noviembre 08, 2007

Declaración de Teemaneng


DECLARACIÓN DE TEEMANENG
SOBRE EL PATRIMONIO INMATERIAL DE LOS ESPACIOS CULTURALES

(Borrador/Draft 08.07)


Este documento presenta la normativa vigente respecto de los principios éticos a aplicar en la identificación, conservación, gestión y celebración del patrimonio cultural inmaterial de espacios culturales. Este documento fue desarrollado por el Comité Internacional sobre Patrimonio Cultural Inmaterial (ICICH) de ICOMOS, a partir de la Declaración de Kimberley, redactada durante una reunión internacional llevada a cabo en Sudáfrica en octubre de 2003, para la 14ª Asamblea General de ICOMOS en Victoria Falls, Zimbabwe.

INTRODUCCIÓN
ICICH reconoce la naturaleza indivisible del patrimonio. Respetamos la diversidad cultural, las tradiciones y el cambio del patrimonio cultural inmaterial a lo largo del tiempo. El patrimonio cultural inmaterial otorga significado, valor y contexto a objetos y sitios. Estos elementos no pueden ser separados y están conectados de manera indisoluble.
ICICH también reconoce que en cada espacio cultural coexisten muchos valores y significados, y que éstos se relacionan con experiencias emocionales, intelectuales, históricas, físicas y sensoriales. Los significados asociados a un espacio cultural incluyen identidad, cultura, tradiciones, memoria y recuerdos, creencias y simbolismos, naturaleza y medioambiente.
El patrimonio cultural inmaterial da fundamento al significado del lugar. Esto es relevante para nuestro trabajo en la aplicación de varias convenciones y textos internacionales:

UNESCO
· Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural (1972)
· Convención sobre la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático (2001)
· Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial (2003)
· Convención sobre la Protección y Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales (2007)
· Recomendación para la Salvaguardia de la Cultura Tradicional y Popular (1989)
· Proclamación de Obras Maestras del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad (1997)

UNESCO con Organismos no Gubernamentales (ONG)
· Documento de Nara sobre Autenticidad (1994).
· Declaración de Yamato sobre Enfoques Integrados para Salvaguardar el Patrimonio Cultural Material e Inmaterial (2004).

ICOMOS
· Declaración sobre el Compromiso Ético (Madrid, 2002).
· Principios de ICOMOS para el análisis, conservación y restauración estructural del patrimonio arquitectónico (2003).
· Carta de ICOMOS sobre el patrimonio vernáculo construido (1999).
· Carta de Burra (Carta de ICOMOS Australia para los lugares de significado cultural) (1999).
· Carta de ICOMOS Nueva Zelanda para la conservación de lugares de valor patrimonial cultural (1992).
· Carta de Deschambault (Compromiso para la preservación del patrimonio de Québec) (1982).

1.- PRINCIPIOS
Reconocemos que:
· Las comunidades son los custodios de su patrimonio cultural inmaterial y de su uso y conocimiento; en algunas comunidades, se identifican individuos claves como custodio (s) principal(es) de un lugar, objeto o práctica.
· Las comunidades deben tener control del acceso a y de la difusión de su patrimonio cultural inmaterial.
· Cuando más de una comunidad tenga valores inmateriales asociados a un espacio cultural, la coexistencia de estos valores debiera ser reconocida, respetada y fomentada.
· Se deben considerar de manera enfática todos los aspectos de significación patrimonial de cada valor sin menospreciar los otros.
· El patrimonio cultural inmaterial es dinámico, y los valores y usos cambian con el tiempo.
· En caso de sitios con valor inmaterial, el mejor juicio de autenticidad lo entrega el custodio -“El respeto debido a todas las culturas requiere que los bienes patrimoniales sean considerados y evaluados dentro de los contextos culturales a los que pertenecen…” (Declaración de Nara, Sección 11).
· Los sistemas tradicionales de protección y manejo formarán las bases de todo sistema de conservación desarrollado para sitios con valor inmaterial.
· Las medidas legales patrimoniales deben proveer mecanismos para la protección y manejo tradicionales del espacio cultural.
· La condición de un sitio influye directamente en la integridad de su patrimonio cultural inmaterial asociado.
Aceptamos, además, que como profesionales del patrimonio, no somos los primeros expertos en cultura inmaterial, y que nuestros roles principales son:
respetar los protocolos culturales aplicables a aquellas áreas en las que trabajamos.
facilitar marcos de conservación del patrimonio en espacios culturales que contribuyan a la continuidad del patrimonio cultural inmaterial.
Ayudar a los custodios a hacer valer sus derechos sobre su patrimonio cultural inmaterial, incluyendo conocimiento y prácticas tradicionales.
En la aplicación de los principios anteriores, nosotros:
Acordamos cumplir con la Declaración de Compromiso Ético de ICOMOS.
incluir todo conocimiento y experiencia profesional pertinente, que sea relevante a una circunstancia particular del patrimonio inmaterial, tales como los de antropólogos, sociólogos, etnólogos, etc., para la identificación, evaluación, conservación y administración de espacios culturales, así como los de aquellos profesionales generalmente involucrados en la conservación del “patrimonio inmaterial”, tales como arqueólogos, arquitectos y otros que trabajan en la conservación de sitios patrimoniales.
Aceptamos integrar el patrimonio inmaterial dentro de las prácticas generales de conservación patrimonial.

2.- PRACTICA
Reconocemos que las acciones indicadas a continuación son esenciales para la identificación, protección y administración de los valores y significados del patrimonio cultural intangible de un espacio cultural:
Identificación
Identificar las comunidades que tengan asociaciones con el espacio cultural.
Facilitar el rol primordial de la comunidad en la identificación del patrimonio cultural inmaterial del lugar.
Reconocer y respetar los derechos de propiedad intelectual de la comunidad.
Formar un equipo multidisciplinario que pueda interactuar con la comunidad en todas las áreas del patrimonio cultural intangible e identificar todos los aspectos de patrimonio inmaterial.
Fomentar la documentación de toda la información posible y que sea relevante, incluyendo los objetos y tradiciones orales que proporcionen contexto al patrimonio inmaterial y al espacio cultural.
Poner a disposición la información generada de una manera culturalmente apropiada, asegurando que los registros materiales sean conservados y confidencialmente respetados.
Protección y Gestión
· Complementar los sistemas tradicionales de protección y manejo con medidas legales de protección y gestión, en lugar de reemplazarlos.
· Proteger y administrar el patrimonio como un todo – material e inmaterial - incluyendo sitio, objeto, costumbre y significado y las conexiones entre ellos.
· Involucrar completamente a la(s) comunidad(es) pertinente(s) en la protección y gestión de un espacio cultural.
· Fomentar el cuidado del patrimonio cultural inmaterial y su transmisión de generación en generación.
· Alentar a las autoridades encargadas del patrimonio para que observen e informen acerca del estado y buena condición del patrimonio cultural inmaterial, como parte de su rol y responsabilidad.
· Iniciar, en ciertas circunstancias, la ayuda útil y apropiada con el objetivo de fortalecer el patrimonio cultural inmaterial que se encuentre bajo amenaza.
· Asegurar que los sitios con valores intangibles no estén sometidos a usos que dañen o comprometan dichos valores.
Intercambio
· Crear conciencia de las sensibilidades y temas éticos, con respecto al patrimonio cultural inmaterial dentro de las comunidades y entre ellas.
· Fomentar la continuidad de la conciencia con respecto a los valores del patrimonio cultural inmaterial, a través de un creciente acceso, respeto y apreciación, por parte de las generaciones más jóvenes.
· Comunicar la importancia del espacio cultural en una forma que no afecte el patrimonio cultural inmaterial.

3.- Cambio
El cambio es un proceso natural y una parte integral del patrimonio cultural inmaterial. Con respecto a esto:
· Fomentaremos que la comunidad controle el ritmo natural del cambio.
· Ayudaremos a la comunidad para que mitigue las amenazas internas o externas que provoquen un cambio rápido o inoportuno, producido por ejemplo por la globalización, presión por el desarrollo, turismo, cambio ambiental, etc.
· Ayudaremos a la comunidad a mantener la relevancia del patrimonio cultural inmaterial para la cohesión social, espiritual y la viabilidad económica de la comunidad.
· Ayudaremos a la comunidad para que identifique y documente el cambio en el patrimonio cultural inmaterial, con el objetivo de analizar las causas y velocidad de los procesos evolutivos y para formular respuestas.

Kimberley (Teemaneng)
Northern Cape
Sudáfrica
1 de Abril, 2007

South Africa Andrew Hall (Interim President)
Thabo Manetsi (Secretary-General & SAHRA)
Phakamani Buthulezi (CEO SAHRA)
Elizabeth Manong (Northern Cape Manager SAHRA)

Australia Marilyn Truscott (Vice President)

Chile Angel Cabeza (Vice President)

India Muneesh Pandit (Vice President)

Canada Marie-Claude Rocher (observer from Quebec organising committee of Scientific Symposium, at 16th General Assembly, 2008)

GLOSARIO

Autenticidad
Las Pautas Operacionales de Patrimonio Mundial mencionan que los bienes nominados por sus valores culturales deben cumplir una serie de atributos. Los juicios sobre el valor atribuido al patrimonio cultural además de la credibilidad de las fuentes de información relacionadas, podrían diferir de una cultura a otra, y aún dentro de la misma cultura. El respeto que merecen todas las culturas requiere que el patrimonio cultural sea considerado y evaluado ante todo dentro de los contextos culturales a los que pertenecen. Dependiendo del tipo de patrimonio cultural, y de su contexto cultural, se entenderá que los bienes culturales cumplen la condición de autenticidad si su valor cultural (como se reconoce en los criterios de nominación propuestos) son expresados de forma sincera y creíble a través de una variedad de atributos que incluyen:
· forma y diseño;
· materiales y sustancia;
· uso y función;
· tradiciones, técnicas y sistemas de gestión;
· localización y emplazamiento;
· idioma, y otras formas de patrimonio inmaterial;
· espíritu y sentimiento; y
· otros factores internos y externos.
Los atributos tales como el espíritu y el sentimiento, en la práctica no se prestan fácilmente a la aplicación de la condición de autenticidad, sin embargo son indicadores importantes del carácter y el sentido de lugar, por ejemplo, en las comunidades que mantienen la continuidad de la tradición y la cultura (Pautas Operacionales de Patrimonio Mundial ss.81-83).

Comunidad
Un conjunto de personas, por lo general aunque no siempre, que vive localmente como grupo cultural en relación con un lugar que tiene especiales asociaciones y significados para ellos y donde pueden practicar ciertas actividades relacionadas con ese patrimonio cultural intangible. Una comunidad que atribuye valores culturales intangibles a un lugar también puede estar geográficamente dispersa:

Conservación
Todos los procesos de cuidado de un sitio para retener sus valores y relevancia cultural (Carta de Burra 1999). Todos los esfuerzos diseñados para entender el patrimonio cultural, conocer su historia y significado, asegurar su salvaguardia material y, cuando sea necesario, su presentación, restauración y mejora (Documento de Nara).

Espacio Cultural
Término usado en la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial (2003), y se entiende que tiene aspectos multi-dimensionales. En el contexto de esta declaración, ICICH lo utiliza en el contexto de patrimonio inmaterial para denotar un lugar al que se atribuyen valores sagrados u otros valores intangibles.

Custodios
Aquellos integrantes de una comunidad que tienen una relación y responsabilidad especial hacia el patrimonio cultural inmaterial, su práctica, protección y continuidad, y a menudo hacia un lugar donde residen tales valores patrimoniales intangibles.

Patrimonio cultural inmaterial
Las prácticas, representaciones, expresiones, saber, destrezas, - como también - los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales asociados con éstos- que las comunidades, grupos y, en algunos casos, individuos, reconocen como parte de su patrimonio cultural. Este patrimonio cultural inmaterial, transmitido de generación en generación, es recreado constantemente por las comunidades y los grupos en respuesta a su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia, y les proporciona un sentido de identidad y continuidad, promoviendo de esta forma el respeto por la diversidad cultural y la creatividad humana. Para los propósitos de esta Convención sólo se dará consideración a aquel patrimonio cultural inmaterial que sea compatible con los instrumentos internacionales de derechos humanos, y con los requerimientos de respeto mutuo entre las comunidades, grupos e individuos, y de desarrollo sustentable, manifestado entre otras cosas en los siguientes dominios:

(a) tradiciones y expresiones orales, incluyendo el idioma como vehículo del patrimonio cultural inmaterial
(b) las artes de la representación
(c) prácticas sociales, rituales y eventos festivos
(d) el saber y las prácticas relacionadas con la naturaleza y el universo
(e) artesanía tradicional
Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial (2003)

Integridad
La integridad es una medida de la totalidad e integridad del patrimonio natural y/o cultural y sus atributos (Pautas Operacionales para el Patrimonio Mundial s.88).

Objetos
En este contexto, los componentes o elementos muebles del patrimonio cultural inmaterial y/o relacionados con el espacio cultural o lugar de patrimonio cultural inmaterial.

Lugar
Significa sitio, área, tierra, paisaje, edificación u otra instalación, grupo de edificaciones y otras obras, que pueden incluir componentes, contenidos, espacios y vistas. El concepto de lugar debería ser ampliamente interpretado. Los elementos pueden incluir memoriales, árboles, jardines, parques, lugares de eventos históricos, áreas urbanas, pueblos, sitios industriales, sitios arqueológicos y lugares espirituales y religiosos (Carta de Burra 1999).

Teemaneng
Diamante (en el idioma Setswana del pueblo Botswana), referido a la ciudad de Kimberley, Sudáfrica.

Sabiduría popular/Práctica
Sabiduría y práctica en una comunidad en relación a su paisaje tradicional y a su completa gama de actividades económicas, sociales y culturales, de la forma legada por generaciones anteriores, practicada por las generaciones actuales y transmitidas a las generaciones futuras.

Valores
En este contexto, la relevancia patrimonial de un lugar, objeto, actividad o creencia cultural, de acuerdo a los criterios de relevancia patrimonial establecidos.


Documento enviado por Angel Cabeza Monteira, Vicepresidente del Comité Científico Internacional de Patrimonio Inmaterial de ICOMOS

noviembre 07, 2007

LA PLATA: PATRIMONIO DEL SIGLO XIX


SEMINARIO INTERNACIONAL
“La Plata: Patrimonio Arquitectónico y Urbano,
siglos XIX y XX"


En celebración del 125° aniversario de la Fundación
de la Ciudad de La Plata

En el marco de convenios de cooperación mutua, el Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires a través de la Dirección Provincial de Patrimonio Cultural, el Banco de la Provincia de Buenos Aires, a través del Archivo y Museo Históricos "Dr. Arturo Jauretche" y el Comité Argentino de ICOMOS, han decido organizar este encuentro con motivo de la celebración del 125° aniversario de la fundación de la ciudad de La Plata, que se cumple el próximo 19 de noviembre. Esta celebración incluye dos muestras y una reunión en la Ciudad de Buenos Aires y otra en la Ciudad de La Plata donde se convocarán a expertos, profesionales y estudiantes, con el objetivo de intercambiar ideas sobre la historia y el patrimonio urbano-arquitectónico de nuestra ciudad. Este espacio permitirá reflexionar sobre los múltiples aspectos que integran el vasto campo del Patrimonio Cultural, crecimiento y desarrollo urbano arquitectónico de La Plata y su relación con otras experiencias latinoamericanas, los avances en la formación de estudiantes en el ámbito universitario, además permitirá crear conciencia y sensibilizar al público y a las autoridades al vincular este tema con la realidad actual platense.

Jueves 15 de noviembre
Auditorio Archivo y Museo Históricos “Dr. Arturo Jauretche” – Sarmiento 364, Buenos Aires

16.00 hs. Acreditación
16.30 hs. Acto de apertura
Autoridades de Instituciones Organizadoras
16.45 hs Mesa Redonda
Arq. Carlos Pernaut Vicepresidente Internacional de ICOMOS a cargo de América
Dr. Arq. Alberto de Paula Presidente de la Comisión Nacional de Museos,
Monumentos y Lugares Históricos
Lic. José de Nordenflycht ICOMOS Chile
18.00 hs Inauguración de la Muestra “La Plata 125° aniversario de su fundación”
en el área de Exposiciones Temporarias del Archivo y Museo Históricos “Dr. Arturo Jauretche”

Viernes 16 de noviembre
Auditorio Cámara Argentina de la Construcción, sede La Plata, Av. 7 N° 1076.

09.30 hs. Acreditación
09.45 hs. Presentación
Ing. Diego Buracco – Presidente de la Cámara Argentina de la Construcción
10.00 hs Panel 1: Historia y Urbanismo
Arq. Rubén García Miranda – Uruguay
“Urbanismo Latinoamericano – Una experiencia en la República Oriental del Uruguay”
Lic. José de Nordenflycht - Chile
“Patrimonio Latinoamericano del Siglo XIX: del postcolonial al neocolonial”
Dr. Arq. Alberto de Paula – Argentina
“El Urbanismo y la Arquitectura fundacional de La Plata”
Arq. Jorge Mele - Argentina
“Intercambio entre pasado, presente y futuro. La obra nueva frente a las permanencias arquitectónicas urbanas”
11.45 hs. Café
12.00 hs. Panel 2: Capacitación
Arq. Fernando Gandolfi – Universidad Nacional de La Plata
Arq. Diana Maggi - Universidad Católica de La Plata
Arq. Jorge Bozzano - CICOP
“Formación Universitaria en Patrimonio”
13.00 hs Receso
15.00 hs. Panel 3: Patrimonio y Gestión
Arq. Isabel López – Facultad de Arquitectura Universidad Nacional de La Plata
“Urbanismo, desarrollo y transformación de La Plata”
Arq. Silvia Moscardi – Dirección de Preservación de Patrimonio – Municipalidad de La Plata
“Acciones de protección sobre el patrimonio arquitectónico platense”
Arq. Ana Ottavianelli – Universidad Nacional de La Plata
“Gestión y Restauro, caso: Liceo Víctor Mercante”
16.30 hs Café
16.45 hs. Panel 4: Intervención en edificios patrimoniales
Arq. Gladys Pérez Ferrando – Dirección Provincial de Patrimonio Cultural – Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires
“Decreto 132 – Modelo de Gestión Participativa – Caso: Ciudad de La Plata”
Arq. Guillermo García – ICOMOS Argentina
“Intervención en La Catedral de La Plata”
Arq. Alberto Leónforte – Dirección de Cultura, Municipalidad de La Plata
“Restauración del Coliseo Podestá de La Plata”
Arq. Jorge Prieto – Municipalidad de La Plata
“Pasaje Dardo Rocha”
18.45 hs. CONCLUSIONES y DEBATE
19.00 hs. Cierre de la Jornada


SEDES DEL ENCUENTRO:

Auditorio del Archivo y Museo Históricos del Banco de la Provincia de Buenos Aires “Dr. Arturo Jauretche” Sarmiento 362 – Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Auditorio de la Cámara Argentina de la Construcción de La Plata – Av. 7 n° 1076 – La Plata

INFORMES:

Archivo y Museo Históricos del Banco de la Provincia de Buenos Aires “Dr. Arturo Jauretche”
Te. 011 – 4331 – 1775 – 2193
bpmuseo@bpba.com.ar
Archivo y Museo Históricos del Banco de la Provincia de Buenos Aires “Dr. Arturo Jauretche”
Sede La Plata
Te. 0221 – 425 – 5332/5323 Int. 134
rvera@bapro.com.ar

ORGANIZAN:

Banco de la Provincia de Buenos Aires – Coordinación de Acciones Culturales –
Archivo y Museo Históricos "Dr. Arturo Jauretche"
Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires - Dirección Provincial de Patrimonio Cultural Comité Argentino del ICOMOS (Consejo Internacional de Monumentos y Sitios)

AUSPICIAN:
Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos
Cámara Argentina de la Construcción
Revista Hábitat
Construcción Activa

noviembre 05, 2007

El mal(l) del patrimonio

En su edición del día lunes primero de octubre de 2007 El Mercurio de Santiago publica una nota en donde se recogen las siguientes declaraciones:
“Se nos ocurrió diseñar como un “mall del patrimonio”, en una propuesta vernácula chilota de hoy, no quiero copiar lo antiguo. Quiero hacer una casa de encuentro cercana a la Iglesia, donde el turista pueda ver una demo, cambiar a la guagua o descansar un rato. Una especie de duty free chiquitito, donde haya un abstract de artesanía, información turística.”, más adelante se agrega que el entrevistado: “Puntualiza que no buscan convertir a las iglesias en objetos de Mercado.” [1]
Sabemos que las realidades se construyen desde las discursividades, antes que ningún clavo se movilice para construir algún mall o duty free estos ya se han instalado, la transformación está en marcha y eso es lo grave de este caso[2]. Como los discursos se combaten con otros discursos, permítanme hoy esta pequeña diatriba preliminar sobre las profundas contradicciones de las aseveraciones precedentes.
El mall se convierte en mal, no porque desconozcamos la pertinencia de ellos y su ubicuidad forzada en la sociedad actual, pero desde todos los tonos se ha insistido en que uno de los espacios de la supermodernidad del capitalismo avanzado en donde no hay identidad es el mall, si nos apuran es precisamente el ejemplo recurrente de los no-lugares que desde hace un tiempo describe el antropólogo francés Marc Augé[3].
Por lo demás los vocativos “se nos…” y “quiero”, son verbos que no están conjugados precisamente para dar cuenta de la participación en la toma de decisiones que las comunidades generadoras y depositarias de la soberanía patrimonial deben tener por derecho propio. Ver una demo, o un abstract no se condice tampoco con la necesidad de interpretar el patrimonio
¿De quién es el patrimonio? y ¿quién hace el patrimonio?, así como ¿quién merece el patrimonio? y ¿quién debe acceder al él? son cuestiones que, a juzgar por este tipo de declaraciones, nos se han pensado suficientemente.
Para responder estas preguntas que rondan la presente convocatoria ¿cuál es el lugar del patrimonio? nos vemos en la necesidad de invocar un breve genealogía sobre nuestro interés en salir a ofrecer respuestas sobre esa pregunta en el contexto de nuestra participación en el debate contemporáneo sobre el patrimonio en el seno del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios.
Lo primero es que necesariamente deberíamos situarnos lejos de las lógicas económicas que rigen el intercambio simbólico. Por cierto muchos lucran con el patrimonio sin embargo ese no ha sido nunca el sentido de la cooperación internacional que anima la Convención de Patrimonio Mundial de la UNESCO, contexto de estos anunciados mal(l)es.
Aclaramos que no podemos ser ingenuos, de hecho Estados tan autosuficientes como Omán han preferido la rentabilidad de una prospección, bastante cierta, de otro yacimiento de combustible fósil -otro más- en su territorio, que cooperar con la credibilidad de la Lista.
En un momento de la discusión en donde se concensúa que todo es patrimonio, peligrosamente nada lo es. Ya es sabido que la mejor manera de anular la diferencia es adoptar una inclusividad que disemine todo en la homogeneidad del todo vale.
Por lo tanto el patrimonio no debería considerarse como una condición, no se nos declara como patrimonio de la humanidad (sic), como continuamente nos insiste el discurso mediático siempre tan sospechosamente desprolijo. En el caso de la Convención de Patrimonio Mundial de la UNESCO el protocolo indica que una comunidad local solicita inscribir su deseo a través de los oficios del Estado Nación –único interlocutor válido en un contexto intergubernamental como es a UNESCO- las Iglesias de Chiloé, Valparaíso o Sewell siempre han sido patrimonio de la humanidad, el caso es que si el patrimonio es una experiencia ésta se origina una práctica[4], la distancia entre ellas sería la posibilidad de que la ciudadanía no sea sólo la guardiana de este legado sino que la intérprete de la misma.
Es aquí donde la interpretación del patrimonio reviste varias consideraciones, cuestión que de un tiempo a esta parte se ha referenciado internacionalmente a partir del proyecto de la Carta de Ename[5].
De hecho en la arquitectura patrimonial, tanto el proyecto como la obra, tiene un componente de interpretabilidad muy importante pues ahí es donde esta “música congelada” se expresa en su mejor definición.
No vendremos a decirle a los arquitectos lo que ellos saben de sobra: los sistemas de representación son siempre sistemas de notación –para seguir con el símil de la música- por lo que quien interpreta es quien habita. Mismo habitar que muchos motejan rápidamente de intangible, cuando es lo más tangible de la arquitectura.
De ahí que la industria cultural ha cooptado el patrimonio intangible, dentro de las lógicas del semiocapitalismo[6], entendido éste como un régimen de mercado virtual donde se venden “oportunidades de localización” (vista, prestigio u otras ventajas) y no arquitectura. La especulación inmobiliaria no es el drama del patrimonio, es el drama de la arquitectura, donde el colectivo social o multitudo –en el sentido que le da Toni Negri a la antigua expresión de Spinoza[7]- asiste a la gentrificación de su bien común.
El patrimonio tal vez sea la última frontera que el semiocapitalismo intenta derribar por medio de la seducción del turismo global, donde el ultimo espectáculo lo vimos recientemente cuando muchos gobiernos en el mundo cayeron rendidos ante la posibilidad de entrar en la lista de las siete nuevas maravillas del mundo, entrando de lleno en el juego de la farandulización del patrimonio, ese patrimonio light que ya advertíamos hace unos años atrás[8], antes por cierto que comenzáramos a inscribir sitios en la Lista de Patrimonio Mundial.
Este tipo de selecciones nos recuerda la curiosa polémica sobre el proyecto del maletín literario, como si quienes deben estar dentro y quienes deben estar fuera de él, sea una discusión nueva. Siempre la distribución y circulación de los bienes culturales cooptados por las industrias culturales está mediado por la accesibilidad de quien selecciona, el que siempre es otro, ya que en aquellos que manejan la ilusión sobre el control de su elección está operando una ausencia de relación con la práctica cultural, que no sea el flujo del mercado. Ya lo ha planteado Bourriaud[9] para el campo artístico a partir de su estética relacional, por lo que podemos transferir ese entendido al reconocimiento del patrimonio activado siempre como una relación, la relación construida entre nosotros y los otros que han estado ahí antes. Por lo que su dimensión intangible es indisoluble de su dimensión tangible.
La cuestión entonces va por el lado de asumir que el patrimonio es una conquista social, conquista que se logra cuando estemos en las mejores condiciones de apropiarnos de él en tanto evento epistemológico, donde quien interpreta puede ser puesto por encima de quien decide, desplazando el asunto de la práctica hacia quien conoce y como puede y cree que conoce
Si hace unas décadas el patrimonio era una práctica concentrada en la gestión –gestión del recuerdo- ahora el patrimonio debería ser comenzado a reconocer como una práctica epistemológica de reconocimiento y resignificación continua de lugares, antes incluso de que estos sean gestionados como tales y por cierto mucho después de que la gestión ha cedido al mercado.
Muchos piensan que ese es el mal menor, pero mall al fin.


[1]Turismo y Patrimonio se dan de la mano”, El Mercurio de Santiago, 1 de octubre de 2007, pág. A9.
[2] Esto es lo que, por ejemplo, queda al descubierto de proyectos culturales tan sonados como el Museo Guggenheim de Bilbao. Vid. ESTEBAN, Iñaki El efecto Guggenheim. Del espacio basura al ornamento, Editorial Anagrama, Barcelona, 2007.
[3] AUGÉ, Marc Los no lugares: Espacios del anonimato. Una antropología de la sobremodernidad, Gedisa, Barcelona, 1993.
[4] Por cierto una “práctica” en el sentido que le da DE CERTEAU, Michel La invención de lo cotidiano. 1. Artes de hacer, Universidad Iberoamericana, México D.F., 1996.
[5] ICOMOS ha generado un debate sobre el tópico de la interpretación, para lo cual ha discutido una propuesta denominada Carta de Ename, su última versión de abril de 2007 puede ser consultada en www.enamecharter.org, paralelamente han surgido valiosas iniciativas como la Asociación de Interpretación del Patrimonio www.interpretaciondelpatrimonio.com
[6] GRAZIANO, Valeria “Intersecciones del arte, la cultura y el poder: arte y teoría en el semiocapitalismo” en BREA, José Luis Estudios Visuales. La epistemología de la visualidad en la era de la globalización, Editorial Akal, Madrid, 2005.
[7] NEGRI, Toni Arte y Multitudo. Ocho cartas, Editorial Trotta, Madrid, 2000.
[8] NORDENFLYCHT, José de Patrimonio Local. Ensayos sobre arte, arquitectura y lugar, Editorial Putángeles, Valparaíso, 2004.
[9] BOURRIAUD, Nicolás Estética Relacional, Adriana Hidalgo Editora, Buenos Aires, 2006.


Ponencia leída por José de Nordenflycht, Presidente de ICOMOS Chile, en el encuentro “El lugar del patrimonio y las prácticas culturales" organizado por el Colectivo Apariencia Pública, Aula Magna Universidad Central de Chile, 6 de Noviembre de 2007.

octubre 19, 2007

El lugar del patrimonio y las prácticas culturales


"El lugar del patrimonio y las prácticas culturales" es el título del segundo encuentro Disoluciones Sobre Practicas Urbanas, organizado por el Colectivo Apariencia Pública que tiene como objetivo el análisis de los procesos que atraviesa un lugar en su construcción histórica, social y cultural y que van dejando huellas en la memoria, las que sin duda son prácticas que establecen un espacio de legitimación en donde el tejido de las obras es algo más complejo que solamente el objeto arquitectónico. La nominación de Patrimonio y la noción de cultura parecen estar siempre generando un espacio de tensión sobre los objetos en cuestión. Donde la experiencia del cotidiano y sus normativas se ven enfrentadas en su valor patrimonial como agente de uso. " Las personas, después de todo, no pelean una revolución por principios abstractos, sino por el mejor día a día de sus vidas" [H. Lefevbre]



Martes 6 de Noviembre de 2007


PROGRAMA
18:00 18:30 PATRICIO GROSS

18:45 19:30 JOSE DE NORDENFLYCHT

19:45 20:30 PAULINA VARAS


Aula Magna Universidad Central de Chile, (Lord Cochrane 418. Santiago Centro)


más información en e.mail info@aparienciapublica.org



octubre 18, 2007

ARQUITECTURA PATRIMONIAL EN MADERA



Los días 7, 8 y 9 de Noviembre tendrá lugar en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile (Marcoleta 250, Santiago) el Seminario de Arquitectura Patrimonial en Madera, organizado por el Departamento de Teoría e Historia de la arquitectura, el que contará con la especial participación de nuestro colega de ICOMOS Australia MILES LEWIS.

El arquitecto Miles Lewis fue fundador y Presidente del Comité Australiano de ICOMOS, siendo actualmente académico de la Universidad de Melbourne y miembro Honorario Vitalicio del Comité Científico Internacional de Arquitectura Vernácula de ICOMOS, organismo que asupicia este evento académico.

Este destacado profesional de la conservación del patrimonio junto a los arquitectos chilenos Marcela Pizzi (Académica de la Universidad de Chile) y Felipe Ravinet (Director Ejecutivo de la Fundación Sewell) analizarán durante el Seminario los antecedentes y experiencias en torno a los sistemas constructivos tradicionales en madera, además de una visita técnica a Sewell, Sitio inscrito en la Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO.

Inscripciones y más información sobre este programa en la Secretaría del Departamento de Teoría e Historia de la Arquitectura de la FAU. Teléfono: (56-2) 9783048, e-mail: dehisteochilefau.cl

octubre 14, 2007

Desvestir un Santo para vestir otro


“Desvestir un Santo para vestir otro”, este dicho tradicional parece describir con exactitud el estado de contradicción en que se encuentran los agentes urbanos locales y nacionales que ejercen su poder sobre un bien cultural que el Estado de Chile solicitó libremente inscribir en la Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO. Lo que una vez logrado significó inmediatamente asumir sus derechos y sus deberes.

Sobre los deberes el más importante es mantener las características por las cuales fue inscrito el bien de marras, en el caso que nos preocupa en estos días: “Los Barrios Históricos de la Ciudad Puerto de Valparaíso”, tal cual se consigna su denominación en la inscripción lograda el 2003, donde la característica de ciudad portuaria supone necesariamente que el patrimonio asociado a esta función tiene características universales excepcionales.

Por lo mismo insistir sobre el valor de este patrimonio portuario sería redundante, ya que resulta consubstancial al criterio iii) invocado por el Comité de Patrimonio Mundial de la UNESCO para incluirlo en la Lista.

Eso lo sabemos todos, aunque algunos lo intenten desconocer.

Los que lo intentan desconocer argumentan que el desarrollo de la actividad portuaria se vería menoscabada por la debida protección a su patrimonio, mismo argumento utilizado por los más veleidosos defensores de la especulación inmobiliaria en contra de cualquier pieza representativa del patrimonio urbano. Esta es una antigua disputa que creíamos zanjada, ya que desde hace varios años se ha demostrado que el patrimonio es la base del desarrollo, y no al revés. Al volver el argumento falaz de unos sobre otros, es donde aparece la necesidad de volver a informar para evitar las posibles arbitrariedades de quienes administran el poder local y nacional.

Mientras el Estado de Chile, a través del Consejo de Monumentos Nacionales, no hace sino cumplir de la mejor manera con sus deberes frente a los compromisos internacionales, por otro lado surgen en su seno posiciones reduccionistas que intentan negociar excepciones a “la letra” de la Convención, que lo único que hacen es hipotecar la credibilidad del Estado Chileno frente a la UNESCO y la comunidad internacional..

Esa es una contradicción muy peligrosa, pues no tiene ninguna racionalidad “desvestir” un Puerto, para supuestamente “vestir” otro.

Ese es el peor negocio que se podría hacer para con las generaciones futuras, de las cuales, en esta vuelta, todos somos responsables en nombre de la Humanidad.



José de Nordenflycht
Presidente ICOMOS Chile
publicado en El Mercurio de Valparaíso, viernes 19 de octubre de 2007

octubre 07, 2007

Centro de Estudios del Patrimonio

El destacado miembro de ICOMOS Chile arquitecto Patricios Gross dirige desde junio de este año el nuevo Centro de Estudios del Patrimonio de la Universidad Central, junto con saludarlo esperamos poder acompañarlo en este nuevo desafío en donde la responsabilidad para con el patrimonio es tarea de todos.

El portal universia.cl así reseñó la noticia:

Como parte de la misión del estudio, puesta en valor y difusión del patrimonio cultural humano y natural de Chile, la Universidad Central de Chile, a través de su Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Paisaje, ha creado el Centro de Estudios del Patrimonio (CEPAT), cuyo objetivo principal es promover y gestionar actividades de docencia, investigación, extensión y asesorías relacionadas con el Patrimonio Natural y Cultural Ambiental.Lo central para esta instancia será aportar a la necesidad de establecer una nueva institucionalidad patrimonial, materia sobre la cual, se trabaja en el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes y, aún a nivel de proyecto del Ejecutivo, en el denominado Instituto del Patrimonio.Al respecto, el recién nombrado director de este Centro de Estudios del Patrimonio y académico de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Paisaje de la Universidad Central, el arquitecto Patricio Gross, manifestó que “la creación del CEPAT responde a una nueva forma de ver y actuar sobre el quehacer del patrimonio nacional. Nuestro compromiso es proponer nuevas alternativas, tanto académicas como profesionales, para reconocer la importancia de su puesta en valor”.“Queremos generar en el país un cambio de mentalidad para tender a una mayor preocupación e interés por los recursos patrimoniales, culturales y paisajísticos que cada región posee”, agregó Gross, ex presidente del Comité de Patrimonio Arquitectónico y Ambiental del Colegio de Arquitectos de Chile, entidad que también presidió y del que, actualmente, forma parte de su Directorio Nacional.El académico agregó que, en relación a la docencia, el Centro de Estudios del Patrimonio de la Universidad Central orientará la estrategia de su gestión a través del impulso y fortalecimiento de cursos o cátedras de pre y post grado tanto en la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Paisaje de esa Casa de Estudios como en otras que lo requieran, junto con el establecimiento de alianzas con universidades extranjeras, para implementar programas de diplomado, maestrías, y cursos específicos de capacitación.Asimismo, y para complementar la iniciativa, tanto la Escuela de Arquitectura como la de Arquitectura del Paisaje de la Universidad Central han incorporado la temática del Patrimonio en su malla académica y han estructurado un área de “pre-especialización” en esa línea. Finalmente, Gross expresó que “el patrimonio va mucho más allá de una construcción centenaria o el reconocimiento que se haga en la lista de la UNESCO de un lugar geográfico y que, por ejemplo, en Chile ha distinguido a las Iglesias de Chiloé, las salitreras de Humberstone y Santa Laura, la Isla de Pascua, Sewell y el centro histórico de Valparaíso. El patrimonio de una nación está integrado, incluso, por sus testimonios vivos y su quehacer cotidiano y eso es lo que queremos investigar y difundir”, manifestó.

octubre 04, 2007

Patrimonio Religioso y Lugares Sagrados en Chile


En el contexto del III Congreso Chileno de Conservación y Restauración, el Comité Chileno del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios ICOMOS Chile ha recibido la invitación para organizar la Mesa Redonda Patrimonio Religioso y Lugares Sagrados en Chile: Intervenciones y Contexto.
Esta temática tiene una dimensión universalmente presente, ya que las prácticas religiosas y sus creencias han llevado a las sociedades humanas a delimitar sus espacios, construir lugares, llevar a cabo trabajos y reunir archivos cargados de significados y memorias, haciendo de este tema unos de los componentes más importantes del patrimonio en el mundo actual. El mismo se expresa desde los paisajes culturales a través de los nombres de los lugares, ritos y peregrinajes ligados a ciertos elementos naturales, hasta la producción inmueble de este patrimonio, donde muchas sociedades pasadas y actuales vincularon el arte y las ciencias en la construcción de grandes o modestas construcciones y objetos.
Hoy en día, la conservación de este patrimonio en su dimensión cultural constituye un reto para la comunidad. Conservar en lugares de culto activo y en aquellos en donde su valor trasciende lo formal y material, nos vincula directamente con la dimensión intangible del patrimonio, en momentos en el que la religión esta siendo cada vez más reconocida por la comunidad internacional como uno de los temas claves en las décadas venideras, pudiendo identificar las varias dimensiones del conocimiento, conservación y presentación de este vasto patrimonio.
En esta Mesa Redonda se analizaran los alcances metodológicos y el sentido de las intervenciones sobre el patrimonio religioso y de los lugares sagrados en Chile, con un especial énfasis en aquellos que han sufrido los recientes efectos del embate de la naturaleza y aquellos otros que integran de la Lista de Patrimonio Mundial de UNESCO.
Esta actividad tiene como correlato la necesidad de fortalecer una masa critica entre la comunidad de profesionales que trabajan con el patrimonio cultural, invitándolos desde ya a adherir con esta reflexión al próximo Día Internacional de los Monumentos y Sitios ha celebrarse el 18 de abril de 2008, convocado por ICOMOS partir del tema “Patrimonio religioso y lugares sagrados”.
Participan en la Mesa Redonda destacados especialistas y miembros activos de ICOMOS Chile: los arquitectos restauradores Jorge Atria, Marcela Hurtado, Lorenzo Berg, además de la Secretaria de la Comisión de los Bienes Culturales de la Conferencia Episcopal de Chile -que preside el Padre Gabriel Guarda OSB- Sra. María Inés Troncoso.
Modera José de Nordenflycht, Presidente de ICOMOS Chile.

septiembre 23, 2007

Tiempo, Legado y Permanencia













Organizado por el Archivo Fotográfico de la Universidad de Concepción y el Aula de Construcción y Rehabilitación Arquitectónica de la Madera de la Universidad de Sevilla, el Seminario Internacional de Conservación y Restauración de Bienes Patrimoniales denominado TIEMPO, LEGADO Y PERMANENCIA se realizará en el Museo de Historia Natural de Concepción los días 2, 3 y 4 de octubre.

Como expositores participaran por la Universidad de Sevillalos especialistas: Jonathan Ruíz, José Enrique Povedano, Enrique Morales Méndez, Antonio Jaramillo, Joaquín Arquillo ; por la Universidad de Concepción: Juan Pablo Bascur, Claudia Arrizaga y Andrea Hermans; por el Consejo de Monumentos Nacionales: Claudio Herrera Jarpa; por la Dirección de Arquitectura del MOP: Ricardo Faúndez; por la Asociación Gremial de Conservadores y Restauradores de Chile: Angela Benavente y por ICOMOS Chile: Carlos Inostroza y José de Nordenflycht.

Consultas y programa completo pueden solicitarse al e.mail: fotoudec@udec.cl

septiembre 11, 2007

RODRIGO MÁRQUEZ DE LA PLATA YRARRÁZAVAL

Hace unos días recordábamos la reunión celebrada en Quito “Sobre la preservación de los centros históricos ante el crecimiento de las ciudades contemporáneas”, convocado por la UNESCO en 1977, en donde participó el –en ese entonces- Presidente de ICOMOS Chile arquitecto Rodrigo Márquez de la Plata.

Días después de ello nos sorprendió la muerte de Rodrigo, dejando el sabor amargo de su ausencia, pero también el orgullo de haber podido compartir en estos últimos años con uno de los actores más relevantes en la afanosa construcción de una cultura patrimonial nacional.

Participó de la fundación del ICOMOS Chile en 1969, y asistió a la segunda Asamblea General de ICOMOS celebrada en Oxford (R.U.) ese mismo año, la que tenía como tema de convocatoria “The Value for Tourism of the Conservation and Presentation of Monuments and Sites”, allí conoció a su presidente Piero Gazzola (Italia) y al Secretario General Raymond Lemaire (Bélgica), entre muchos otros notables fundadores de nuestra institución. En esa misma reunión presentó la propuesta de un grupo de profesionales y académicos para formar el Comité Chileno de ICOMOS, la que fue aceptada de inmediato.

De vuelta en Chile participó activamente en la reflexión y acción sobre la puesta en valor de nuestro patrimonio arquitectónico a través de innumerables obras de restauración, publicaciones y la continua presencia en medios, en momentos en que la palabra patrimonio estaba lejos de estar instalada en la agenda pública como hoy.

Publicaciones internacionales como la revista ICOMOS INFORMATION, reconocieron y valoraron sus proyectos, dentro de los cuales el más emblemático de todos fue sin duda la restauración del Palacio de La Moneda.

El profundo conocimiento de nuestro patrimonio asistieron su convencimiento de que los valores espirituales y materiales del mismo están indisolublemente unidos, lección que hoy se la agradeceremos siempre.


José de Nordenflycht
Presidente de ICOMOS Chle

septiembre 10, 2007

International Polar Year Conference


Entre los días 24 y 27 de septiembre próximos, el arqueólogo Rubén Stehberg asistirá como delegado oficial del Comité Chileno del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios a la Conferencia del Año Internacional Polar organizada por el Comité Científico Internacional de Patrimonio Polar, en Barrow, Alaska.
Cabe destacar que nuestro país será la única representación oficial latinoamericana en tan importante evento científico, que tiene como tema central y urgente el efecto del cambio climático en la conservación del patrimonio en las zonas polares.
La asistencia de nuestro colega de ICOMOS Chile está patrocinada por el Instituto Antártico Chileno INACh, en el contexto de las excelentes relaciones institucionales de cooperación establecidas a partir del "Primera Reunión Regional de Representantes del IPHC ICOMOS del Hemisferio Sur: Argentina, Australia y Chile", realizada en febrero de este año en la sede del Instituto de Historia de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.
Deseamos un buen viaje a Rubén y estaremos atentos a los resultados de este importante encuentro.

septiembre 03, 2007

Quito entre dos cartas: 1967 y 1977.

Estuvieron en Quito 1977: (de izq. a der.) Corradine, De Paula, Márquez de la Plata, Cravotto, Flores Marini, Gutiérrez, Azevedo y Medeiros Fotografía aparecida en DANA nº 6, 1978. Pág.83.

En 1978 se inscribe el Centro Histórico de la Ciudad de Quito en la Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO.

Un año antes, en la misma ciudad entre los días 7 y 11 de marzo de 1977, el Proyecto Regional de Patrimonio Cultural Andino con el auspicio de la UNESCO y el PNUD había celebrado el COLOQUIO SOBRE LA PRESERVACIÓN DE LOS CENTROS HISTÓRICOS ANTE EL CRECIMIENTO DE LAS CIUDADES CONTEMPORÁNEAS.

Once años antes de eso –y ha solo tres de la Carta de Venecia- se había celebrado en la misma ciudad con los auspicios de la OEA una reunión de la cual emanó el documento Normas de Quito.

A cuarenta años del primero y treinta del segundo reproducimos sus respectivos textos, los que no solamente se inscriben en la historia de los esfuerzos desplegados en nuestra región por el desarrollo del patrimonio, sino que cobran plena actualidad en el acontecimiento de su retorno, lo que es siempre el sentido de conmemorar.


José de Nordenflycht
Presidente de ICOMOS Chile

septiembre 02, 2007

CARTA DE QUITO 1977


CONCLUSIONES DEL COLOQUIO SOBRE LA PRESERVACIÓN DE LOS CENTROS HISTÓRICOS ANTE EL CRECIMIENTO DE LAS CIUDADES CONTEMPORÁNEAS
UNESCO PNUD

QUITO 1977

1) DEFINICIÓN DE CENTROS HISTÓRICOS

Este coloquio define como Centros Históricos a todos aquellos asentamientos humanos vivos, fuertemente condicionados por una estructura física proveniente del pasado, reconocibles como representativos de la evolución de un pueblo.
Como tales se comprenden tanto asentamientos que se mantiene íntegros, desde aldeas a ciudades, como aquellos que a causa de su crecimiento, constituyen hoy parte o partes de una estructura mayor.
Los Centros Históricos, por sí mismos y por el acervo monumental que contienen, representan no solamente un incuestionable valor cultural sino también económico y social.
Los Centros Históricos no sólo son patrimonio cultural de la humanidad sino que pertenecen en forma particular a todos aquellos sectores sociales que los habitan.

2) SITUACIÓN ACTUAL

El coloquio, frente a los problemas que afectan a los centros históricos de América Latina y particularmente de la región andina, considera que los problemas de la sociedad latinoamericana contemporánea, inherentes a sus estructuras socioeconómicas, repercuten sobre las ciudades y en particular los centros históricos produciendo, junto con otros fenómenos:

- Procesos de inmigración masiva desde las zonas rurales,
- Fuerte movilidad y segregación social con alternativas de hacinamiento y,
- Abandono de éstas áreas,

Que se manifiestan en:

- Progresiva obsolescencia física y funcional de los inmuebles,
- Conflicto entre las estructuras y dimensión de las vías públicas y las de los nuevos sistemas de transporte,
- Realización de obras públicas inadecuadas,
- Inmoderada expansión de las actividades terciarias,

Todo lo cual crea una destrucción de la calidad del habitat y la ruptura de la armónica relación de los hombres entre sí y con el medio ambiente.
Esta situación afecta a los Centros Históricos en forma aguda ya que están sujetos a múltiples tensiones y presiones, internas y externas, que causan su progresivo abandono por parte de ciertos sectores sociales y provocan la transformación de uso de sus inmuebles, con finalidad puramente especulativa; situación que afecta no solamente a las viviendas sino también a los propios monumentos en un proceso de tugurización que se manifiesta en los centros históricos, con la misma mayor intensidad y similares características que los que se registran en las pareas periféricas de las grandes ciudades.
Ha habido hasta ahora conciencia universal de que los llamados centros históricos debían preservarse por su valor cultural y turístico; a ese efecto los gobiernos, organizaciones no gubernamentales y privadas han hecho esfuerzos considerables en materia de restauración y conservación, aislados a veces, por razones turísticas de coyuntura política o conmemorativa y de catástrofes naturales, aplicando criterios limitados que van desde la conservación de monumentos aislados hasta “maquillajes escenográficos”.
En muchos casos esta orientación ha sido el resultado de una posición cultural de élite concretada en medidas y acciones aisladas que no resolvieron en definitiva el problema de los Centros Históricos, por no haber estar orientadas a procurar el bienestar de la comunidad que los habita.
Tampoco la política tradicional de congelamientos, sin inversión alguna de los poderes públicos, sirvió a la preservación, sino que al contrario constribuyó a la destrucción de los Centros Históricos.
Documentos internacionales como las cartas de Atenas, de Venecia y las Normas de Quito, que incorporaron progresivamente el concepto de Centros Históricos dentro de un contexto humano y ambiental y que han tenido en su momento importancia, en su aplicación práctica han resultado en ese aspecto también insuficientes.


3) HACIA UNA POLÍTICA DE CONSERVACIÓN INTEGRAL DE LOS CENTROS HISTÓRICOS.

La Conservación de los Centros Históricos debe ser una operación destinada a revitalizar no sólo inmuebles, sino primordialmente la calidad de vida de la sociedad que los habita, aplicando su capacidad creativa y equilibrando su tecnología tradicional con la contemporánea.
Ante la amenaza de un modo de vida alienante, los Centros Históricos albergan reservas de una escala de vida donde los valores humanos predominan con sus tradiciones culturales todavía vigentes, y son capaces de oponerse a los efectos de dicha amenaza. Por lo tanto, debe promoverse la rehabilitación de dichos Centros Históricos respetando y potencializando la milenaria cultura andina.
La revitalización de los Centros Históricos exige un enfoque de planeamiento, integrándola a los planes directores de desarrollo urbano y territorial.
Las acciones sobre los Centros Históricos deben fundamentarse en un espacial reordenamiento de la tenencia y uso del suelo, con miras a mejorar las condiciones de vida de sus habitantes. Deberán ser progresivas y contemplar los recursos humanos y financieros de ellos; manteniendo una pluralidad funcional sin desmedro de la habitacional.
De acuerdo con los motivos expuestos, es necesario formular medidas de acción operativas, entre las cuales sobresalen:
1. La tarea de rescate de patrimonio histórico, cultural y social de la América Latina tendrá, como protagonistas prioritarios, a los habitantes de los países interesados, con la cooperación inmediata de los organismos de cultura y financiamiento; siendo necesaria la organización comunitaria de los habitantes de los Centros Históricos para alcanzar los principios de acción señalados.
2. Incorporación a las políticas oficiales de vivienda de programas específicos para la rehabilitación de los centros históricos como forma de mantener el patrimonio habitacional del país.

3. Para el financiamiento de los programas de revitalización de los Centros Históricos, debe poderse disponer de las líneas de crédito nacionales e internacionales destinadas a proyectos de rehabilitación de vivienda, infraestructura y equipamiento humano, desarrollo comunal y turismo.

4. La reformulación de la legislación vigente para la preservación de los Centros Históricos debe tomar en cuenta las medidas tendentes a incrementar el poder de decisión de los organismos calificados, capaces de permitir no sólo la preservación del Centro Histórico, sino también el control de las modificaciones del entorno urbano y natural.

5. Toda acción de revitalización debe estar fundamentada en estudios multidisciplinarios del área.

6. Es necesario, por lo tanto, incrementar la formación de arquitectos urbanistas y otros especialistas afines, paralelamente a la educación de los cuadros profesionales calificados en las técnicas de restauración existentes, a los lineamientos de acción numerados.

7. Se advierte la necesidad de una amplia campaña de concienciación acerca no sólo del valor cultural sino del carácter social y viviente de los Centros Históricos, a través de los medios masivos de comunicación y los sistemas educacionales en todos sus niveles.

Quito, 11 de marzo de 1977.

NORMAS DE QUITO 1967

INFORME FINAL DE LA REUNION SOBRE CONSERVACION Y UTILIZACION DE MONUMENTOS Y LUGARES DE INTERES HISTORICO Y ARTISTICO

Quito, 1967


1. INTRODUCCIÓN

La inclusión del problema que representa la necesaria conservación y utilización del
patrimonio monumental en la relación de esfuerzos multinacionales que se
comprometen a realizar los Gobiernos de América, resulta alentador en un doble
sentido. En primer término, porque con ello los Jefes de Estado dejan reconocida, de
manera expresa, la existencia de una situación de urgencia que reclama la
cooperación interamericana, y en segundo lugar, porque siendo la razón fundamental
de la Reunión de Punta del Este el común propósito de dar un nuevo impulso al
desarrollo del Continente, se está aceptando implícitamente que esos bienes del
patrimonio cultural representan un valor económico y son susceptibles de erigirse en
instrumentos del progreso.
El acelerado proceso de empobrecimiento que vienen sufriendo una mayoría de
los países americanos como consecuencia del estado de abandono e indefensión en
que se encuentra su riqueza monumental y artística, demanda la adopción de
medidas de emergencia, tanto a nivel nacional como internacional, pero la eficacia
práctica de las mismas dependerá, en último término, de su adecuada formación
dentro de un plan sistemático de revalorización de los bienes patrimoniales en función
del desarrollo económico-social.
Las recomendaciones del presente informe van dirigidas en ese sentido y se ciñes
específicamente, a la adecuada conservación y utilización de los monumentos y
lugares de interés arqueológicos, histórico y artístico, de conformidad con lo que
dispones en el Capítulo V Esfuerzos Multinacionales Literal d) de la Declaración de
Presidentes de América.
No obstante precisa reconocer que, dada la íntima relación que guardan entre sí el
continente arquitectónico y el contenido artístico, resulta imprescindible extender la
debida protección a otros bienes muebles y objetos valiosos del patrimonio cultural a
fin de evitar que se sigan deteriorando y sustrayendo impunemente y de procurar,
asimismo, que contribuyan al logro de los fines perseguidos mediante su adecuada
exhibición de acuerdo con la moderna técnica museográfica.

II. CONSIDERACIONES GENERALES

1. La idea de espacio es inseparable del concepto de monumento, por lo que la tutela
del Estado puede y debe extenderse al contexto urbano, al ámbito natural que lo
enmarca y a los bienes culturales que encierra.
Pero puede existir una zona, recinto o sitio de carácter monumental, sin que ninguno
de los elementos que lo constituyen aisladamente considerados merezca esa
designación.
2. Los lugares pintorescos y otras bellezas naturales objeto de defensa y protección por parte del Estado, no son propiamente monumentos nacionales. La huella histórica o artística del hombre es esencial para conferir a un paraje o recinto determinado esa
categoría específica.
3. Cualquiera que fuese el valor intrínseco de un bien o las circunstancias que concurran a realzar su importancia y significación histórica o artística, el mismo no constituirá un monumento en tanto que no recaiga una expresa declaración del Estado en ese sentido. La declaración de monumento nacional implica su identificación y registro oficiales. A partir de ese momento el bien en cuestión quedará sometido al régimen de protección que señale la Ley.
4. Todo monumento nacional está implícitamente destinado a cumplir una función social. Corresponde al Estado hacer que la misma prevalezca y determinar, en los distintos casos, la medida en que dicha función social es compatible con la propiedad privada y el interés de los particulares.

III. EL PATRIMONIO MONUMENTAL Y EL MONUMENTO AMERICANO

1. Es una realidad evidente que América y en especial Iberoamérica, constituye una
región extraordinariamente rica en recursos monumentales. A los grandiosos
testimonios de las culturas precolombinas se agregan las expresiones monumentales,
arquitectónicas, artística e históricas del largo período colonial exuberante en
variedad de formas. Un acento propio, producto del fenómeno de aculturación,
contribuye a imprimir a los estilos importados el sentido genuinamente americano de
múltiples manifestaciones locales que los caracteriza y distingue. Ruinas
arqueológicas de capital importancia, no siempre accesibles o del todo exploradas, se
alternan con sorprendentes supervivencias del pasado; complejos urbanos y villas
enterradas, susceptibles de erigirse en centros del mayor interés y atracción.
2. No es menos cierto que gran parte de este patrimonio, se ha arruinado
irremediablemente en el curso de las últimas décadas o se encuentra hoy en trance
inminente de perderse. Múltiples factores han contribuido y siguen contribuyendo a
mermar las reservas de los bienes culturales de la mayoría de los países de
Iberoamérica, pero es necesario reconocer que la razón fundamental de la
destrucción progresivamente acelerada de ese potencial de riqueza, radica en la
carencia de una política oficial capaz de imprimir eficacia práctica a las medidas
proteccionistas vigentes y de promover la revalorización del patrimonio monumental
en función del interés público y para beneficio económico de la nación.
3. En los críticos momentos en que América se encuentra comprometida en un gran
empeño progresista que implica la explotación exhaustiva de sus recursos naturales y
la transformación progresiva de sus estructuras económico-sociales, los problemas
que se relacionan con la defensa, conservación y utilización de los monumentos,
sitios y conjuntos monumentales adquieren excepcional importancia y actualidad.
4. Todo proceso de acelerado desarrollo trae consigo la multiplicación de infraestructura y la ocupación de extensa áreas por instalaciones industriales y construcciones inmobiliarias que alteran y aún deforman por completo el paisaje, borrando las huellas y expresiones del pasado, testimonios de una tradición histórica de inestimable valor.
5. Gran número de ciudades de Iberoamérica que atesoraban en un ayer todavía
cercano un rico patrimonio monumental, muestra evidente de su pretérita grandeza,
templos, plazas, fuentes y callejas que en conjunto acentuaban su personalidad y
atractivo, han sufrido tales mutilaciones y degradaciones en su perfil arquitectónico
que lo hacen irreconocible. Todo ello en nombre de un malentendido y peor
administrado progreso urbano.
6. No es exagerado afirmar que el potencial de riqueza destruida con estos
irresponsables actos de vandalismo urbanístico en numerosas ciudades del
Continente, excede con mucho a los beneficios que para la economía nacional se
derivan de las instalaciones y mejoras de infraestructura con que pretenden
justificarse.

IV. LA SOLUCIÓN CONCILIATORIA

1. La necesidad de conciliar las exigencias del progreso urbano con la salvaguardia de
los valores ambientales, es ya hoy día una norma inviolable en la formulación de los
planes reguladores a nivel tanto local como nacional. En este sentido todo plan de
ordenación deberá realizarse en forma que permita integrar al conjunto urbanístico
los centros o complejos históricos de interés ambiental.
2. La defensa y valoración del patrimonio monumental y artístico no contraviene, teórica ni prácticamente, con una política de regulación urbanística científicamente desarrollada. Lejos de ello, debe constituir el complemento de la misma. Para la
confirmación de este criterio se transcribe el siguiente párrafo del Informe Weiss
presentado a la Comisión Cultural y Científica del Consejo de Europa (1963): “es
posible equipar a un país sin desfigurarlo: de preparar y servir al provenir sin destruir
el pasado. La elevación del nivel de vida debe limitarse a la realización de un
bienestar material progresivo: debe ser asociado a la creación de un cuadro de vida
digno del hombre”.
3. La continuidad del horizonte histórico y cultural de América, gravemente
comprometido por el entronizamiento de un proceso anárquico de modernización,
exigen la adopción de medidas de defensa, recuperación y revalorización del
patrimonio monumental de la región y la formulación de planes nacionales y
multinacionales a corto y largo plazo.
4. Precisa reconocer que los organismos internacionales especializados, han reconocido
la dimensión del problema y han venido trabajando con ahínco en los últimos años,
por lograr soluciones satisfactorias. América tiene a su disposición la experiencia
acumulada.
5. A partir de la “Carta de Atenas” de 1932, muchos han sido los Congresos
Internacionales que se han sucedido hasta conformar el actual criterio dominante.
Entre los que más han ahondado en el problema aportando recomendaciones
concretas figura el de la Unión Internacional de Arquitectos de Moscú (Moscú 1958);
el Congreso de la Federación Internacional de Vivienda y Urbanismo (Santiago de
Compostela 1961); que tuvo por lema el problema de los “conjuntos históricos”, El
Congreso de Venecia (Venecia 1964) y el más reciente del ICOMOS en Cáceres
(Cáceres 1967), que aportan a ese tema de tanto interés americano un punto de
vista eminentemente práctico.

V. VALORACIÓN ECONÓMICA DE LOS MONUMENTOS

1. Partimos del supuesto de que los monumentos de interés arqueológico, histórico y
artístico constituyen también recursos económicos al igual que las riquezas naturales
del país. Consecuentemente, las medidas conducentes a su preservación y adecuada
utilización no ya sólo guardan relación con los planes de desarrollo, sino que forman o
deben formar parte de los mismos.
2. En la más amplia esfera de las relaciones interamericanas, reiteradas
recomendaciones y resoluciones de distintos organismos del sistema llevaron
progresivamente el problema al más alto nivel de consideración: La reunión de los
Jefes de Estado (Punta del Este, 1967).
3. Es evidente que la inclusión del problema relativo a la adecuada preservación y
utilización del patrimonio monumental en la citada reunión, responde a las mismas
fundamentales razones que llevaron a los presidentes de América a convocarla: la
necesidad de dar a la Alianza para el Progreso un nuevo y más vigoroso impulso y de
ofrecer, a través de la cooperación continental, la mayor ayuda que demanda el
desarrollo de los países miembros de la OEA.
4. Lo anterior explica el empleo del término “utilización” que figura en el punto 2.A.
Capítulo V de la Declaración de los Presidentes:

Esfuerzos multinacionales
...
2. Encomendar a los organismos competentes de la OEA que:
d) Extiendan la cooperación interamericana a la conservación y utilización de los
monumentos arqueológicos, históricos y artísticos.
5. Más concretamente en la Resolución 2 de la Segunda Reunión Extraordinaria del
Consejo Interamericano Cultural, convocada a los únicos efectos de dar cumplimiento
a lo dispuesto en la Declaración de los Presidentes, dentro del área de competencia
del Consejo, se dice: ...”La extensión de la asistencia técnica y la ayuda financiera al patrimonio cultural de los Estados miembros, se llevará a cabo en función de su desarrollo económico y turístico.
6. En suma, se trata de movilizar los esfuerzos nacionales en el sentido de procurar
el mejor aprovechamiento de los recursos monumentales de que se disponga,
como medio indirecto de favorecer el desarrollo económico del país. El anterior
implica una tarea previa de planificación a nivel nacional: es decir, la evaluación
de los recursos disponibles y la formulación de proyectos específicos dentro de un
plan regulador general.
7. La extensión de la cooperación interamericana a ese aspecto del desarrollo lleva
implícito el reconocimiento de que el esfuerzo nacional no es por sí solo suficiente
para acometer un empeño que en la mayoría de los casos excede sus actuales
posibilidades. Es únicamente a través de la acción multinacional que muchos
Estados miembros, en proceso de desarrollo, pueden procurarse los servicios
técnicos y los recursos financieros indispensables.


VI. LA PUESTA EN VALOR DEL PATRIMONIO CULTURAL

1. El término “puesta en valor”, que tiende a hacerse cada día más frecuente entre
los expertos, adquiere en el ámbito americano una especial aplicación. Si algo
caracteriza este momento es, precisamente la urgente necesidad de utilizar al
máximo el caudal de sus recursos y es evidente que entre los mismos figura el
patrimonio monumental de las naciones.
2. Poner en valor un bien histórico o artístico equivale a habitarlo en las condiciones
objetivas y ambientales que, sin desvirtuar su naturaleza, resalten sus
características y permitan su óptimo aprovechamiento. La puesta en valor debe
entenderse que se realiza en función de un fin trascendente que en el caso de
Iberoamérica sería contribuir al desarrollo económico de la región.
3. En otras, palabras, se trata de incorporar a un potencial económico un valor
actual: de poner en productividad una riqueza inexplotada mediante un proceso
de revalorización que lejos de mermar su significación puramente histórica o
artística, la acrecienta, pasándola del dominio exclusivo de minorías eruditas al
conocimiento y disfrute de mayorías populares.
4. En síntesis, la puesta en valor del patrimonio monumental y artístico implica una
acción sistemática, eminentemente técnica dirigida a utilizar todos y cada no de
esos bienes conforme a su naturaleza, destacando y exaltando sus características
y méritos hasta colocarlos en condiciones de cumplir la nueva función a que están
destinados.
5. Precisa destacar que, en alguna medida, el área de emplazamiento de una
construcción de principal interés resulta comprometida por razón de vecindad
inmediata al monumento, lo que equivale a decir que, de cierta manera, pasará a
formar parte del mismo una vez que haya sido puesto en valor. Las normas
proteccionistas y los planes de revalorización tienen que extenderse, pues, a todo
el ámbito propio del monumento.
6. De otra parte, la puesta en valor de un monumento ejerce una beneficiosa acción
que se refleja sobre el perímetro urbano en que éste se encuentra emplazado y
aún desborda esa área inmediata, extendiendo sus efectos a zonas más distantes.
Ese incremento del valor real de un bien por acción refleja constituye una forma
de plusvalía que ha de tomarse en cuenta.
7. Es evidente, que en la medida en que un monumento atrae la atención del
visitante, aumentará la demanda de comerciantes interesados en instalar
establecimientos apropiados a su sombra protectora. Esa es otra consecuencia
previsible de la puesta en valor e implica la adopción previa de medidas
reguladoras que a la vez que facilitan y estimulan la iniciativa privada, impidan la
desnaturalización del lugar y la pérdida de las finalidades primordiales que se
persiguen.
8. De todo lo expuesto, se desprende que la diversidad de monumentos y
edificaciones de destacada interés histórico y artístico, ubicados dentro de un
núcleo de valor ambiental, se relacionan entre sí y ejercen un efecto multiplicador
sobre el resto del área que resultaría revalorizadas en conjunto como
consecuencia de un plan de puesta en valor y de saneamiento de sus principales
construcciones.


VII. LOS MONUMETNOS EN FUNCIÓN DE TURISMO
1. Los valores propiamente culturales no se desnaturalizan ni comprometen al vincularse con los interese turísticos y, lejos de ello, la mayor atracción que conquistan los monumentos y la afluencia creciente de admiradores foráneos, contribuyen a afirmar la conciencia de su importancia y significación nacionales. Un monumento restaurado adecuadamente, un conjunto urbano puesto en valor, constituyen no sólo una lección viva de historia sino un legítimo motivo de dignidad nacional. En el más vasto marco de las relaciones internacionales, esos testimonios del pasado estimulan los sentimientos de comprensión, armonía y comunidad espiritual aún entre pueblos que se mantienen rivales en política. Cuanto contribuya a exaltar los valores del espíritu por muy ajena que fuera la intención a los fines culturales, ha de derivar en beneficio de esta última. Europa debe al turismo, directa o indirectamente, la salvaguarda de una gran parte de su patrimonio cultural condenado a su completa e irremediable destrucción, y la sensibilidad contemporánea, más visual que literaria, tiene la oportunidad de enriquecerse con la contemplación de nuevos ejemplos de la
civilización occidental rescatados técnicamente gracias al poderoso estímulo turístico.
2. Si los bienes del patrimonio cultural juegan tan importante papel en la promoción del turismo, es lógico que las inversiones que se requieren para su debida restauración y habilitación dentro de su marco técnico especializado, deben hacerse
simultáneamente a las que reclama el equipamiento turístico, o mejor dicho, integrar
ambas en un solo plan económico de desarrollo regional.
3. La Conferencia de Naciones Unidas sobre Viajes Internacionales y Turismo (Roma
1963) no solamente recomendó que se diera una alta prioridad a las inversiones en
turismo dentro de los planes nacionales, sino que hizo resaltar que “desde el punto de
vista turístico, el patrimonio cultural, histórico y natural de las naciones, constituye
un valor sustancialmente importante”, y que, en consecuencia, urgía “la adopción de
adecuadas medidas dirigidas a asegurar la conservación y protección de ese
patrimonio”(Informe final Doc. 4). A su vez la Conferencia sobre Comercio y
Desarrollo de las Naciones Unidas (1964), recomendó a las agencias y organismos de
financiación, tanto gubernamentales como privados “ofrecer asistencia, en la forma
más apropiada, para obras de conservación, restauración y utilización ventajosa de
sitios arqueológicos, históricos y de belleza natural”. (Resolución Anexo A.IV.24).
Últimamente el Consejo Económico y Social del citado organismo mundial, después
de recomendar a la Asamblea General designar el año de 1967 como “año del
Turismo Internacional”, resolvió invitar a los organismos de las Naciones Unidas y a
las agencias especializadas, a que dieran “favorable” consideración a las solicitudes
de asistencia técnica y financiera de los países en desarrollo, a fin de acelerar en los
mismos el mejoramiento de sus recursos turísticos” (Resolución 1109-XL).
4. En relación con ese tema, que ha venido siendo objeto de especial atención por parte de la Secretaría General de la UNESCO, se ha llevado a cabo un exhaustivo estudio con la colaboración de un organismo, no gubernamental de gran prestigio, la Unión Internacional de las Organizaciones Oficiales de Turismo. Dicho estudio confirma los criterios expuestos y después de analizar las razones culturales, educativas y sociales que justifican el uso de la riqueza monumental en función del turismo, insiste en los beneficios económicos que se derivan de esa política para las áreas territoriales
correspondientes. Dos extremos de particular interés merecen ser destacados: a) la
afluencia turística que determina la apropiada revalorización de un monumento,
asegura la rápida recuperación del capital invertido para estos fines; b) la actividad
turística que se origina como consecuencia de la adecuada presentación de un
monumento y que de abandonarse determinaría su extinción, conlleva una profunda
transformación económica de la región en la que mismo se halla enclavado.
5. Dentro del Sistema Interamericano, además de las numerosas recomendaciones y
acuerdos que abundan en la importancia que debe concederse, tanto a nivel nacional
como regional al problema que implica el abandono en que se encuentra buena parte
del patrimonio cultural de los países del Continente, recientes reuniones
especializadas han abordado el tema específico de la función que los monumentos de
interés artístico e histórico tienen en el desarrollo de la industria turística. La
Comisión Técnica de Fomento del Turismo, en su Carta Reunión (julio-agosto 1967)
resolvió hacerse solidaria de las conclusiones adoptadas por la correspondiente
Comisión de Equipamiento Turístico entra las que figuran las siguientes:
“ Que los monumentos y otros bienes de naturaleza arqueológica, histórica y artística
pueden y deben ser debidamente preservados y utilizados en función del desarrollo
como incentivos esenciales de la afluencia turística”
“ Que en los países de gran riqueza patrimonial de bienes de interés arqueológico,
histórico y artístico, dicho patrimonio constituye un factor decisivo en su
equipamiento turístico y, en consecuencia, debe ser tomado en cuenta en la
formalización de los planes correspondientes”.
“ Que los intereses propiamente culturales y los de índole turística se conjugan en
cuanto concierne a la debida preservación y utilización del patrimonio monumental y
artístico de los pueblos de América, por lo que se hace aconsejable que los
organismos y unidades técnicas de una y otra área de la actividad interamericana
trabajen en ese sentido de forma coordinada”.
6. Desde el punto de vista exclusivamente turístico, los monumentos son parte del
“equipo” de que se dispone para desarrollar esa industria en una región, pera en
la medida en que dicho monumento puede servir al uso a que se destina,
dependerá no ya sólo de su valor intrínseco, es decir, de su significación o interés
arqueológico, histórico o artístico sino de las circunstancias adjetivas que
concurran en el mismo y faciliten su adecuada utilización. De ahí que las obras de
restauración no sean siempre suficientes por sí solas para que un monumento
pueda ser explotado entrando a formar parte del equipo turístico de una región.
Puede ser igualmente necesarias la realización de otras obras de infraestructura,
tales como un camino que facilite el acceso al monumento o un albergue que
aloje a los visitantes al término de una jornada de viaje. Todo ello manteniendo el
carácter ambiental de la región.
7. Las ventajas económicas y sociales del turismo monumental figuran en las más
modernas estadísticas, especialmente en las de aquellos países europeos que
deben su actual prosperidad al turismo internacional y que cuentan entre sus
principales fuentes de riqueza con la reserva de bienes culturales.

VIII. EL INTERÉS SOCIAL Y LA ACCIÓN CÍVICA.

1. Es presumible que los primeros esfuerzos dirigidos a revalorizar el patrimonio
monumental encuentren una amplia zona de resistencia dentro de la órbita de los
intereses privados. Años de abandono oficial y un impulsivo afán de renovación
que caracteriza a las naciones en proceso de desarrollo, contribuyen a hacer
cundir el menosprecio por todas las manifestaciones del pasado que no se ajustan
al molde ideal de un moderno estilo de vida. Carentes de la suficiente formación
cívica para juzgar el interés social como una expresión decantada del propio
interés individual, incapaces de apreciar lo que más conviene a la comunidad
desde el lejano punto de observación del bien público, los habitantes de una
población contagiada de la “fiebre del progreso” no pueden medir las
consecuencias de los actos de vandalismo urbanístico que realizan alegremente
con la indiferencia o complicidad de las autoridades competentes.
2. Del seno de cada comunidad puede y debe surgir la voz de alarma y la acción
vigilante y previsora. El fomento de agrupaciones cívicas pro-defensa del
patrimonio, cualquiera que fuese su denominación y composición, ha dado
excelentes resultados, especialmente en localidades que no disponen aún de
regulación urbanística y donde la acción protectora a nivel nacional resulta débil o
no siempre eficaz.
3. Nada puede contribuir mejor a la toma de conciencia que se busca, que la
contemplación del ejemplo propio. Una vez que se aprecian los resultados de
ciertas obras de restauración y rehabilitación de edificios, plazas y lugares, suele
operarse una favorable reacción ciudadana que paraliza la acción destructora y
permite la consecución de objetivos más ambiciosos.
4. En cualquier caso, la colaboración espontánea y múltiple de los particulares en los
planes de puesta en valor del patrimonio histórico y artístico, es absolutamente
imprescindible, muy en especial, en las pequeñas comunidades. De ahí que en la
preparación de dichos planes deba tenerse en cuenta la conveniencia de realizar
un programa puente de educación cívica, desarrollado sistemática y
simultáneamente junto a la ejecución del proyecto.

IX LOS INSTRUMENTOS DE LA PUESTA EN VALOR

1. La adecuada utilización de los monumentos de máximo interés histórico y artístico
implica, en primer lugar, la coordinación de las iniciativas y esfuerzos de carácter
cultural y económico-turísticos. En la medida que esos intereses coincidentes se
aúnen e identifiquen los resultados perseguidos los resultados serán más
satisfactorios.
2. Esa necesaria coordinación no puede tener lugar si no existen en el país en
cuestión las condiciones legales y los instrumentos técnicos que la hagan posible.
3. Dentro del marco cultural, son requisitos previos a cualquier propósito oficial
dirigido a revalorizar su patrimonio monumental contar con una legislación oficial,
una organización técnica y una planificación también a nivel nacional.
4. La integración de los proyectos culturales y económicos debe producirse a nivel
nacional como paso previo a toda gestión de asistencia o cooperación exterior.
Esta. Tanto en el orden técnico como financiero, es el complemento del esfuerzo
nacional. A los Gobiernos de los distintos Estados Miembros toca la iniciativa: a los
países corresponde la tarea previa de formular sus proyectos e integrar éstos en
los planes generales para el desarrollo. Las medidas y procedimientos que a
continuación se recomiendan van dirigidos hacia esos fines.
Recomendaciones (a nivel nacional)
1. Los proyectos de puesta en valor del patrimonio monumental forman parte de los
planes de desarrollo nacional y, en consecuencia, deben integrarse en los mismos.
Las inversiones que se requieren para la ejecución de dichos proyectos deben
hacerse simultáneamente a las que reclaman el equipamiento turístico de la zona
o región objeto de reevaluación.
2. Corresponde al Gobierno dotar al país de las condiciones que pueden hacer
posible la formulación y ejecución de proyectos específicos de puesta en valor
3. Son requisitos indispensables a los anteriores:
Reconocimiento de una alta prioridad a los proyectos de puesta en valor de la riqueza monumental dentro del Plan Nacional para el Desarrollo.
Legislación adecuada o, en su defecto, otras disposiciones gubernativas que faciliten el proyecto de puesta en valor haciendo prevalecer en todo momento el interés público.
Dirección coordinada del proyecto a través de un Instituto idóneo capaz de centralizar la ejecución del mismo en todas sus etapas.
Designación de un equipo técnico que pueda contar con la asistencia exterior durante la formulación de los proyectos específicos durante su ejecución.
4. La puesta en valor de la riqueza monumental sólo puede llevarse a efecto dentro
de un marco de acción planificada; es decir, conforme a un plan regulador de
alcance nacional o regional. En consecuencia, es imprescindible la integración de
los proyectos que se promuevan con los planes reguladores existentes en la
ciudad, o región de que se trate. De no existir dichos planes se procederá a
establecerlos en forma consecuente.
5. La necesaria coordinación de los intereses propiamente culturales relativos a los
monumentos o a los conjuntos ambientales y los de índole turística, deberá
producirse en el seno de la dirección coordinada del proyecto tal y como se ha
especificado anteriormente, como paso previo a toda gestión de asistencia técnica
o de ayuda financiera exterior.
6. La cooperación de los interese privados y el respaldo de la opinión pública es
imprescindible para la realización de todo proyecto de puesta en valor.
En este sentido debe tenerse en cuenta durante la formulación del mismo, el
desarrollo de una campaña cívica que favorezca la formación de una conciencia
pública.
Recomendaciones (a nivel internacional)
1. Reiterar la conveniencia de que los países de América se adhieran a la “Carta de
Venecia” como norma mundial en materia de preservación de sitios y monumentos
históricos, sin prejuicio de adoptar cuantos otros compromisos y acuerdos se hagan
recomendables dentro del Sistema Interamericano.
2. Extender el concepto generalizado de monumento a las manifestaciones propias de la cultura de los siglos XIX y XX.
3. Vincular a la necesaria revalorización del patrimonio monumental y artístico de las
naciones de América a otros países extracontinentales y, de manera muy especial a
España y Portugal, dada la participación histórica de ambos en la formación de dicho
patrimonio y dada también, la comunidad de valores culturales que los mantienen
unidos a los pueblos de ese Continente.
4. Recomendar a la Organización de Estados Americanos, extender la cooperación que
ha convenido prestar a la revalorización de los monumentos de interés arqueológico,
histórico y artístico a otros bienes del patrimonio cultural que constituyen los fondos
propios de museos y archivos, así como también el acervo sociológico del folklore
nacional.
5. Para la restauración se hace absolutamente necesario, antes de acometer un
proyecto de esta índole, el trabajo previo de investigación histórica. Dado que España
conserva en sus archivos abundante material de planos sobre las ciudades de
América; fortalezas y gran número de edificios, junto con una copiosísima
documentación oficial, y dado que la catalogación de esos imprescindibles
documentos se halla detenida en fecha anterior a la de la gran mayoría de las
construcciones coloniales, lo que dificulta en extremo su utilización; se hace
altamente recomendable que la Organización de Estados Americanos coopere con
España en la labor de actualizar y facilitar las investigaciones en los archivos
españoles, y especialmente en el de Indias de Sevilla.
6. Recomendar que se redacte un nuevo instrumento hemisférico que sustituya al
“Tratado de Muebles de Valor Histórico”(1935), capaz de proteger en forma más
amplia y efectiva a esa parte importantísima del patrimonio cultural del Continente de
los múltiples riesgos que la amenazan.
7. Mientras lo anterior no se lleve a cabo, se recomienda que el Consejo Interamericano Cultural resuelva, en su próxima reunión, recabar de todos los Estados Miembros, la adopción de medidas de emergencia capaces de eliminar los riesgos del comercio ilícito de piezas del patrimonio cultural y que active la devolución de las mismas al país de origen, una vez probada su exportación clandestina o adquisición ilegal.
8. Teniendo presente que la escasez de recursos humanos constituye un grave
inconveniente para la realización de planes de puesta en valor se hace altamente
recomendable proveer lo necesario para la creación de un centro o instituto
especializado en materia de restauración de bienes muebles mediante el
fortalecimiento de los existentes y la creación de otros nuevos.
9. Sin perjuicio de lo anterior y a fin de satisfacer de inmediato tan imperiosas
necesidades, se recomienda a la Secretaría General de la OEA utilizar las facilidades
que brindan sus actuales programas de Becas y Capacitación Extracontinental y,
también celebrar con en Instituto de Cultura Hispánica, al amparo del acuerdo de
cooperación técnica OEA-España y con el Centro Regional Latinoamericano de
Estudios para la Conservación y restauración de Bienes Culturales de México, sendos
acuerdos de colaboración.
10. Toda vez que se hace necesario intercambiar experiencias sobre los problemas
propios de América y conviene mantener una adecuada unidad de criterios en la
materia, se recomienda reconocer a la Agrupación de Arquitectos Especializados en
Restauración de Monumentos, con sede provisional en el Instituto de Cultura
Hispánica de Madrid, y propiciar su instalación definitiva en cada uno de los Estados
Miembros.
Medidas legales
1. Es necesario actualizar la legislación proteccionista vigente en los Estados
Americanos, a fin de hacer su aplicación eficaz para los fines que se persiguen.
2. Es necesario revisar las regulaciones locales que rigen en materia de publicidad, al
objeto de controlar toda forma publicitaria que tienda a alterar las características
ambientales de las zonas urbanas de interés histórico.
3. A los efectos de la legislación proteccionista, el espacio urbano que ocupan los
núcleos o conjuntos monumentales y de interés ambiental deben delimitarse como
sigue:
Zona de protección rigurosa, que corresponderá a la mayor densidad monumental o ambiental.
Zona de protección o respeto, con una mayor tolerancia.
Zona de protección del paisaje urbano, a fin de procurar una integración de la misma con la naturaleza circundante.
4. Al actualizar la legislación vigente, los países deberán tener en cuenta la plusvalía que adquieren los bienes inmuebles incluidos dentro de la zona de puesta en valor, así
como en alguna medida en los aledaños.
5. También debe tenerse en cuenta la posibilidad de estimular la iniciativa privada
mediante la implantación de un régimen de exenciones fiscales en los edificios que se
restauren con capital particular y dentro de las regulaciones que establezcan los
organismos competentes. Desgravaciones de tipo fiscal pueden establecerse,
también, como compensación a las limitaciones impuestas a la propiedad particular
por motivos de utilidad pública.
Medidas técnicas
1. La puesta en valor de un monumento o conjunto urbano de interés ambiental es el
resultado de un proceso eminentemente técnico y, en consecuencia, su tratamiento
oficial debe estar confiado directamente a una dependencia de carácter especializado
que centralice todas las actividades.
2. Cada proyecto de puesta en valor constituye un problema específico y requiere una
solución también específica.
3. La colaboración técnica de los expertos en las distintas disciplinas que han de
intervenir en la ejecución de un proyecto, es absolutamente esencial. De la acertadas
coordinación de los especialistas habrá de depender en buena medida del resultado
final.
4. La prioridad de los proyectos queda subordinada a la estimación de los beneficios
económicos que de su ejecución se derivarían para una región dada. Pero en todo lo
posible debe tenerse en cuenta la importancia intrínseca de los bienes objeto de
restauración y la situación de emergencia en que los mismos se encuentran.
5. En general, todo proyecto de puesta en valor envuelve problemas de carácter
económico, histórico, técnico y administrativo. Los problemas técnicos de
conservación, restauración y reconstrucción varían según la índole del bien, los
monumentos arqueológicos, por ejemplo, exigen la colaboración de especialistas en la
materia.
6. La naturaleza y alcance de los trabajos que se deben realizar en un monumento
exigen decisiones previas, producto del exhaustivo examen de las condiciones y
circunstancias que concurren en el mismo. Decidida la clase de intervención a la que
habrá de ser sometido el monumento, los trabajos subsiguientes deberán continuarse
con absoluto respeto a lo que evidencia muestra o a los documentos auténticos en los
que la restauración se basa.
7. En los trabajos de revalorización de zonas ambientales, precisa la previa definición de sus límites y valores.
8. La puesta en valor de una zona histórica ambiental, ya definida y evaluada implica:
a) Estudio y determinación de su uso eventual y de las actividades que en la misma
habrán de desarrollarse.
b) Estudio de la magnitud de las inversiones y de las etapas necesarias hasta ultimar los trabajos de restauración y conservación, incluyendo las obras de infraestructura y
adaptaciones que exija el equipamiento turístico para su puesta en valor.
c) Estudio analítico del régimen especial al que la zona quedará sometida, a fin de que
las construcciones existentes y las nuevas puedan ser controladas de forma eficaz.
d) La reglamentación de las zonas adyacentes al núcleo histórico, debe establecer
también la normativa con relación al uso de la tierra, la densidad, la relación
volumétrica como factor determinante del paisaje urbano y natural.
e) Estudio de la magnitud de las inversiones necesarias para el saneamiento de la zona.
f) Estudio de las medidas de prevención necesarias para el debido mantenimiento
constante de la zona que se trata de poner en valor.
9. La limitación de los recursos disponibles y el necesario adiestramiento de los equipos
técnicos requeridos por los planes de puesta en valor, hacen aconsejable, la previa
formulación de un proyecto piloto en el lugar en el que mejor se conjuguen los
intereses económicos y las facilidades técnicas.
10. La puesta en valor de un núcleo urbano de interés histórico ambiental de extensión
que exceda de las posibilidades económicas inmediatas, puede y debe proyectarse
en dos o más etapas que se ejecutarán progresivamente de acuerdo con las
conveniencias del equipamiento turístico, bien entendido que el proyecto debe
concebirse en su totalidad, sin que se interrumpan o aplacen los trabajos de
catalogación, investigación o inventario.

LISTA DE TECNICOS PARTICIPANTES
Guillermo de Zéndegui, Secretario Técnico de la Reunión; Renato Soeiro; Carlos M. Larrea; José Ma. Vargas; Agustín Moreno; Oswaldo de la Torre; Earle W. Newton; José M. Glez.-Valcárcel; Carlos Flores Marini; Manuel E. del Monte; Manuel del Castillo Negrete; Benjamín Carrión; Hernán Crespo; Filoteo Samaniego; Carlos Zevallos: Miguel A. Vasco; Christopher Tunnard; Jorge Luján M.; Fernando Silva-Santisteban; Graziano Gasparini; Instituto Panamericano de Geografía e Historia-Representados por Lidia C. de Camacho.