Estimad@s Colegas:
Después de tres períodos
consecutivos en que me han privilegiado con la responsabilidad de encabezar
ICOMOS Chile, ha llegado el momento de dar término a una gestión que me ha
tenido atento y comprometido los últimos 9 años, lo que no es poco.
No haré la larga enumeración
de todas las acciones en las que los he representado, para ello los remito a
nuestro blog, el que como una bitácora ha estado disponible desde el primer
momento de este largo viaje. Un viaje que hoy no sólo termina para mi, sino que
para un equipo que ha permitido darle sustento a la mayor parte de esta afanosa
agenda.
Lo primero, entonces, será agradecer
la complicidad, esfuerzo y dedicación de Marcela Hurtado, Mónica Bahamóndez, Sylvia
Pirotte, Patricio Duarte, Jorge Atria y Mario Ferrada, los que en distintos
momentos y desde distintas funciones han puesto generosamente su trabajo
voluntario al servicio de las convicciones que nos convocan.
Pero hoy no sólo queda
agradecer, sino que instalar un deseo a partir de algunas de las tareas que
nosotros no alcanzamos a realizar, ya sea por capacidad o por prioridad, pero
nunca por falta de interés.
Una de esas tareas
pendientes es hacer de ICOMOS Chile un organismo con efectiva presencia
regional a lo largo de nuestro país, lo que supone difundir nuestra labor permanentemente
y ,lo que es más importante, incorporar a nuestra institución a muchos de los colegas
que sabemos trabajan desde las regiones construyendo un mejor futuro para
nuestro patrimonio.
Otra de las tareas
pendientes es hacer de ICOMOS Chile un espacio de convergencia en torno a la
ejecución de actividades más complejas y ambiciosas, con la necesaria capacidad
para establecer una gestión operativa que allegue medios y recursos externos,
aumentando los efectos de nuestras capacidades de reflexión en la acción
directa.
Sin duda los –o las- que
vengan después de nosotros sabrán imprimir energía y voluntad a estas y otras múltiples
responsabilidades para con el desarrollo de nuestra institución. Para ello
podemos decir, sin disimular nuestro orgullo, que hoy tenemos un capital
simbólico acumulado, a partir de nuestra presencia nacional e internacional,
con un reconocimiento y prestigio asociado a las capacidades de sus miembros.
Ese es un punto de partida importante para encarar las tareas anteriores y todas
las que vendrán a partir de un nuevo liderazgo que comenzará hoy.
Si algo hemos aprendido en
todos estos años es que el ICOMOS es finalmente lo que nosotros queramos que
sea, en ese sentido es un deseo, un lugar de utopías donde el patrimonio
representa uno de los últimos bastiones de la dignidad del bien común, que
-como el sentido común- es el menos común de los bienes, en un medio ambiente
que hostiliza, inhibe y castiga los esfuerzos en torno a esa misión, que es
básicamente la misma que se escribió hace cincuenta años en aquel párrafo de la
Carta de Venecia que nos convocaba a ser solidarios con las generaciones
futuras.
Que ese deseo sea compartido
por todos es una responsabilidad irrenunciable, por lo que estoy seguro
represento al resto de mis colegas del Directorio que hoy termina su gestión,
cuando les manifiesto que seguiremos colaborando lealmente con aquellos que
entre ustedes sean elegidos para tomar la posta de esta carrera de fondo.
José de Nordenflycht Concha
Presidente ICOMOS Chile
Mensaje leído en la Asamblea General de ICOMOS Chile,
realizada el día miércoles 7 de mayo de 2014, Santiago de Chile.
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