos de aprendizaje esenciales para el logro del desarrollo sostenible y de garantizar una relación armoniosa entre las comunidades y su medio ambiente. El concepto de patrimonio es fundamental para la lógica del desarrollo sostenible como resultado de la interacción dinámica y continua entre las comunidades y su medio ambiente. El patrimonio sostiene y mejora la calidad de vida de las personas, tal como se refuerzan en las políticas pertinentes reconocidas internacionalmente, como el Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020 y las Metas de Aichi para la Diversidad Biológica, cuyo logro es beneficioso tanto para el patrimonio cultural y natural.

El reconocimiento y la conservación de la diversidad del patrimonio cultural y natural del mundo, la distribución equitativa de los beneficios derivados de su uso, aumentar la sensación de lugar y pertenencia, el respeto mutuo por los demás y un sentido de propósito colectivo contribuyen a la cohesión social de una comunidad.


La importancia del papel de la Comunidad


Reiteramos la importancia de las comunidades, incluidas las comunidades locales y los pueblos indígenas, en la aplicación de la Convención del Patrimonio Mundial, de acuerdo con uno de sus cinco objetivos estratégicos, la quinta "C", adoptada en 2007 y el Plan de Acción Estratégico 2012 - 2022.

La Convención, en su artículo 4, atribuye la responsabilidad de velar por la identificación, protección, conservación, presentación y transmisión a las generaciones futuras el patrimonio cultural y natural con los Estados Partes. Al mismo tiempo, si uno de los objetivos de la Convención es "dar al patrimonio un papel en la vida de la comunidad" (Artículo 5), entonces las preocupaciones y aspiraciones de las comunidades debe ser un papel central en los esfuerzos de conservación y gestión.

Sólo a través del fortalecimiento de las relaciones entre las personas y el patrimonio, basada en el respeto a la diversidad cultural y biológica en su conjunto, integrando tanto los aspectos tangibles e intangibles y orientada hacia el desarrollo sostenible, el "futuro que queremos" se vuelve alcanzable.
Este tipo de relaciones fortalecidas deben basarse en un enfoque multidisciplinario y participativo para la conservación del patrimonio, que integraría la consideración de las dimensiones sociales, económicas y ambientales, con especial atención a los grupos vulnerables, respetando todas las normas y obligaciones internacionales. A menos que una perspectiva de desarrollo sostenible se integre en la gestión de un bien del Patrimonio Mundial, será difícil en el largo plazo asegurar la conservación de su Valor Universal Excepcional.

Por lo tanto, los beneficios derivados de los bienes protegidos del patrimonio cultural y natural se distribuyen equitativamente a las comunidades para fomentar su desarrollo sostenible y debe haber una estrecha cooperación con los órganos de gestión y expertos. Al mismo tiempo, se debe prestar atención al carácter evolutivo de los contextos culturales y sociales de interés para el Patrimonio Mundial, lo que inevitablemente dará lugar a la aparición de nuevos grupos de interés y preocupaciones.

Este nuevo enfoque y estas consideraciones requerirá la creación de capacidades y la educación de los actores relevantes, desde las instituciones y los responsables políticos a los profesionales del patrimonio y de las comunidades y redes. Las comunidades, en particular, deben estar facultadas para aprovechar los beneficios del patrimonio a la sociedad a través de determinadas iniciativas de sensibilización, programas de desarrollo de habilidades y la creación de redes. Ellos deben participar plenamente en las actividades de manejo y conservación, incluyendo en la reducción de riesgos de desastres y el cambio climático.

También se debe prestar atención al desarrollo del turismo sostenible como una de las fuentes de beneficios económicos y el empoderamiento de las comunidades locales, y la apreciación de la diversidad cultural de los visitantes.


Un Llamado a la Acción

Durante cuarenta años, la Convención del Patrimonio Mundial ha encarnado los ideales globales de la ética de la conservación. Sin dejar de destacar la importancia de proteger a una selección de sitios importantes para toda la humanidad, es necesario incluir un enfoque holístico de dimensiones más amplias que surgen de los nuevos retos emergentes que amenazan los cimientos de nuestras sociedades. La cuestión no es sólo para salvar de la destrucción de sitios excepcionales de la negligencia, sino de demostrar, a través de la conservación y manejo apropiado, estrategias y un modelo de desarrollo basado en los valores de continuidad.

Para hacer realidad esta visión, los participantes desean hacer un llamamiento a la comunidad internacional con el fin de:

  • movilizar importantes recursos financieros para la conservación del patrimonio mundial en el espíritu de solidaridad y cooperación;


  •  desarrollar respuestas innovadoras para compartir experiencias, buenas prácticas y conocimientos relacionados con las comunidades en apoyo del patrimonio mundial y el desarrollo sostenible, incluida la creación de capacidad a todos los niveles; 

  • responsabilidad compartida para abordar eficazmente las amenazas al patrimonio cultural y natural mundial, y contribuir a su desarrollo sostenible y beneficios colectivos;

  • teniendo en cuenta el Patrimonio Mundial en los debates sobre la agenda de desarrollo post-2015 mediante la participación de la comunidad internacional -en todos los foros regionales y mundiales pertinentes- para un enfoque integrador, teniendo en cuenta las necesidades ambientales, culturales y socio-económicos;

  • la mejora de la cooperación y la coordinación entre todos los interesados ​​y asegurar la participación efectiva de las comunidades locales, los pueblos indígenas, expertos y jóvenes en la conservación de la fase preparatoria del proceso de nominación de Patrimonio Mundial, por lo que la conservación del patrimonio contribuye al desarrollo sostenible de la sociedad en su conjunto;

  • asegurar la sostenibilidad de las comunidades locales a través de otros dominios tales como el patrimonio cultural inmaterial y las industrias culturales y creativas, que desempeñan un papel crucial y;

  • Aplicar, con carácter prioritario, del Plan de Acción Estratégico 2012-2022 aprobado por la Asamblea General de Estados Partes en la Convención.





Kyoto, 08 de noviembre 2012


[La celebración de los 40 años de la Convención de Patrimonio Mundial Cultural y Natural tuvieron los pasados días 6, 7 y 8 de noviembre su ceremonia de cierre en la ciudad japonesa de Kyoto, dando paso a un documento de cuya versión en español creemos que es necesario difundir esta traducción funcional. Fotografía de Kyoto, gentileza de nuestra colega mexicana Carolina Castellanos.]

noviembre 13, 2012

Asamblea Extraordinaria ICOMOS Chile




El Comité Chileno del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios cita a sus miembros a una Asamblea Extraordinaria para el día jueves 15 de noviembre, con el objeto de desarrollar el tema “Comités Científicos de ICOMOS: Misión y Proyecciones”.

La instancia, a desarrollarse en el Auditorio de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile, tendrá el siguiente programa:

17:30 – 17:40 hrs.
Bienvenida Antonio Sahady V. Director Instituto de Historia y Patrimonio, Facultad de
Arquitectura y Urbanismo, Universidad de Chile.

17:45 - 18:00 hrs.
Relevancia de los comités científicos en la labor de ICOMOS. José de Nordenflycht C.

18:05 – 19:15 hrs.
Breve presentación representantes de ICOMOS Chile a Comités Científicos Internacionales de ICOMOS 

•Edwin Binda C. arquitecto, miembro Comité Internacional Itinerarios Culturales (CIIC).

•Marcela Hurtado S., arquitecto, miembro Comité Internacional de Análisis y Restauración de Estructuras del Patrimonio Arquitectónico (ISCARSAH).

•Ángel Cabeza M., arqueólogo, miembro Comité Internacional de Patrimonio Cultural
Intangible (ICICH).

•Mónica Bahamondez P., Especialista en Conservación Preventiva, miembro Comité
Internacional de Patrimonio Arquitectónico en Tierra (ISCEAH).


19:20 – 19:45 hrs.

Consultas asistentes.


Contacto:
Mario Ferrada - 9-7990415

noviembre 09, 2012

Responsabilidad del Bien Común: un futuro para el patrimonio



“Indignarse no basta.”, con esa sentencia comienza el último libro de Salvatore Settis, el que con el elocuente título de Azione popolare. Cittadini per il bene comune (Einaudi, 2012), comienza justo donde quedaban las propuestas de su anterior libro Paesaggio, Costituzione, Cemento. La battaglia per l’ambiente contro il degrado civile (Einaudi, 2010).

Desde los contenidos que anuncian esos títulos,  para cualquier lector desprevenido Settis podría ser un activista que habla desde el frenesí atribulado de la acción directa sobre la esfera pública.

Lo curioso es que de alguna extraña y  prejuiciosa manera al conocerlo en persona no nos calza esa superficial lectura con este juicioso y pausado profesor que, desde el rigor y la contención académica ha recorrido el largo camino de la arqueología y la historia del arte hasta el patrimonio. Y viceversa.

Es sabido que Italia –su paisaje de origen- concentra una gran cantidad de bienes culturales y valores ambientales que lejos de ser la mitad de todo el Patrimonio Mundial –como el muy bien desmitifica en algún pasaje de sus libros- es lo suficientemente abundante y relevante como para imaginar que desde su niñez el futuro arqueólogo e historiador del arte tenía un horizonte de expectación tan profundo como abierto, tal cual como confiesa en una entrevista a Umberto Allemandi.

Nacido en Rosarno -en 1941- ha tenido importantes responsabilidades directivas en Italia (Diretore de la Scuola Normale Superiore de Pisa) y EEUU (Getty Center for the History of Art and the Humanities), así como de reconocimiento disciplinar en España (Cátedra Museo del Prado), Alemania , Francia (Consejo Científico del Museo del Louvre) entre otros innumerables episodios de una biografía intelectual que se despliega más allá de una simple enumeración curricular.

Sin embargo más allá de su impecable y destacado cursus honorum científico y académico, será la impertinencia de quien extiende su palabra hacia lo público lo que nos ha tenido más admirados a quienes desde la distancia nos reconocemos en la complicidad disciplinar, en un gremio abundante y de larga tradición en su país, pero que para nuestro medio local es escaso y a ratos invisible.

Tal vez desde Giulio Carlo Argan que Italia no nos entregaba un historiador del arte tan comprometido con la esfera pública.  Un historiador del arte que más allá de la estética se compromete con la ética de una disciplina que no podría tener otro fundamento que la sostenibilidad de sus objetos de estudios devenidos patrimonio en tanto bien común.

Como disciplina que investiga sobre los testimonios de una voluntad preexistente por producir lo que hoy podemos designar como arte, no deberíamos estar ajenos al destino posible de nuestros objetos de estudio.
Y es desde ese lugar en que sus textos representan la convergencia de dos líneas temáticas que no son tan paralelas como pudiera pensarse. La primera en referencia al estudio del arte clásico y moderno italiano y la segunda en torno a la problemática del patrimonio. Hasta la fecha traducidos al español entre lo primero hemos podido leer La “Tempestad” interpretada (Akal, 1990/Einaudi 1978), El Futuro de lo Clásico (Abada, 2006/Einaudi 2004) y Warburg Continuatus. Descripción de una biblioteca (La Central, 2010). Mientras que de lo segundo solo conocemos las ediciones originales en italiano, entre las que destacan –a parte de los ya mencionados- Italia S.p.A. L’assalto al patrimonio culturale (Einaudi, 2002) y Battaglie senza eroi. I beni culturali tra istituzioni e profitto (Electa, 2005).

Probablemente Salvatore Settis representa en estos últimos textos algunos valores escasos por nuestros días en esta parte del mundo. Una dignidad académica que, lejos de la arrogancia pseudo intelectual, tiene el arrojo de poner al servicio de la comunidad sus capacidades en beneficio de un bien común como es el derecho a poner en valor el pasado en línea con un futuro posible para las generaciones que asoman.





Texto leído como introducción al diálogo entre el Historiador del Arte Salvatore Settis y José de Nordenflycht, Presidente de ICOMOS Chile, Festival Puerto de Ideas, Valparaíso 9 de noviembre de 2012.