julio 02, 2015

VALPARAÍSO, 12 AÑOS DE SU INSCRIPCIÓN EN LA LISTA DEL PATRIMONIO MUNDIAL UNESCO


DEL RITUAL CONMEMORATIVO A RECUPERAR EL FUNDAMENTO DEL SITIO

 
Nuevamente este 2 de julio asistiremos a la retahíla de rituales conmemorativos de la inscripción del Área Histórica Puerto en la Lista del Patrimonio Mundial UNESCO (2 de julio2003).

Con seguridad, la memoria, como buena acompañante que discrimina (con conciencia o no)  lo que queremos recordar y oculta aquello que nos molesta, volverá a reeditar autocomplacencias con frases, eventos, exposiciones, charlas y reportajes (de los que glotonamente gustan los medios) que nos dispondrán en un éxtasis patrimonial.

Más allá de ese juego ritual, al que nos hemos acostumbrado, valdrá la pena llamar a la puerta de la historia, nuestra honesta y cruda consejera, en momentos en que se revela la búsqueda de nuevos horizontes para la conservación y gestión sustentable de la ciudad patrimonial. Algunos le llamarán nuevo paradigma, otro modelo, nuevos caminos, pero lo cierto es que la historia social, política y económica de la ciudad y su patrimonio está en las márgenes de una síntesis de cambio.

La inscripción de Valparaíso en 2003 significó una apuesta exitosa de abrir las compuertas para los patrimonios modernos de nuestro continente y del planeta, en un contexto donde hasta ese momento Latinoamérica y el Caribe lucían centros históricos consolidados en los siglos XVII y XVIII. En cambio Valparaíso demostró que también existía un aporte al repertorio de patrimonios elaborados en la segunda mitad del siglo XIX y primera mitad del XX (visión de país, innovación, transformación y desarrollo racional)

Sin embargo, lo que pareció abrir un nuevo horizonte para conservar y desarrollar  con innovación a Valparaíso, prontamente se transformó en otra cosa, enclaustrándonos en visiones conservadoras, cortoplacistas y retardatarias, que han ralentizado los procesos modernizadores de una ciudad puerto construida fundamentalmente en el marco de un paisaje cultural dinámico, cuya cultura logró modelar la naturaleza y las condiciones geográficas del medio.

En vez de ver un Estado que se fortaleciera en  planificar los procesos de transformación del siglo XXI, sucumbimos en las manos de la gestión inmobiliaria y turística, que sin darnos cuenta se apropia de los bienes públicos que son en definitiva el patrimonio.

En vez de promover la creatividad de los empoderamientos sociales (comunidades vivas que actúan en la periferia del poder),  hemos constatado que las decisiones de preservación, conservación y desarrollo del patrimonio urbano se han mantenido en las estructuras de decisión tradicionales, cada vez más asfixiadas en sus problemas locales cotidianos.

En vez de racionalizar integralmente la planificación de los elementos urbanos y arquitectónicos del patrimonio, en instrumentos como un Plan de Manejo y Gestión, se nos quiere convencer que proyectos puntuales (espacios comerciales de consumo que nada tienen que hacer en el borde costero, que aprovechan la capacidad instalada de un recurso público) detonarán la mítica reactivación de la ciudad. Se piensa en la Terminal 2 del Puerto como recuperación del rol portuario, sin ver las expectativas de desarrollo de la ciudad y su puerto en el contexto nacional y regional. El borde costero de la región comienza en Papudo, y termina en San Antonio, ese es el sistema de Valparaíso en el presente siglo.

Son pocas las inteligencias y sensibilidades patrimoniales que captan el impacto funcional, social, económico que dichas intervenciones generarán en los habitantes, autores del paisaje cultural vivo de la ciudad puerto, en su Área Histórica UNESCO, en el sector Almendral, en los habitantes montanos, etc. ¿Quien ha imaginado el desarrollo de la ciudad desde el “maritorio de la bahía”, un espacio público, una fuente de recursos y un área verde (o azul) inexplorada para el paisaje de nuestra cultura?

Requerimos concebir al Sitio Patrimonio Mundial de Valparaíso más allá de los títulos internacionales, alejarnos del juego mediático que insiste con la frase majadera “se viene el patrimonio en riesgo o en peligro”. Es necesario comprenderlo al Sitio como una oportunidad de desarrollo para la cultura y el patrimonio local y mundial, como un recurso económico en sí mismo, del cual debemos beneficiarnos todos en esta y en las futuras generaciones.

Sin duda lo anterior es una responsabilidad del Estado, pero sobretodo de la sociedad, consistente en implementar adecuadamente como país las responsabilidades a que nos obliga la suscripción de la Convención del Patrimonio Mundial Cultural y Natural de 1972, firmada por Chile en 1980.

ICOMOS Chile ha establecido en su Declaración de 19 de junio 2015 (como resultado del Simposio 50 Años ICOMOS del 28 mayo), propuestas de acción concretas, a las que convocamos a trabajar conjuntamente con el Gobierno de Chile, el Parlamento, el Consejo de Monumentos Nacionales, el Consejo Nacionales de la Cultura y las Artes, los Administradores de Sitio, las universidades y los actores sociales comprometidos.

PROPUESTAS ICOMOS CHILE PARA EL SITIO DEL ÁREA HISTÓRICA DE LA CIUDAD PUERTO DE VALPARAÍSO:

INICIATIVA PROYECTO DE LEY
1.    Solicitar al Gobierno la presentación ante el Parlamento de una iniciativa de “Proyecto de Ley para los Sitios Patrimonio Mundial en Chile”, que incluya una Glosa Presupuestaria especial, lo que permita a estos bienes contar permanentemente con una articulada gestión para su conservación y puesta en valor,  en beneficio del desarrollo territorial, social, económico y cultural de las comunidades beneficiarias.

 
INICIATIVAS TÉCNICAS
 
2.    Solicitar las gestiones del Gobierno de Chile ante UNESCO, para incorporar el borde costero portuario, con todas sus expresiones materiales e inmateriales, al Sitio Área Histórica de Valparaíso. Esto significaría declarar el borde costero como Zona Típica, articulada con el Plan Regulador Comunal y PLADECO (ambos instrumentos actualmente en curso de modificación).

3.    Solicitar las gestiones del Gobierno de Chile ante UNESCO, para complementar los criterios de valor universal y excepcional del Sitio (VUE), incorporando el concepto de Paisaje Cultural Vivo, particularmente el de Paisaje Histórico Urbano.

4.    Solicitar las gestiones Gobierno de Chile, para elaborar un Plan de Manejo y Gestión Sustentable para la ciudad de Valparaíso y su Sitio UNESCO, que contemple estrategias económicas, sociales y territoriales, planes, programas y proyectos en el mediano y largo plazo, y eviten el aumento de los riesgos que experimenta la ciudad y el Sitio.

 
INICIATIVA PARA LA GESTIÓN POLÍTICA DEL PATRIMONIO

5.    Propone al Consejo de Monumentos Nacionales establecer para cada Sitio, un Comité de Desarrollo y Gestión Patrimonial de carácter permanente y vinculante, que convoque a los actores sociales, públicos y privados con atingencia en la materia. Esto ayudará a construir las decisiones bajo una visión compartida y consensuada del desarrollo, la planificación y la gestión del Sitio, en beneficio del proyecto patrimonial de largo plazo que aquel requiere.

 

 
Mario Ferrada Aguilar

Presidente

Comité Chileno del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios

ICOMOS CHILE

 

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