Señor Director:
En estos días, como consecuencia de la tragedia que hirió en lo más profundo el corazón mismo del Valparaíso patrimonial, han arreciado las opiniones críticas que se refieren a la realidad extremadamente aflictiva que vive nuestro patrimonio arquitectónico y urbano, situación que parece ser reconocida solamente en ocasiones tan lamentables como la que nos convoca.
Al respecto, cabe recordar que hay un solo aspecto que ninguna tragedia ni fenómeno natural han logrado doblegar jamás: la inconmovible voluntad de una gran mayoría de las autoridades del ámbito político y económico de nuestro país, quienes históricamente se han constituido como un verdadero e insalvable escollo para el reconocimiento y debido resguardo de nuestros valores patrimoniales.
JORGE ATRIA LANNEFRANQUE
Vicepresidente de Icomos Chile
Cartas al Director
Diario El Mercurio de Santiago,
Santiago de Chile,
Miércoles 14 de febrero de 2007
febrero 15, 2007
febrero 12, 2007
DESASTRE PATRIMONIAL.Calle Serrano: La Zona Cero de Valparaíso

"La calle Serrano es señalada por la crónica histórica como una arteria adelantada por distintos motivos. Fue la primera calle del Plan de la ciudad de Valparaíso, la primera pavimentada y la primera en que se instaló luz de mercurio. Incluso, en ella debutó el sistema del alumbrado público a gas, paradójicamente el mismo combustible que la convertiría en protagonista de una trágica efeméride 150 años más tarde.El sábado 3 de febrero, la explosión que destruyó cuatro edificios en la centenaria calle Serrano de Valparaíso significó, una vez más, la merma del capital patrimonial de la ciudad-puerto. El accidente, aparte de conmocionar por la pérdida de vidas humanas, sirvió para que la opinión pública se diera cuenta de la frágil situación de nuestro patrimonio. Una realidad que, en todo caso, se puede encontrar en varios otros ejemplos a lo largo del país que, tal vez por ser menos dramáticos y por ello más silenciosos mediáticamente, han pasado inadvertidos.Una de las inquietudes que surgieron, a raíz de esta tragedia, era saber qué es lo que se estaba haciendo para mantener todos aquellos sitios y bienes de Valparaíso que se hicieron merecedores en 2003 del título de Patrimonio de la Humanidad por parte de la Unesco. Y saber si cabía la posibilidad de que, después de pérdidas como las de la calle Serrano, pudiera perderse dicha categoría.Sobre esta última inquietud las autoridades ligadas al tema patrimonial dicen que no hay posibilidad de perder dicho título una vez que ha sido entregado. Lo que sí puede pasar es que, a causa de negligencias y de mala mantención, Valparaíso se gane un nuevo título: el de patrimonio en peligro.Al rescate de SerranoEn relación al caso de la calle Serrano, lo cierto es que ya estaban en marcha iniciativas destinadas a la recuperación patrimonial. Una de ellas estaba a cargo del Servicio de Cooperación Técnica, Sercotec, una filial de la Corfo que trabaja en el mejoramiento de las pequeñas y micro empresas. En tal sentido, el trabajo de Sercotec, que ha recibido financiamiento de la Unión Europea, tenía en la mira el carácter comercial de la calle Serrano. De este modo, a fines de 2005 y buena parte de 2006, Sercotec se dedicó a elaborar dos estudios destinados a revitalizar el barrio y a buscar modos de intervención amables con su carácter histórico y de estrecha colaboración con sus comerciantes. Los estudios significaron el levantamiento y catastro de varios inmuebles, 12 en total, entre los que se encontraban el Hotel Garden y el siniestrado edificio Subercaseaux. Datos que ahora han servido enormemente para el trabajo que se ha hecho en la zona actualmente frente a la crisis.El proyecto también buscaba generar una norma de aplicación para letreros, fachadas y vitrinas, utilizando ejemplos internacionales de otras ciudades con perfil patrimonial. Y proponer un sistema de cableado subterráneo junto con el mejoramiento de sus veredas y calzadas.Luego del desastre del sábado 3 (que dejó un saldo de 31 inmuebles con daños graves, más 5 con colapso estructural), el sector de Serrano entre Plaza Echaurren y Plaza Sotomayor pasó a denominarse "zona prioritaria" y, bajo la petición del gobierno, se comenzó a diseñar un programa especial destinado a apoyar a los comerciantes del lugar con la ayuda conjunta del SII y de la Tesorería General de la República. El plan ya está listo y se comenzará a aplicar a partir de mañana con una serie de medidas destinadas a aliviar, en términos de trámites, a los comerciantes en casos como, por ejemplo, la pérdida de sus documentos y libros contables.Otra de las iniciativas de recuperación de la zona estaba en manos de Valpo Mío, entidad dependiente de la Subsecretaría de Desarrollo Regional (Subdere) y que es algo así como el proyecto heredero del Plan Valparaíso que había en 2002. Dicha entidad, también conocida como Programa de Recuperación y Desarrollo Urbano de Valparaíso, se adjudicó en enero de 2006 un crédito de 25 millones de dólares del BID, más un aporte de 48 millones de dólares del fisco, con el fin de poner en práctica un plan global de reactivación cultural, social y económica para Valparaíso en un proceso de 5 años. Una de las aristas del programa tiene que ver con el rescate patrimonial y justamente, en relación a dicho tema, ya habían comenzado a actuar en el Barrio Puerto y, específicamente, en la calle Serrano, con un catastro de las instalaciones eléctricas. Esto, debido a que las antiguas instalaciones eléctricas son consideradas como potenciales causantes de incendios y, por ende, como posibles agentes de destrucción de los lugares históricos. El estudio que realizó Valpo Mío contempló una muestra de 83 inmuebles, de los cuales 40 pertenecían a la calle Serrano. Y en sectores como el de esta calle, en la que se mezcla el uso residencial con el comercio, los porcentajes de riesgo alcanzaron un 84 por ciento, lo que exigía un cambio prácticamente total de las instalaciones.De hecho, del siniestrado Palacio Subercaseaux el estudio había arrojado como resultado, basándose en la revisión de las catorce unidades existentes en el edificio (entre comerciales y residenciales), que las instalaciones del inmueble realizadas por los usuarios no contaban con una adecuada conexión a tierra, no tenían protección diferencial, la canalización del cableado era altamente deficiente, no cumplía con la norma y existía un sobre consumo respecto a la capacidad instalada.Lo que naturalmente seguía a este estudio era la renovación y reparación de las instalaciones eléctricas, una labor para la cual se estaba en conversaciones con Chilquinta.Ahora, luego del impensado accidente con gas, Valpo Mío ha tenido que reorientar su programa. La petición del alcalde Cornejo fue que designaran un área especial de intervención, la que quedó marcada entre Plaza Aduana y Plaza Sotomayor, un perímetro que obviamente abarca la calle Serrano. Además, está la propuesta del alcalde de comprar los terrenos de los edificios siniestrados, con el fin de evitar el clásico problema que afecta a los privados que se ven sumidos en la desidia al no recibir mayores incentivos para reconstruir y al verse amarrados, al mismo tiempo, por las restricciones constructivas que impone un lugar patrimonial. Un ejemplo de esta desidia es lo que palpablemente se ha visto con el edificio Luis Cousiño, apodado con la decidora chapa de La Ratonera, que ha sufrido el abandono y desmantelamiento total y que ha obligado al municipio a su adquisición, previa aprobación de la Contraloría.En el caso de la adquisición de los terrenos de Serrano se espera la pronta aprobación en una reunión de directorio, en donde tomará parte el propio alcalde junto a los representantes de la Subsecretaría de Desarrollo Regional y de la Dirección de Presupuesto del Ministerio de Hacienda.Paulina Kaplán, de la oficina de gestión patrimonial de la Municipalidad de Valparaíso, ha dado a conocer que ahora está en marcha una licitación para producir un Plan Director (cuyos resultados estarían en marzo) que será el encargado de dar los lineamientos a seguir para proteger, restaurar y conservar a Valparaíso en su calidad de ciudad patrimonial. Sin embargo, llama la atención que este plan recién se vaya a confeccionar ahora y que no haya existido al momento de la postulación de la ciudad-puerto a la lista de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.José de Nordenflycht, actual presidente de Icomos Chile (ONG dedicada a la conservación patrimonial y que ha actuado como de veedor en algunas postulaciones ante la Unesco), señala que idealmente tendría que haber existido un Plan Director o Maestro antes de la declaratoria de Patrimonio de la Humanidad: "Si el gobierno de Chile logra inscribir el sitio y la Unesco acepta inscribirlo en las condiciones en que estaba, es una responsabilidad compartida. Ahora bien, la Unesco muchas veces ha dado el visto bueno a inscripciones en las que no estaba el apoyo claramente establecido. Y si vamos más atrás es mucho más claro."Entonces cabe la pregunta de qué era lo que había. En concreto, con lo que se contaba era con compromisos y promesas en relación a lo que se necesitaba hacer en Valparaíso y, en el dossier de postulación a la Unesco (en el que aparece destacada la calle Serrano entre los sitios a resguardar), se hablaba de supuestas medidas que ya se habían emprendido, como subsidios para el mejoramiento de fachadas y la preparación de un manual de intervenciones en áreas públicas.Consultada sobre el tema, Kaplan dice que en 2003 lo más parecido a directrices de acción patrimonial, preexistentes a la postulación, eran los instructivos de zona típica, los criterios de intervención urbana (del Seremi-Minvu) y la zona de conservación histórica del plano regulador. Directrices que dificultan cualquier acción debido a que cada una posee diferentes terminologías para abordar lo mismo. Se espera que el Plan Director unifique y homologue todas esas normativas.Sin orientaciónLo que se concluye, entonces, es que nunca existió algo como un Plan Director y la prueba más fehaciente de ello es la licitación que se ha realizado ahora último para confeccionarlo. Por ello, el anunciado aporte de la propia Unesco, que echará mano a un fondo de emergencia para donar 150 mil dólares destinados a la identificación de los riesgos patrimoniales de Valparaíso, puede ser visto como un pequeño gesto para limpiar culpas de aquella festejada declaratoria de Patrimonio de la Humanidad de 2003 que, en realidad, no contaba con las condiciones reales para administrarla.Cuatro años después ya no hay fuegos de artificio, como los que celebraron la declaratoria, sino ruinas y un país que recién comienza a darse cuenta de la responsabilidad que pesa sobre sus hombros.La PlanchadaFue a propósito de la Guerra del Pacífico que la calle Planchada cambió su nombre a Serrano, en homenaje al teniente Ignacio Serrano, quien comandó al segundo grupo de marinos chilenos que abordó el Huáscar, detrás de Prat.Construida en 1692, se convirtió en la primera calle en el Plan, cuando el puerto se dibujaba más bien como una aldea repartida entre los cerros. Era la plataforma baja que tuvo el Castillo San José (actual Museo Lord Cochrane). Desde ella, la ciudad fue creciendo hacia el oriente, viendo cómo se instalaban en ella bodegas de distintas firmas comerciales. Recién a principios del siglo XIX, comienza a tomar un cariz residencial con la construcción de grandes mansiones, que convivían con su perfil ligado al comercio. Joshua Wadington, uno de los hombres más acaudalados de su época (y responsable de estudiar el tema del alumbrado público a gas) levantó en la misma calle una suntuosa residencia. El Senador de la República, don Guillermo Rivera, también la eligió para construir su opulenta residencia, un palacio que todavía subsiste.En 1811, se habían instalado en ella más de treinta casas comerciales como tiendas, hoteles, agencias, locales de comida y otras. En su historia comercial han existido importantes negocios como la Ferretería Karlezi, el Gremio Marino, la librería Universo, el emporio Ansaldo y la tienda Monza, donde era cliente don Jorge Alessandri Rodríguez y el poeta Pablo Neruda. De la década de 1950 siguen funcionando la Casa Ibarra, la Casa Fernández, la vidriería Andina, confecciones Fénix de Cosma y Cía. y la panadería Serrano (junto al ascensor del Cerro Cordillera), que resultó levemente dañada con la explosión del pasado sábado 3."
por Javier Rojahelis
El Mercurio de Santiago
Domingo 11 de febrero de 2007
por Javier Rojahelis
El Mercurio de Santiago
Domingo 11 de febrero de 2007
febrero 09, 2007
Especialistas en Patrimonio Polar Debaten sobre Proyectos de Conservación
"No cabe duda que el territorio antártico cobra cada vez más importancia. No sólo por la problemática del calentamiento global o por ser la mayor reserva mundial de agua dulce, sino porque poco a poco se transforma en un destino turístico de lujo.
Es por ello que miembros del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS) de Australia, Argentina y Chile se dan cita(miércoles 07 y jueves 08 de febrero) en la Católica de Valparaíso para debatir en torno a la preservación del patrimonio histórico de la Antártica, en el primer encuentro regional de representantes del International Polar Heritage Comittee (IPHC) del Hemisferio Sur.
Para José de Nordenflycht, presidente del Comité Chileno de ICOMOS y docente de la PUCV, la reunión tiene dos grandes objetivos. Por un lado busca analizar las amenazas y riesgos que enfrentan los bienes culturales del “continente blanco”, y por otro, crear y fortalecer una red de especialistas en el área. Además, se espera elaborar una agenda de proyectos de investigación, gestión y conservación del patrimonio polar en las zonas antárticas.
El IPHC o Comité internacional para el patrimonio histórico polar es una fuente de información sobre las cuestiones relacionadas con el patrimonio humano de las regiones árticas y antárticas. El programa se ofrece a todas las personas que se interesan en la preservación y la protección de la historia de la exploración, la investigación y la explotación en las regiones polares.
Cabe destacar que el período 2007-2008 ha sido declarado como el Año Polar Internacional 2007-2008 (International Polar Year, IPY), como iniciativa de investigación coordinada a escala internacional. Su celebración coincide con el 125 aniversario del Primer Año Polar Internacional (1887-1888), el 75 aniversario del Segundo Año Polar Internacional (1932-1933) y el 50 Aniversario del Año Geofísico Internacional (1957-1958), que condujo al establecimiento del Tratado Antártico."
fuente: www.pucv.cl
Es por ello que miembros del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS) de Australia, Argentina y Chile se dan cita(miércoles 07 y jueves 08 de febrero) en la Católica de Valparaíso para debatir en torno a la preservación del patrimonio histórico de la Antártica, en el primer encuentro regional de representantes del International Polar Heritage Comittee (IPHC) del Hemisferio Sur.
Para José de Nordenflycht, presidente del Comité Chileno de ICOMOS y docente de la PUCV, la reunión tiene dos grandes objetivos. Por un lado busca analizar las amenazas y riesgos que enfrentan los bienes culturales del “continente blanco”, y por otro, crear y fortalecer una red de especialistas en el área. Además, se espera elaborar una agenda de proyectos de investigación, gestión y conservación del patrimonio polar en las zonas antárticas.
El IPHC o Comité internacional para el patrimonio histórico polar es una fuente de información sobre las cuestiones relacionadas con el patrimonio humano de las regiones árticas y antárticas. El programa se ofrece a todas las personas que se interesan en la preservación y la protección de la historia de la exploración, la investigación y la explotación en las regiones polares.
Cabe destacar que el período 2007-2008 ha sido declarado como el Año Polar Internacional 2007-2008 (International Polar Year, IPY), como iniciativa de investigación coordinada a escala internacional. Su celebración coincide con el 125 aniversario del Primer Año Polar Internacional (1887-1888), el 75 aniversario del Segundo Año Polar Internacional (1932-1933) y el 50 Aniversario del Año Geofísico Internacional (1957-1958), que condujo al establecimiento del Tratado Antártico."
fuente: www.pucv.cl
febrero 05, 2007
DOLO(R) PATRIMONIAL
En el ámbito patrimonial cultural -así como en el natural- el impacto cero no existe.
Por lo que las amenazas y riesgos son consubstanciales a su estado permanente de obsolescencia.
Así lo único que podemos hacer, incluso los conservacionistas más ortodoxos, es administrar el deterioro.
Esto está claro desde hace más de cuarenta años en el debate internacional sobre las condiciones de puesta en valor del patrimonio, que ha sancionado la fórmula de conservar antes que restaurar.
Fórmula que no es otra que la invocación del viejo adagio “prevenir antes que curar”
Bajo esa lógica resulta absolutamente necesario la existencia de un diagnóstico sobre cada uno de los inmuebles que están potencialmente bajo riesgos de pérdida total que amenazan el sitio inscrito por el Estado de Chile en la lista de patrimonio mundial de la UNESCO denominado "Barrios Históricos de la Ciudad Puerto de Valparaíso".
Es el Estado de Chile quien libremente quiso en su día asumir el deber de administrar este bien cultural, legitimándolo en la valoración de la comunidad internacional.
El problema es que si se pensó que el patrimonio iba a pasar de externalidad negativa a positiva, considerado como un problema más a revertirse en solución -producto de la lógica de la economía urbana neoliberal-, se estaba hipotecando el fin por un medio con unas consecuencias que las tenemos dramáticamente a la vista.
Las explicaciones y el deslinde de culpabilidades sobre el reciente incendio que asolo tres inmuebles de nuestra ciudad corresponderán a la justicia, mediante las anunciadas querellas de la administración local sobre la empresa de servicio que se presume como culpable.
Por cierto que la mitigación del dolor sobre las víctimas supera hoy nuestra metafísica colectiva como vecinos y ciudadanos de Valparaíso.
Sin embargo habrá que estar atentos al proceso de mitigación de este dolo, a partir de las intervenciones que se proyecten para la puesta en valor de unas piezas urbanas claves en el reconocimiento de las características universales excepcionales de Valparaíso.
Toda tragedia es inevitable, eso lo sabían muy bien los antiguos griegos.
Por lo mismo resulta muy complicado, y una falta de consideración con el dolor del otro, insistir en lo que se hizo o se dejó de hacer para evitar una tragedia.
Sin embargo, y eso también lo sabían los mismos griegos, toda tragedia debe ser relatada impenitentemente, una y otra vez, como para que el destino infausto de los otros se incorpore en la construcción del futuro de nosotros.
Por lo que debemos concentrarnos en lo que deberíamos considerar para ese futuro, el que -aunque le sorprenda a varios- es la correcta conjugación del tiempo patrimonial.
José de Nordenflycht
Presidente ICOMOS Chile
Por lo que las amenazas y riesgos son consubstanciales a su estado permanente de obsolescencia.
Así lo único que podemos hacer, incluso los conservacionistas más ortodoxos, es administrar el deterioro.
Esto está claro desde hace más de cuarenta años en el debate internacional sobre las condiciones de puesta en valor del patrimonio, que ha sancionado la fórmula de conservar antes que restaurar.
Fórmula que no es otra que la invocación del viejo adagio “prevenir antes que curar”
Bajo esa lógica resulta absolutamente necesario la existencia de un diagnóstico sobre cada uno de los inmuebles que están potencialmente bajo riesgos de pérdida total que amenazan el sitio inscrito por el Estado de Chile en la lista de patrimonio mundial de la UNESCO denominado "Barrios Históricos de la Ciudad Puerto de Valparaíso".
Es el Estado de Chile quien libremente quiso en su día asumir el deber de administrar este bien cultural, legitimándolo en la valoración de la comunidad internacional.
El problema es que si se pensó que el patrimonio iba a pasar de externalidad negativa a positiva, considerado como un problema más a revertirse en solución -producto de la lógica de la economía urbana neoliberal-, se estaba hipotecando el fin por un medio con unas consecuencias que las tenemos dramáticamente a la vista.
Las explicaciones y el deslinde de culpabilidades sobre el reciente incendio que asolo tres inmuebles de nuestra ciudad corresponderán a la justicia, mediante las anunciadas querellas de la administración local sobre la empresa de servicio que se presume como culpable.
Por cierto que la mitigación del dolor sobre las víctimas supera hoy nuestra metafísica colectiva como vecinos y ciudadanos de Valparaíso.
Sin embargo habrá que estar atentos al proceso de mitigación de este dolo, a partir de las intervenciones que se proyecten para la puesta en valor de unas piezas urbanas claves en el reconocimiento de las características universales excepcionales de Valparaíso.
Toda tragedia es inevitable, eso lo sabían muy bien los antiguos griegos.
Por lo mismo resulta muy complicado, y una falta de consideración con el dolor del otro, insistir en lo que se hizo o se dejó de hacer para evitar una tragedia.
Sin embargo, y eso también lo sabían los mismos griegos, toda tragedia debe ser relatada impenitentemente, una y otra vez, como para que el destino infausto de los otros se incorpore en la construcción del futuro de nosotros.
Por lo que debemos concentrarnos en lo que deberíamos considerar para ese futuro, el que -aunque le sorprenda a varios- es la correcta conjugación del tiempo patrimonial.
José de Nordenflycht
Presidente ICOMOS Chile
PATRIMONIO POLAR

Entre los días 7 y 8 de febrero se relizará en la sede del Instituto de Historia de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso la "Primera Reunión Regional de Representantes del IPHC ICOMOS del Hemisferio Sur: Argentina, Australia y Chile".
En el encuentro, organizado por el Comité Chileno del International Council on Monuments and Sites (ICOMOS), se revisará experiencias tales como la articulación entre la investigación, la conservación y el turismo de zonas artárticas argentinas. Además, los expertos asistentes provenientes de Chile, Australia y Argentina, presentarán y discutirán la agenda de proyectos de investigación, gestión y conservación del patrimonio polar.
El International Polar Heritage Committee (IPHC) o Comité internacional para el patrimonio histórico polar es una fuente de información sobre las cuestiones relacionadas con el patrimonio humano de las regiones árticas y antárticas. El programa se ofrece a todas las personas que se interesan en la preservación y la protección de la historia de la exploración, la investigación y la explotación en las regiones polares.
Cabe destacar que el período 2007-2008 ha sido declarado como el Año Polar Internacional 2007-2008 (International Polar Year, IPY), como iniciativa de investigación coordinada a escala internacional. Su celebración coincide con el 125 aniversario del Primer Año Polar Internacional (1887-1888), el 75 aniversario del Segundo Año Polar Internacional (1932-1933) y el 50 Aniversario del Año Geofísico Internacional (1957-1958), que condujo al establecimiento del Tratado Antártico.
noviembre 25, 2006
CARTA DE MONTERREY
Los participantes del XXVI Symposium Internacional de Conservación del Patrimonio Monumental organizado por ICOMOS Mexicano A. C., reunidos en el Museo de Historia Mexicana, manifiestan en primer término su agradecimiento y reconocimiento al apoyo brindado por el Gobierno del Estado de Nuevo León y en especial a la Agencia para la Planeación del Desarrollo Urbano de Nuevo León y a CONARTE, así como al Comité Internacional para la Conservación del Patrimonio Industrial (TICCIH) para la celebración de este evento, al cual acudieron diversos especialistas en múltiples disciplinas provenientes de España, Francia, Argentina, Italia, Chile, Cuba, Guatemala y Costa Rica, así como de diversas ciudades de nuestro país, para discutir el tema "la Conservación del Patrimonio Industrial".
Igualmente agradecen el valioso apoyo aportado por las empresas que fungieron como patrocinadores del evento, reconociendo los esfuerzos emprendidos especialmente por las empresas Cervecería Cuauhtemoc, Vitro y Parque Fundidora en la conservación de su legado industrial, exhortándolos a que continúen en este importante esfuerzo por rescatar esta trascendental parte de la historia industrial de nuestro país.
Después de ser leídas y discutidas las ponencias que, divididas en seis mesas: "Rescate, Restauración, Reutilización y Transformación”, “Instrumentos Jurídicos para la Protección y Gestión del Patrimonio Industrial”, “Inventario y Catalogación”, “Archivos Técnicos”, “Paisajes Culturales” y “Memoria, Identidad y Valoración Histórica del Patrimonio Industrial”, los asistentes deciden adoptar el siguiente texto como sus propias conclusiones y recomendaciones.
CONSIDERANDO:
Que a lo largo de este Symposium se ha discutido sobre la importancia, diversidad y valores del Patrimonio Industrial en sus distintas formas, poniendo de manifiesto la influencia que tiene una actividad productiva para el desarrollo económico, social y cultural de una población, una región o una Nación. En consecuencia, la protección de los conjuntos industriales, el patrimonio mobiliario, el patrimonio documental y las manifestaciones del patrimonio intangible vinculadas con esta categoría constituye una labor de especial relevancia para rescatar y revalorar aquellos elementos que constituyen la memoria colectiva de una comunidad.
Que el Patrimonio Industrial es una de las categorías patrimoniales que sufre mayor grado de abandono y desprotección, motivado por diversas razones: la escasez de normas jurídicas vinculadas a dichos bienes, la imposibilidad de la utilización de dichos bienes para los procesos productivos, la no incorporación de este tema en las políticas publicas de desarrollo económico y cultural, la carencia de visión por parte de los propietarios de los inmuebles industriales y de las autoridades para diseñar proyectos que permitan incorporar a los mismos en una nueva actividad productiva muchas veces provocados por la rentabilidad económica, la muy incipiente valorización de este patrimonio en nuestro país, así como la falta de inventarios, registros, catálogos y fuentes documentales sobre el mismo.
Que el Patrimonio Industrial se encuentra fuertemente vinculado a las poblaciones, sus barrios y colonias, siendo motor principal de la conformación de una identidad comunitaria basada en las formas de ser, significados, valores y relaciones que se dan entre aquellos miembros que participan, en sus distintas facetas, dentro del proceso productivo de una industria
Que la complejidad misma de la naturaleza del Patrimonio Industrial requiere de las instancias no solo arquitectónica y estética para su debida identificación y valorización. En esta categoría patrimonial son importantes las instancias funcional, tecnológica y sociológica.
Que aun y cuando es una de las categorías patrimoniales de mas reciente reconocimiento, la protección del Patrimonio Industrial se ha mostrado como una labor de enorme complejidad que requiere de la intervención de especialistas de muy diversas ramas del conocimiento humano, en el marco de un trabajo debidamente planeado y con carácter multidisciplinario.
Que la protección del Patrimonio Industrial debe contar con la participación activa y comprometida de quien ocupe el nivel mas alto en la toma de decisiones de una empresa, del personal que labora en la misma, de las autoridades competentes y finalmente, de la sociedad civil, quienes a su vez debieran estar sujetos previamente a un proceso de información, capacitación, comunicación y conscientización.
En virtud de lo anterior, se adoptan las siguientes:
CONCLUSIONES
El Patrimonio Industrial constituye un universo de bienes de enorme complejidad. Por un lado, no debemos dejar de reconocer la importancia que tienen las estructuras fabriles como testimonio del desarrollo económico de un pueblo. Para la protección del Patrimonio Industrial es necesario, identificar y proteger los vestigios arquitectónicos y todos aquellos bienes muebles (maquinaria, vehículos, herramientas y mobiliario) vinculados a la actividad productiva que se desarrollaba en el sitio industrial, en virtud de que nos permiten conformar una idea integral de aquellos actos, manifestaciones y formas de organización y de trabajo que representaron la actividad cotidiana para una comunidad o grupo social a trabes del tiempo. La conservación del Patrimonio Industrial debe suponer también la identificación, registro, protección y promoción de aquellas manifestaciones del patrimonio intangible que se encuentran estrechamente vinculadas con el patrimonio industrial tangible. Por ultimo, la preservación de los bienes del Patrimonio Industrial incluye el Patrimonio Documental vinculado con los bienes industriales.
El Patrimonio Industrial esta vinculado estrechamente con el territorio. En este sentido, la presencia de instalaciones industriales de valor histórico supone también la generación de áreas urbanas en las que se insertaron espacios destinados para la vivienda y en general, el desarrollo de las actividades cotidianas de los trabajadores. En muchas otras ocasiones, el nivel de influencia de una industria puede alcanzar a toda una población. En el mismo orden de ideas, el Patrimonio Industrial está fuertemente vinculado con el medio ambiente natural, mismo que puede condicionar la existencia misma de la actividad industrial, incluyendo el suministro de las materias primas necesarias para la misma. En cualquiera de estos casos, dichas relaciones deben de ser identificadas y atendidas como un todo.
Dado el dinamismo del Patrimonio Industrial y sus relaciones con las realidades urbanas, naturales y humanas, es necesario determinar la existencia de sitios mixtos tales como rutas culturales y paisajes culturales que permitan enriquecer el conocimiento y alcance de las acciones de preservación de esta categoría patrimonial.
Por lo expuesto en los dos puntos anteriores, es necesario que en todo proyecto destinado al rescate, preservación, intervención, investigación y difusión del Patrimonio Industrial cuente con las siguientes cualidades:
a) Por una parte, con una visión integral del patrimonio que se pretende conservar, y
b) Por otra parte, que sea interdisciplinario.
El Patrimonio Industrial está sub-representado en la Lista del Patrimonio Mundial y se encuentra normalmente desprotegido por la legislación nacional. La legislación federal mexicana es omisa en cuanto a la preservación del Patrimonio Industrial, en tanto que algunas de las legislaciones estatales en materia de patrimonio cultural atienden de manera muy poco detallada esta cuestión. En virtud de lo anterior, es necesario promover las reformas correspondientes con el fin de garantizar la plena incorporación del patrimonio industrial a nuestro marco normativo vigente.
En virtud de que el Patrimonio Industrial se encuentra fuertemente vinculado con el desarrollo de una actividad productiva, su preservación tiene que atender a la creación de mecanismos y estímulos de carácter fiscal y financiero que sean aplicables a la creación de fundaciones y patronatos cuyo objeto sea la protección del Patrimonio Industrial, la tenencia y conservación de los bienes culturales industriales y la inversión en proyectos de rescate, investigación, restauración y protección de los mismos.
Es necesario que las labores de gestión del Patrimonio Industrial se fundamenten en un pleno conocimiento de la actividad industrial vinculada con el sitio a proteger y en el acercamiento y dialogo con el sector empresarial y la comunidad laboral. Pero igualmente, es necesario incorporar a las autoridades involucradas en todos las materias vinculadas con el Patrimonio Industrial, tales como el fomento y desarrollo económico, el turismo, los aspectos fiscales y el desarrollo urbano. Por tanto, es necesario que se inicien tareas de capacitación dirigida especialmente a funcionarios públicos -principalmente en el ámbito municipal y estatal- vinculados con el ordenamiento territorial, cultura y desarrollo económico, para que reconozcan y valoren la conservación del Patrimonio Industrial.
Es necesaria la creación de instrumentos legales especializados de protección del Patrimonio Industrial en los siguientes niveles:
a) En el caso de la legislación, que existan normas especificas para la protección del Patrimonio Industrial
b) Que las declaratorias de bienes culturales contengan los criterios técnicos necesario para garantizar la adecuada intervención y conservación de dichos bienes
c) La emisión de planes de manejo destinados a determinar las acciones, proyectos y programas necesarios para garantizar la preservación integral de un sitio cultural de carácter industrial.
El Patrimonio Industrial esta vinculado fuertemente al desarrollo urbano de un centro de población, por lo que es necesario la incorporación de las medidas necesarias para garantizar su conservación en los planes de desarrollo urbano y en los instrumentos de ordenación territorial.
Es importante establecer los mecanismos de acercamiento, conscientización y difusión en la comunidad empresarial para introducir y reforzar en ese sector la importancia de preservar el Patrimonio Industrial y la posibilidad de creación de proyectos que les permitan ser destinado a actividades económicas productivas, como es el turismo o la prestación de servicios, como opciones. En tal caso, dichos proyectos deben basarse en un concepto de desarrollo sustentable en relación al bien patrimonial. Igualmente, debe desarrollarse entre la comunidad empresarial la protección del Patrimonio como una labor que reconozca a la empresa como una entidad que asume, de manera voluntaria y con cabalidad, una responsabilidad social.
Es una labor urgente la formación de inventarios y catálogos, así como la identificación de los archivos y demás fuentes que proveen de información sobre el Patrimonio Industrial, toda vez que representan instancias que contribuyen al conocimiento y a la investigación en esta materia. Ante la carencia de estos importantes fuentes de conocimiento, es necesario impulsar ante las instituciones universitarias la conveniencia del diseño de programas en esta materia bajo la supervisión de organismos especializados resulta de trascendental importancia.
Es importante fortalecer las iniciativas de la sociedad civil en favor de la preservación del Patrimonio Industrial, especialmente por el importante impacto que tiene este universo de bienes y manifestaciones en la conformación de la identidad de un grupo o comunidad social.
RECOMENDACIONES:
Se recomienda al Presidente Electo de los Estados Unidos Mexicano, que dentro de los planes de gobierno, se incorpore el tema de la protección del Patrimonio Cultural como uno de los ejes de su política cultural, incorporando expresamente dentro de la misma la preservación del Patrimonio Industrial.
Se recomienda al Gobierno Federal se haga una revisión y en su caso, proponga una modificación a la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos con el fin de reconocer y proteger expresamente al Patrimonio Industrial como parte del acervo cultural de la Nación, a partir de instrumentos especializados de protección que garanticen su debida utilización y su conservación integral.
Se recomiendan a los Gobiernos Estatales que se revise la legislación local en materia de Patrimonio Cultural con el fin de proponer las modificaciones necesarias con el fin de incorporar y proteger el Patrimonio Industrial localizado en su territorio.
Se hace un reconocimiento al Gobierno del Estado de Puebla por la decisión de iniciar labores para rescatar la fabrica “La Constancia” en la ciudad capital de este Estado, sin embargo, se recomienda que se establezca un plan maestro en el que se defina la metodología para la intervención de dicho edificio y en el que se garantice la participación de la sociedad civil en este proceso de restauración.
Reiterando en principio el beneplácito por las acciones de rescate de su valioso legado industrial, se recomienda a las empresas Cervecería Cuauhtemoc y Vitro que en los proyectos de conservación del Patrimonio Industrial que han emprendido, se incluya la preservación de los barrios obreros surgidos a partir del establecimiento de dichas fabricas con el fin de identificar y proteger el Patrimonio Intangible en el mismo
Por lo que se refiere a la protección de su legado industrial, también se reitera el reconocimiento a las acciones emprendidas por Parque Fundidora, recomendándose a dicha empresa se refuercen las acciones destinadas a la conservación y protección de su patrimonio documental.
Se recomienda al Gobierno Federal, se proceda a hacer una revisión del estado en que se encuentra la población histórica de Cerro de San Pedro, San Luis Potosí, con el fin de que se eviten mayores daños derivados de la explotación minera en dicha población, mediante la emisión de un plan de manejo que garantice la protección de este lugar.
Se recomienda a las instituciones universitarias, especialmente aquellas que cuentan con los programas en materia de arquitectura, conservación del Patrimonio y materia afines, que se incluya y refuercen las materias destinadas a promover el conocimiento y estudio del Patrimonio Industrial, diseñar proyectos dirigidos a la catalogación e investigación del Patrimonio Industrial y que se involucre al cuerpo estudiantil en las labores de rescate, conservación, difusión y concientización del Patrimonio Industrial.
Dada en la Ciudad de Monterrey, a los 18 días del mes de Noviembre de 2006
Igualmente agradecen el valioso apoyo aportado por las empresas que fungieron como patrocinadores del evento, reconociendo los esfuerzos emprendidos especialmente por las empresas Cervecería Cuauhtemoc, Vitro y Parque Fundidora en la conservación de su legado industrial, exhortándolos a que continúen en este importante esfuerzo por rescatar esta trascendental parte de la historia industrial de nuestro país.
Después de ser leídas y discutidas las ponencias que, divididas en seis mesas: "Rescate, Restauración, Reutilización y Transformación”, “Instrumentos Jurídicos para la Protección y Gestión del Patrimonio Industrial”, “Inventario y Catalogación”, “Archivos Técnicos”, “Paisajes Culturales” y “Memoria, Identidad y Valoración Histórica del Patrimonio Industrial”, los asistentes deciden adoptar el siguiente texto como sus propias conclusiones y recomendaciones.
CONSIDERANDO:
Que a lo largo de este Symposium se ha discutido sobre la importancia, diversidad y valores del Patrimonio Industrial en sus distintas formas, poniendo de manifiesto la influencia que tiene una actividad productiva para el desarrollo económico, social y cultural de una población, una región o una Nación. En consecuencia, la protección de los conjuntos industriales, el patrimonio mobiliario, el patrimonio documental y las manifestaciones del patrimonio intangible vinculadas con esta categoría constituye una labor de especial relevancia para rescatar y revalorar aquellos elementos que constituyen la memoria colectiva de una comunidad.
Que el Patrimonio Industrial es una de las categorías patrimoniales que sufre mayor grado de abandono y desprotección, motivado por diversas razones: la escasez de normas jurídicas vinculadas a dichos bienes, la imposibilidad de la utilización de dichos bienes para los procesos productivos, la no incorporación de este tema en las políticas publicas de desarrollo económico y cultural, la carencia de visión por parte de los propietarios de los inmuebles industriales y de las autoridades para diseñar proyectos que permitan incorporar a los mismos en una nueva actividad productiva muchas veces provocados por la rentabilidad económica, la muy incipiente valorización de este patrimonio en nuestro país, así como la falta de inventarios, registros, catálogos y fuentes documentales sobre el mismo.
Que el Patrimonio Industrial se encuentra fuertemente vinculado a las poblaciones, sus barrios y colonias, siendo motor principal de la conformación de una identidad comunitaria basada en las formas de ser, significados, valores y relaciones que se dan entre aquellos miembros que participan, en sus distintas facetas, dentro del proceso productivo de una industria
Que la complejidad misma de la naturaleza del Patrimonio Industrial requiere de las instancias no solo arquitectónica y estética para su debida identificación y valorización. En esta categoría patrimonial son importantes las instancias funcional, tecnológica y sociológica.
Que aun y cuando es una de las categorías patrimoniales de mas reciente reconocimiento, la protección del Patrimonio Industrial se ha mostrado como una labor de enorme complejidad que requiere de la intervención de especialistas de muy diversas ramas del conocimiento humano, en el marco de un trabajo debidamente planeado y con carácter multidisciplinario.
Que la protección del Patrimonio Industrial debe contar con la participación activa y comprometida de quien ocupe el nivel mas alto en la toma de decisiones de una empresa, del personal que labora en la misma, de las autoridades competentes y finalmente, de la sociedad civil, quienes a su vez debieran estar sujetos previamente a un proceso de información, capacitación, comunicación y conscientización.
En virtud de lo anterior, se adoptan las siguientes:
CONCLUSIONES
El Patrimonio Industrial constituye un universo de bienes de enorme complejidad. Por un lado, no debemos dejar de reconocer la importancia que tienen las estructuras fabriles como testimonio del desarrollo económico de un pueblo. Para la protección del Patrimonio Industrial es necesario, identificar y proteger los vestigios arquitectónicos y todos aquellos bienes muebles (maquinaria, vehículos, herramientas y mobiliario) vinculados a la actividad productiva que se desarrollaba en el sitio industrial, en virtud de que nos permiten conformar una idea integral de aquellos actos, manifestaciones y formas de organización y de trabajo que representaron la actividad cotidiana para una comunidad o grupo social a trabes del tiempo. La conservación del Patrimonio Industrial debe suponer también la identificación, registro, protección y promoción de aquellas manifestaciones del patrimonio intangible que se encuentran estrechamente vinculadas con el patrimonio industrial tangible. Por ultimo, la preservación de los bienes del Patrimonio Industrial incluye el Patrimonio Documental vinculado con los bienes industriales.
El Patrimonio Industrial esta vinculado estrechamente con el territorio. En este sentido, la presencia de instalaciones industriales de valor histórico supone también la generación de áreas urbanas en las que se insertaron espacios destinados para la vivienda y en general, el desarrollo de las actividades cotidianas de los trabajadores. En muchas otras ocasiones, el nivel de influencia de una industria puede alcanzar a toda una población. En el mismo orden de ideas, el Patrimonio Industrial está fuertemente vinculado con el medio ambiente natural, mismo que puede condicionar la existencia misma de la actividad industrial, incluyendo el suministro de las materias primas necesarias para la misma. En cualquiera de estos casos, dichas relaciones deben de ser identificadas y atendidas como un todo.
Dado el dinamismo del Patrimonio Industrial y sus relaciones con las realidades urbanas, naturales y humanas, es necesario determinar la existencia de sitios mixtos tales como rutas culturales y paisajes culturales que permitan enriquecer el conocimiento y alcance de las acciones de preservación de esta categoría patrimonial.
Por lo expuesto en los dos puntos anteriores, es necesario que en todo proyecto destinado al rescate, preservación, intervención, investigación y difusión del Patrimonio Industrial cuente con las siguientes cualidades:
a) Por una parte, con una visión integral del patrimonio que se pretende conservar, y
b) Por otra parte, que sea interdisciplinario.
El Patrimonio Industrial está sub-representado en la Lista del Patrimonio Mundial y se encuentra normalmente desprotegido por la legislación nacional. La legislación federal mexicana es omisa en cuanto a la preservación del Patrimonio Industrial, en tanto que algunas de las legislaciones estatales en materia de patrimonio cultural atienden de manera muy poco detallada esta cuestión. En virtud de lo anterior, es necesario promover las reformas correspondientes con el fin de garantizar la plena incorporación del patrimonio industrial a nuestro marco normativo vigente.
En virtud de que el Patrimonio Industrial se encuentra fuertemente vinculado con el desarrollo de una actividad productiva, su preservación tiene que atender a la creación de mecanismos y estímulos de carácter fiscal y financiero que sean aplicables a la creación de fundaciones y patronatos cuyo objeto sea la protección del Patrimonio Industrial, la tenencia y conservación de los bienes culturales industriales y la inversión en proyectos de rescate, investigación, restauración y protección de los mismos.
Es necesario que las labores de gestión del Patrimonio Industrial se fundamenten en un pleno conocimiento de la actividad industrial vinculada con el sitio a proteger y en el acercamiento y dialogo con el sector empresarial y la comunidad laboral. Pero igualmente, es necesario incorporar a las autoridades involucradas en todos las materias vinculadas con el Patrimonio Industrial, tales como el fomento y desarrollo económico, el turismo, los aspectos fiscales y el desarrollo urbano. Por tanto, es necesario que se inicien tareas de capacitación dirigida especialmente a funcionarios públicos -principalmente en el ámbito municipal y estatal- vinculados con el ordenamiento territorial, cultura y desarrollo económico, para que reconozcan y valoren la conservación del Patrimonio Industrial.
Es necesaria la creación de instrumentos legales especializados de protección del Patrimonio Industrial en los siguientes niveles:
a) En el caso de la legislación, que existan normas especificas para la protección del Patrimonio Industrial
b) Que las declaratorias de bienes culturales contengan los criterios técnicos necesario para garantizar la adecuada intervención y conservación de dichos bienes
c) La emisión de planes de manejo destinados a determinar las acciones, proyectos y programas necesarios para garantizar la preservación integral de un sitio cultural de carácter industrial.
El Patrimonio Industrial esta vinculado fuertemente al desarrollo urbano de un centro de población, por lo que es necesario la incorporación de las medidas necesarias para garantizar su conservación en los planes de desarrollo urbano y en los instrumentos de ordenación territorial.
Es importante establecer los mecanismos de acercamiento, conscientización y difusión en la comunidad empresarial para introducir y reforzar en ese sector la importancia de preservar el Patrimonio Industrial y la posibilidad de creación de proyectos que les permitan ser destinado a actividades económicas productivas, como es el turismo o la prestación de servicios, como opciones. En tal caso, dichos proyectos deben basarse en un concepto de desarrollo sustentable en relación al bien patrimonial. Igualmente, debe desarrollarse entre la comunidad empresarial la protección del Patrimonio como una labor que reconozca a la empresa como una entidad que asume, de manera voluntaria y con cabalidad, una responsabilidad social.
Es una labor urgente la formación de inventarios y catálogos, así como la identificación de los archivos y demás fuentes que proveen de información sobre el Patrimonio Industrial, toda vez que representan instancias que contribuyen al conocimiento y a la investigación en esta materia. Ante la carencia de estos importantes fuentes de conocimiento, es necesario impulsar ante las instituciones universitarias la conveniencia del diseño de programas en esta materia bajo la supervisión de organismos especializados resulta de trascendental importancia.
Es importante fortalecer las iniciativas de la sociedad civil en favor de la preservación del Patrimonio Industrial, especialmente por el importante impacto que tiene este universo de bienes y manifestaciones en la conformación de la identidad de un grupo o comunidad social.
RECOMENDACIONES:
Se recomienda al Presidente Electo de los Estados Unidos Mexicano, que dentro de los planes de gobierno, se incorpore el tema de la protección del Patrimonio Cultural como uno de los ejes de su política cultural, incorporando expresamente dentro de la misma la preservación del Patrimonio Industrial.
Se recomienda al Gobierno Federal se haga una revisión y en su caso, proponga una modificación a la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos con el fin de reconocer y proteger expresamente al Patrimonio Industrial como parte del acervo cultural de la Nación, a partir de instrumentos especializados de protección que garanticen su debida utilización y su conservación integral.
Se recomiendan a los Gobiernos Estatales que se revise la legislación local en materia de Patrimonio Cultural con el fin de proponer las modificaciones necesarias con el fin de incorporar y proteger el Patrimonio Industrial localizado en su territorio.
Se hace un reconocimiento al Gobierno del Estado de Puebla por la decisión de iniciar labores para rescatar la fabrica “La Constancia” en la ciudad capital de este Estado, sin embargo, se recomienda que se establezca un plan maestro en el que se defina la metodología para la intervención de dicho edificio y en el que se garantice la participación de la sociedad civil en este proceso de restauración.
Reiterando en principio el beneplácito por las acciones de rescate de su valioso legado industrial, se recomienda a las empresas Cervecería Cuauhtemoc y Vitro que en los proyectos de conservación del Patrimonio Industrial que han emprendido, se incluya la preservación de los barrios obreros surgidos a partir del establecimiento de dichas fabricas con el fin de identificar y proteger el Patrimonio Intangible en el mismo
Por lo que se refiere a la protección de su legado industrial, también se reitera el reconocimiento a las acciones emprendidas por Parque Fundidora, recomendándose a dicha empresa se refuercen las acciones destinadas a la conservación y protección de su patrimonio documental.
Se recomienda al Gobierno Federal, se proceda a hacer una revisión del estado en que se encuentra la población histórica de Cerro de San Pedro, San Luis Potosí, con el fin de que se eviten mayores daños derivados de la explotación minera en dicha población, mediante la emisión de un plan de manejo que garantice la protección de este lugar.
Se recomienda a las instituciones universitarias, especialmente aquellas que cuentan con los programas en materia de arquitectura, conservación del Patrimonio y materia afines, que se incluya y refuercen las materias destinadas a promover el conocimiento y estudio del Patrimonio Industrial, diseñar proyectos dirigidos a la catalogación e investigación del Patrimonio Industrial y que se involucre al cuerpo estudiantil en las labores de rescate, conservación, difusión y concientización del Patrimonio Industrial.
Dada en la Ciudad de Monterrey, a los 18 días del mes de Noviembre de 2006
noviembre 11, 2006
REFLEXIÓN SOBRE PATRIMONIO Y COMUNIDAD
Ya se encuentran abiertas las inscripciones para el VIII Seminario sobre Patrimonio Cultural, titulado Rescate, invención y comunidad, que se realizará los días 22, 23 y 24 de noviembre, en el Centro Patrimonial Recoleta Dominica, perteneciente a la Dibam, ubicado en Recoleta 683 (Estación Cerro Blanco del Metro).
El encuentro ha sido organizado tradicionalmente por la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos, pero este año también han participado en su organización el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, el Consejo de Monumentos Nacionales, y la Universidad Arcis.
En esta versión, el seminario busca abordar los temas que surgen de interrogantes como: ¿Es posible una mayor participación de las comunidades en estos procesos de manera de hacerlos más inclusivos? ¿Cuáles son las condiciones que favorecen esa participación? Así como también, ¿cuál es la relación, de tensión o complementariedad, entre patrimonio y creación?, ¿qué encuentros se producen entre el rescate y la invención; la tradición y la modernidad?.
Destaca la presencia de invitados extranjeros, como Luis Guillermo Lumbreras, renombrado arqueólogo peruano; y Ricard Vinyes, historiador catalán, conocido por su trabajo en torno a la memoria histórica. Junto a ellos, expondrán destacados expositores nacionales, como Lautaro Núñez, Nelly Richard, Bernardo Subercaseux; Diamela Eltit; Sergio Rojas; Ramón Griffero; Mario Rojas; Kemy Oyarzún, Luis G. De Mussy; Italo Fuente; Felipe Galende; Patricio Herman, Tito Monje, Pablo Rivera y José de Nordenflycht, quienes brindarán un panorama interdisciplinario que busca generar una discusión abierta y aguda.
Desde la Dibam participarán su directora, Nivia Palma, y profesionales de las distintas instituciones: Leonardo Mellado; Luis Alegría; Daniel Quiroz; Claudio Gómez; Anne Marijke van Meurs, y Sergio Grez.
También, durante el evento se llevará a cabo un homenaje al recientemente fallecido ex director del Instituto de Estética de la Universidad Católica, Fidel Sepúlveda, reconocido por sus trabajos en torno a las artes, la identidad nacional, y las costumbres y tradiciones populares.
La inscripción es gratuita, y puede realizarse al correo electrónico prensa@dibam.cl; al teléfono (02) 3605320, o en Alameda 651 en el Departamento de Prensa y Relaciones Públicas de la Dibam (Biblioteca Nacional)
fuente: www.dibam.cl
El encuentro ha sido organizado tradicionalmente por la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos, pero este año también han participado en su organización el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, el Consejo de Monumentos Nacionales, y la Universidad Arcis.
En esta versión, el seminario busca abordar los temas que surgen de interrogantes como: ¿Es posible una mayor participación de las comunidades en estos procesos de manera de hacerlos más inclusivos? ¿Cuáles son las condiciones que favorecen esa participación? Así como también, ¿cuál es la relación, de tensión o complementariedad, entre patrimonio y creación?, ¿qué encuentros se producen entre el rescate y la invención; la tradición y la modernidad?.
Destaca la presencia de invitados extranjeros, como Luis Guillermo Lumbreras, renombrado arqueólogo peruano; y Ricard Vinyes, historiador catalán, conocido por su trabajo en torno a la memoria histórica. Junto a ellos, expondrán destacados expositores nacionales, como Lautaro Núñez, Nelly Richard, Bernardo Subercaseux; Diamela Eltit; Sergio Rojas; Ramón Griffero; Mario Rojas; Kemy Oyarzún, Luis G. De Mussy; Italo Fuente; Felipe Galende; Patricio Herman, Tito Monje, Pablo Rivera y José de Nordenflycht, quienes brindarán un panorama interdisciplinario que busca generar una discusión abierta y aguda.
Desde la Dibam participarán su directora, Nivia Palma, y profesionales de las distintas instituciones: Leonardo Mellado; Luis Alegría; Daniel Quiroz; Claudio Gómez; Anne Marijke van Meurs, y Sergio Grez.
También, durante el evento se llevará a cabo un homenaje al recientemente fallecido ex director del Instituto de Estética de la Universidad Católica, Fidel Sepúlveda, reconocido por sus trabajos en torno a las artes, la identidad nacional, y las costumbres y tradiciones populares.
La inscripción es gratuita, y puede realizarse al correo electrónico prensa@dibam.cl; al teléfono (02) 3605320, o en Alameda 651 en el Departamento de Prensa y Relaciones Públicas de la Dibam (Biblioteca Nacional)
fuente: www.dibam.cl
noviembre 08, 2006
EMPODERAMIENTO PATRIMONIAL
Desde mediados del año 2003 la administración territorial local de Valparaíso ha tenido que hacerse cargo de un compromiso internacional contraído por el Estado de Chile, como es la inscripción de los Barrios Históricos de la Ciudad Puerto de Valparaíso en la Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Entre las múltiples y complejas acciones que ello implica, toda vez que ese hacerse cargo es producto de la energía liberada por un deseo de quienes detentan el poder político, la participación ciudadana se nos ha enrostrado como una de las necesidades para legitimar el proceso de construcción patrimonial.
El problema es que los modelos de participación tienden a ser cooptados, en el mejor de los casos desde motivaciones paternalistas y de manera menos transparente pretendiendo que sus condiciones de operatividad sean animadas, llegando al absurdo de una obligatoriedad amenazante con su táctica excluyente.
Todo ello a partir de un escenario conformado por la conflictiva relación del patrimonio con una economía política que en el ámbito urbano no se ha desmarcado de la liberalización del uso del suelo, impuesto hace más de treinta años.
Ante ello los procesos de transferencia y educación patrimonial sólo se pueden activar con resultados a largo plazo. Plazo que se hace más largo aún si consideramos la necesidad para generar un control social a la gestión de los recursos públicos sobre los cuales se hipotecan los valores patrimoniales. A corto plazo, entonces, se debe cautelar que la ciudadanía sea más independiente y esté facultada, o como podríamos decir utilizando un barbarismo anglosajón en boga: empoderada.
Desde la analogía económica al ámbito del patrimonio urbano, las claves de este empoderamiento serían: compartir información con todos, crear autonomía por medio de límites precisos y reemplazar la jerarquía por grupos autodirigidos.
Habrá que estar atentos para comprobar si la figura denominada “gerencia de barrios” -anunciada como plan piloto para uno de los barrios históricos de la ciudad puerto- asume el riesgo que implica convertir a los propietarios en vecinos y a los vecinos en ciudadanos, acercando las reivindicaciones actuales que van desde el extremo de quienes promueven exclusivamente los derechos de los consumidores hasta quienes defienden su derecho a la ciudad de manera militante, amplio espectro que debería considerar una participación incluyente por la necesidad de ser solidarios con las generaciones futuras.
Resumen de la ponencia que será presentada por José de Nordenflycht, Presidente de ICOMOS Chile, al VIII Seminario sobre Patrimonio Cultural “Rescate, invención y comunidad”, convocado por la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos DIBAM para los días 22 al 24 de noviembre de 2006 en Recoleta Dominica, Santiago de Chile.
Entre las múltiples y complejas acciones que ello implica, toda vez que ese hacerse cargo es producto de la energía liberada por un deseo de quienes detentan el poder político, la participación ciudadana se nos ha enrostrado como una de las necesidades para legitimar el proceso de construcción patrimonial.
El problema es que los modelos de participación tienden a ser cooptados, en el mejor de los casos desde motivaciones paternalistas y de manera menos transparente pretendiendo que sus condiciones de operatividad sean animadas, llegando al absurdo de una obligatoriedad amenazante con su táctica excluyente.
Todo ello a partir de un escenario conformado por la conflictiva relación del patrimonio con una economía política que en el ámbito urbano no se ha desmarcado de la liberalización del uso del suelo, impuesto hace más de treinta años.
Ante ello los procesos de transferencia y educación patrimonial sólo se pueden activar con resultados a largo plazo. Plazo que se hace más largo aún si consideramos la necesidad para generar un control social a la gestión de los recursos públicos sobre los cuales se hipotecan los valores patrimoniales. A corto plazo, entonces, se debe cautelar que la ciudadanía sea más independiente y esté facultada, o como podríamos decir utilizando un barbarismo anglosajón en boga: empoderada.
Desde la analogía económica al ámbito del patrimonio urbano, las claves de este empoderamiento serían: compartir información con todos, crear autonomía por medio de límites precisos y reemplazar la jerarquía por grupos autodirigidos.
Habrá que estar atentos para comprobar si la figura denominada “gerencia de barrios” -anunciada como plan piloto para uno de los barrios históricos de la ciudad puerto- asume el riesgo que implica convertir a los propietarios en vecinos y a los vecinos en ciudadanos, acercando las reivindicaciones actuales que van desde el extremo de quienes promueven exclusivamente los derechos de los consumidores hasta quienes defienden su derecho a la ciudad de manera militante, amplio espectro que debería considerar una participación incluyente por la necesidad de ser solidarios con las generaciones futuras.
Resumen de la ponencia que será presentada por José de Nordenflycht, Presidente de ICOMOS Chile, al VIII Seminario sobre Patrimonio Cultural “Rescate, invención y comunidad”, convocado por la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos DIBAM para los días 22 al 24 de noviembre de 2006 en Recoleta Dominica, Santiago de Chile.
agosto 11, 2006
Patrimonio en peligro: la acción local en el contexto global
SEMINARIO “16 DE AGOSTO DE 1906: A CIEN AÑOS DEL TERREMOTO QUE TRANSFORMÓ A VALPARAÍSO”
ORGANIZAN:
UNIVERSIDAD DE VALPARAÍSO
Escuela de Graduados
Facultad de Arquitectura
UNIVERSIDAD DE CHILE
epartamento de Teoria e Historia
Facultad de Arquitectura y Urbanismo
MIÉRCOLES 16 - JUEVES 17 DE AGOSTO
2006
SALA EL FAROL, Universidad de Valparaíso
HORARIO
9.30 HRS A 13.30 HRS Y 15.30 A 19.30 HRS.
PATROCINAN:
Consejo Regional de Monumentos Nacionales
Colegio de Arquitectos V Región.
Archivo Histórico de Viña del Mar
Instituto de Historia PUCV
Facultad de Humanidades UV.
ICOMOS Chile
AUSPICIAN:
Cámara Chilena de la Construcción.
Mercurio de Valparaíso.
UCV Televisión.
Resumen de la ponencia de ICOMOS Chile a esta convocatoria:
Chile tiene un territorio de excepcional belleza paisajística, por su variada geografía y clima. Sin embargo esta característica ya la advertía uno de los precursores en el estudio histórico de nuestra arquitectura, como fue el sevillano Diego Angulo Iñiguez, quien refiriéndose a Chile dice: “En pocas regiones de la América fue más ardua que en Chile la lucha que tuvieron que sostener los españoles para realizar la conquista. Montanas descomunales, desiertos inmensos y los indios más bravíos de todo el continente opusieron sus vallas al ímpetu hispano.(…) A estos inconvenientes se agrega otro que no tiene paralelo en toda América: los temblores. Si bien toda la zona andina se caracteriza por lo sísmica, en ninguna parte, ni aun en Ecuador, alcanzan los terremotos la violencia y frecuencia que en Chile. Ciudades hay como Concepción, que han sido totalmente reedificadas varias veces, sin que haya quedado un solo edificio de las épocas precedentes. Esta característica geológica es de primordial importancia para el estudio de la arquitectura chilena, no solo en cuanto nos obliga a recurrir en notable proporción a los documentos para saber como fueron los innumerables edificios desaparecidos, sino también porque determinó muchas de las características que dieron valor local a sus formas. (1)
Como respuesta al clima, la topografía y los sismos se dio una arquitectura tradicional con características formales y espaciales apropiada a cada región y adecuada a las costumbres de la gente que la habita, tal cual como nos transmitió en su pensamiento el arquitecto Roberto Dávila Carson.
Caracterizada por grandes masas de un piso, en torno a patios, cubiertas pesadas a dos aguas, vanos pequeños.
La arquitectura así entendida constituye patrimonio que identifica una localidad, una región, un país. Los valores de este patrimonio son inseparables del contexto geográfico, con los que conforman un solo ambiente, como podemos ver en el caso de Belén y Freirían en el norte y Los Andes en la zona central de nuestro país.
Por otra parte, la arquitectura singular, principalmente la edificación publica, constituyen importantes hitos urbanos. Estos edificios son referencia espacial de una región, ciudad o barrio, y referencia temporal al ser expresión de un determinado momento histórico. Asimismo, se constituyen en paradigmas en cuanto son “modelos” imitados por el resto de la producción arquitectónica local. Consideraremos los ejemplos de la Iglesia Santa Rosa de Los Andes y la Iglesia de San Francisco de Santiago.
En especial revisaremos los desafíos que imponen los eventos sísmicos en nuestra realidad nacional, donde el debate acerca de cómo reconstruir obras de arquitectura, muchas de ellas declaradas Monumento Histórico, en una región con una fuerte identidad cultural. La discusión, que ha reunido profesional de diversos ámbitos [arquitectos, historiadores, ingenieros, entre otros], no logra concensuar una postura en relación con los criterios de intervención más pertinentes. En este escenario, donde la toma de decisión es sumamente compleja ya que comparecen además de los aspectos culturales, los técnicos, los relativos a la seguridad, los costos, ICOMOS advierte a desde ciertas consideraciones que aseguran la permanencia de la identidad y conservación de piezas irrepetibles de la cultura local, desde la autenticidad e integridad.
Hoy en día las escalas local y global son vinculantes a la hora de considerar los riesgos que amenzan
Ello toda vez que las denominadas amenazas naturales dependen cada vez más de los factores de riesgo introducidos por la impronta del accionar del hombre.
ICOMOS es la más importante red internacional de profesionales dedicados a la preservación del patrimonio, sus acciones se extienden desde hace más de cuarenta años en más de 100 países.
El Comité Chileno de ICOMOS desde su creación en 1969, participa activamente en esta red que tiene como una de sus misiones más importantes la promoción y el desarrollo de acciones tendientes a la salvaguarda del Patrimonio Mundial, afectado por diversas amenazas de distinto origen, pero que convergen en la hoy inseparable dualidad del hombre y su entorno.
Es este contexto ICOMOS participa de planes y programas de organizaciones intergubernamentales como es la UNESCO, privadas como es el World Monument Found y el programa generado en su seno desde 1999 denominado Heritage at Risk, el que elabora un eficiente monitoreo de las amenazas, proponiendo la coordinación de acciones importantes como ha sido en el caso de los Budas de Bamiyan (Afganistán) y la ciudad de Bahm (Irán)
En nuestra exposición partiremos por situar nuestra identidad sísmica desde el punto de vista de la pérdida y la reparación asociada a las maneras en que se han ido construyendo y reconstruyendo nuestra preexistencia arquitectónica y urbana.
Expositores:
Sylvia Pirotte
Arquitecta, ha sido Académica del Departamento de Teoría e Historia de la Arquitectura de la Universidad de Chile y desarrolló su trabajo profesional en el Ministerio de Obras Públicas. Actualmente es Asesora del Consejo de Monumentos Nacionales e integra el Directorio de ICOMOS Chile.
Marcela Hurtado Arquitecta, Académica del Departamento de Arquitectura de la Universidad Técnica Federico Santa María y de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Valparaíso, Secretaria General de ICOMOS Chile.
José de Nordenflycht Historiador del Arte, Académico del Departamento de Artes Visuales de la Universidad de Playa Ancha y del Instituto de Arte de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Presidente de ICOMOS Chile.
ORGANIZAN:
UNIVERSIDAD DE VALPARAÍSO
Escuela de Graduados
Facultad de Arquitectura
UNIVERSIDAD DE CHILE
epartamento de Teoria e Historia
Facultad de Arquitectura y Urbanismo
MIÉRCOLES 16 - JUEVES 17 DE AGOSTO
2006
SALA EL FAROL, Universidad de Valparaíso
HORARIO
9.30 HRS A 13.30 HRS Y 15.30 A 19.30 HRS.
PATROCINAN:
Consejo Regional de Monumentos Nacionales
Colegio de Arquitectos V Región.
Archivo Histórico de Viña del Mar
Instituto de Historia PUCV
Facultad de Humanidades UV.
ICOMOS Chile
AUSPICIAN:
Cámara Chilena de la Construcción.
Mercurio de Valparaíso.
UCV Televisión.
Resumen de la ponencia de ICOMOS Chile a esta convocatoria:
Chile tiene un territorio de excepcional belleza paisajística, por su variada geografía y clima. Sin embargo esta característica ya la advertía uno de los precursores en el estudio histórico de nuestra arquitectura, como fue el sevillano Diego Angulo Iñiguez, quien refiriéndose a Chile dice: “En pocas regiones de la América fue más ardua que en Chile la lucha que tuvieron que sostener los españoles para realizar la conquista. Montanas descomunales, desiertos inmensos y los indios más bravíos de todo el continente opusieron sus vallas al ímpetu hispano.(…) A estos inconvenientes se agrega otro que no tiene paralelo en toda América: los temblores. Si bien toda la zona andina se caracteriza por lo sísmica, en ninguna parte, ni aun en Ecuador, alcanzan los terremotos la violencia y frecuencia que en Chile. Ciudades hay como Concepción, que han sido totalmente reedificadas varias veces, sin que haya quedado un solo edificio de las épocas precedentes. Esta característica geológica es de primordial importancia para el estudio de la arquitectura chilena, no solo en cuanto nos obliga a recurrir en notable proporción a los documentos para saber como fueron los innumerables edificios desaparecidos, sino también porque determinó muchas de las características que dieron valor local a sus formas. (1)
Como respuesta al clima, la topografía y los sismos se dio una arquitectura tradicional con características formales y espaciales apropiada a cada región y adecuada a las costumbres de la gente que la habita, tal cual como nos transmitió en su pensamiento el arquitecto Roberto Dávila Carson.
Caracterizada por grandes masas de un piso, en torno a patios, cubiertas pesadas a dos aguas, vanos pequeños.
La arquitectura así entendida constituye patrimonio que identifica una localidad, una región, un país. Los valores de este patrimonio son inseparables del contexto geográfico, con los que conforman un solo ambiente, como podemos ver en el caso de Belén y Freirían en el norte y Los Andes en la zona central de nuestro país.
Por otra parte, la arquitectura singular, principalmente la edificación publica, constituyen importantes hitos urbanos. Estos edificios son referencia espacial de una región, ciudad o barrio, y referencia temporal al ser expresión de un determinado momento histórico. Asimismo, se constituyen en paradigmas en cuanto son “modelos” imitados por el resto de la producción arquitectónica local. Consideraremos los ejemplos de la Iglesia Santa Rosa de Los Andes y la Iglesia de San Francisco de Santiago.
En especial revisaremos los desafíos que imponen los eventos sísmicos en nuestra realidad nacional, donde el debate acerca de cómo reconstruir obras de arquitectura, muchas de ellas declaradas Monumento Histórico, en una región con una fuerte identidad cultural. La discusión, que ha reunido profesional de diversos ámbitos [arquitectos, historiadores, ingenieros, entre otros], no logra concensuar una postura en relación con los criterios de intervención más pertinentes. En este escenario, donde la toma de decisión es sumamente compleja ya que comparecen además de los aspectos culturales, los técnicos, los relativos a la seguridad, los costos, ICOMOS advierte a desde ciertas consideraciones que aseguran la permanencia de la identidad y conservación de piezas irrepetibles de la cultura local, desde la autenticidad e integridad.
Hoy en día las escalas local y global son vinculantes a la hora de considerar los riesgos que amenzan
Ello toda vez que las denominadas amenazas naturales dependen cada vez más de los factores de riesgo introducidos por la impronta del accionar del hombre.
ICOMOS es la más importante red internacional de profesionales dedicados a la preservación del patrimonio, sus acciones se extienden desde hace más de cuarenta años en más de 100 países.
El Comité Chileno de ICOMOS desde su creación en 1969, participa activamente en esta red que tiene como una de sus misiones más importantes la promoción y el desarrollo de acciones tendientes a la salvaguarda del Patrimonio Mundial, afectado por diversas amenazas de distinto origen, pero que convergen en la hoy inseparable dualidad del hombre y su entorno.
Es este contexto ICOMOS participa de planes y programas de organizaciones intergubernamentales como es la UNESCO, privadas como es el World Monument Found y el programa generado en su seno desde 1999 denominado Heritage at Risk, el que elabora un eficiente monitoreo de las amenazas, proponiendo la coordinación de acciones importantes como ha sido en el caso de los Budas de Bamiyan (Afganistán) y la ciudad de Bahm (Irán)
En nuestra exposición partiremos por situar nuestra identidad sísmica desde el punto de vista de la pérdida y la reparación asociada a las maneras en que se han ido construyendo y reconstruyendo nuestra preexistencia arquitectónica y urbana.
Expositores:
Sylvia Pirotte
Arquitecta, ha sido Académica del Departamento de Teoría e Historia de la Arquitectura de la Universidad de Chile y desarrolló su trabajo profesional en el Ministerio de Obras Públicas. Actualmente es Asesora del Consejo de Monumentos Nacionales e integra el Directorio de ICOMOS Chile.
Marcela Hurtado Arquitecta, Académica del Departamento de Arquitectura de la Universidad Técnica Federico Santa María y de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Valparaíso, Secretaria General de ICOMOS Chile.
José de Nordenflycht Historiador del Arte, Académico del Departamento de Artes Visuales de la Universidad de Playa Ancha y del Instituto de Arte de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Presidente de ICOMOS Chile.
agosto 09, 2006
LA MESA COJA: ¿PATRIMONIO NACIONAL?
Los medios nos informan respecto de la conformación de una Mesa para la definición de las políticas públicas patrimoniales.
Quien pone la mesa es libre de invitar a quien quiera, sin embargo debe cautelar que esta no cojee para que los que si han sido invitados no tengan que recurrir a papelitos doblados u otros elementos suplementarios que permitan darle estabilidad a la misma.
Sabemos que esto resulta muy molesto.
Y de molestias están alimentadas las defensas sectoriales que corresponden a la programática voluntad de hacer ciudadanía cultural, las que se construyen desde necesidades básicas como es el derecho al patrimonio.
Desde ese derecho, resulta inquietante el que a muchos de los actores protagónicos, ya sea por sus competencias técnicas -como en el caso del organismo asesor de la UNESCO en todo lo relativo al Patrimonio Mundial - o sus responsabilidades públicas –como el caso del único municipio responsable de una ciudad chilena inscrita en la Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO- no se les invite a la Mesa.
Caben muchas posibilidades para imaginar las razones de nuestra exclusión, podemos pensar con entusiasmo que quedaremos en algún momento debajo de la Mesa, es decir llegaremos a ser invitados, pero tarde. Otra posibilidad es que sino somos comensales seremos llamados a servir la Mesa, para que deje cojear circunstancialmente.
Sin embargo lo peor sería ser convidados a la Mesa del Pellejo, usanza de nuestros abuelos para discriminar a los menores de edad, mismos a los cuales no se les deja ser ciudadanos en plenitud de derechos y deberes.
Esperemos que este “gesto” de Poner La Mesa, como se escucha hoy en día entre nuestros servidores públicos en tantos temas relevantes de la agenda país, no signifique finalmente que a los acervos de nuestro imaginario se integre la Mesa Coja como Patrimonio Nacional.
José de Nordenflycht
Presidente
Comité Chileno del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios
ICOMOS Chile
Quien pone la mesa es libre de invitar a quien quiera, sin embargo debe cautelar que esta no cojee para que los que si han sido invitados no tengan que recurrir a papelitos doblados u otros elementos suplementarios que permitan darle estabilidad a la misma.
Sabemos que esto resulta muy molesto.
Y de molestias están alimentadas las defensas sectoriales que corresponden a la programática voluntad de hacer ciudadanía cultural, las que se construyen desde necesidades básicas como es el derecho al patrimonio.
Desde ese derecho, resulta inquietante el que a muchos de los actores protagónicos, ya sea por sus competencias técnicas -como en el caso del organismo asesor de la UNESCO en todo lo relativo al Patrimonio Mundial - o sus responsabilidades públicas –como el caso del único municipio responsable de una ciudad chilena inscrita en la Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO- no se les invite a la Mesa.
Caben muchas posibilidades para imaginar las razones de nuestra exclusión, podemos pensar con entusiasmo que quedaremos en algún momento debajo de la Mesa, es decir llegaremos a ser invitados, pero tarde. Otra posibilidad es que sino somos comensales seremos llamados a servir la Mesa, para que deje cojear circunstancialmente.
Sin embargo lo peor sería ser convidados a la Mesa del Pellejo, usanza de nuestros abuelos para discriminar a los menores de edad, mismos a los cuales no se les deja ser ciudadanos en plenitud de derechos y deberes.
Esperemos que este “gesto” de Poner La Mesa, como se escucha hoy en día entre nuestros servidores públicos en tantos temas relevantes de la agenda país, no signifique finalmente que a los acervos de nuestro imaginario se integre la Mesa Coja como Patrimonio Nacional.
José de Nordenflycht
Presidente
Comité Chileno del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios
ICOMOS Chile
agosto 01, 2006
Seminario Zona Típica de Los Andes

Este viernes 4 de Agosto, se realizará desde las 09:30 horas en el Cuerpo de Bomberos de Los Andes el Seminario “ZONA TÍPICA DE LOS ANDES: EJEMPLO Y VANGUARDIA PATRIMONIAL”, organizado por Iniciativa Ciudadana en el que participará como expositora la arquitecta Sylvia Pirotte, miembro del Directorio de ICOMOS Chile.
El programa incluye las siguientes intervenciones:
“La zona típica de Los Andes: características patrimoniales”, Expositora Sra. Sylvia Pirotte M., arquitecta, Directora de ICOMOS Chile y asesora del Consejo de Monumentos Nacionales.
“Aspectos legales que fundamentan la zona típica”, Expositora Sra. Patricia Ojeda R., arquitecta de la Secretaría Ejecutiva del Consejo de Monumentos Nacionales.
“Lanzamiento Campaña Ciudadana: Los Andes Tira Pinta” Convenio Sherwin-Wiliams-Chilquinta Energía, presenta Sra. Ivonne Rezka S., Asesor Comercial de Sherwin Williams.
“Las proyecciones de la Zona Típica de Los Andes”, Expositor Sr. Octavio Arellano Z. , abogado, ex- alcalde de Los Andes.
Mesa redonda: “Compartiendo experiencias patrimoniales exitosas”
julio 13, 2006
SEWELL: HA LLEGADO CARTA
Queridos amigos
Desde el 8 y hasta el próximo 16 se desarrolla en Vilnius, Lituania, la 30º Reunión del Comité del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Ayer fueron aprobadas las postulaciones de:
Colombia: Parque Nacional Marino y costero de Malpelo en el Pacifico Oriental Tropical, como bien natural (ii, iii y iv).
México: Paisaje Agavero y antiguas instalaciones industriales de Tequila, como bien cultural (ii, iv, v y vi)
Asimismo, el sitio de las Huellas de los Dinosaurios que presentara España fue remitido al Estado parte para ser completado.
Hoy acaban de ser incluidos en la Lista:
Chile: Ciudad minera de Sewell, como bien cultural,(ii)
España: Puente de Vizcaya, como bien cultural (i, ii)
Incallajta: la piedra fundamental del poder Inca en el Collasuyo en Bolivia, fue enviada al Estado parte para permitir profundizar las investigaciones, preparar un plan de manejo e incluir el sitio en el Camino Principal Andino.
Es interesante destacar que por lo menos tres de las propuestas iberoamericanas: El Paisaje Agavero, la ciudad minera de Sewell y el Puente de Vizcaya, poseen una fuerte impronta de empresas públicas y privadas que aseguran la gestión de estos bienes y su adecuada conservación.
Un abrazo desde esta maravillosa ciudad de Vilnius, también inscrita en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Carlos Pernaut
Vicepresidente del ICOMOS para América
Consejo Internacional de Monumentos y Sitios
Desde el 8 y hasta el próximo 16 se desarrolla en Vilnius, Lituania, la 30º Reunión del Comité del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Ayer fueron aprobadas las postulaciones de:
Colombia: Parque Nacional Marino y costero de Malpelo en el Pacifico Oriental Tropical, como bien natural (ii, iii y iv).
México: Paisaje Agavero y antiguas instalaciones industriales de Tequila, como bien cultural (ii, iv, v y vi)
Asimismo, el sitio de las Huellas de los Dinosaurios que presentara España fue remitido al Estado parte para ser completado.
Hoy acaban de ser incluidos en la Lista:
Chile: Ciudad minera de Sewell, como bien cultural,(ii)
España: Puente de Vizcaya, como bien cultural (i, ii)
Incallajta: la piedra fundamental del poder Inca en el Collasuyo en Bolivia, fue enviada al Estado parte para permitir profundizar las investigaciones, preparar un plan de manejo e incluir el sitio en el Camino Principal Andino.
Es interesante destacar que por lo menos tres de las propuestas iberoamericanas: El Paisaje Agavero, la ciudad minera de Sewell y el Puente de Vizcaya, poseen una fuerte impronta de empresas públicas y privadas que aseguran la gestión de estos bienes y su adecuada conservación.
Un abrazo desde esta maravillosa ciudad de Vilnius, también inscrita en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Carlos Pernaut
Vicepresidente del ICOMOS para América
Consejo Internacional de Monumentos y Sitios
julio 03, 2006
Ex-Presidenta ICOMOS Chile 2003-2006
En su edición del día sábado 1 de julio de 2006, el suplemento Vivienda y Decoración del diario El Mercurio de Santiago publicó un reportaje sobre arquitectas chilenas que se han destacado en distintas áreas de su quehacer profesional. Este reportaje incluye un reconociendo al trabajo en restauración arquitectónica realizado por nuestra ex presidenta y actual miembro activo de ICOMOS Chile Amaya Irarrázaval Zegers, a continuación reproducimos el texto publicado:
“Amaya Irarrázaval: Todo por el patrimonio
Si hubiese que buscar a una persona para representar el concepto de "bajo perfil", la indicada sería Amaya Irarrázaval. Sencilla y discreta, ha dedicado su vida profesional a la restauración, sacando a relucir el esplendoroso y a veces desconocido pasado de la arquitectura nacional.
Se formó en la Universidad Católica, donde fue ayudante del padre Gabriel Guarda. Su influencia la llevó a estudiar Restauración de Arquitectura y Centros Urbanos en el Cusco, y a valorar el fundamento de la especialidad, que según explica, busca "devolver las raíces y el sentido al ser humano".
Su primer encargo fueron trabajos en el Fuerte Niebla de Valdivia y de ahí no paró más. Las Hermanas de la Providencia, las iglesias de la Vera Cruz, Vilcún y Santa Helena, las Catedrales de Antofagasta y Calama, el Convento de San Agustín. La lista es larga e incluye la capilla más antigua del país, la parroquia del Sagrario, fundada en 1546, emplazada a un costado de la Catedral. Esta es, sin duda, su obra más significativa, ya que en ella intervinieron verdaderos próceres de la arquitectura como Joaquín Toesca, Eusebio Chelli e Ignacio Cremonesi.
Hace clases de Arquitectura Patrimonial en la Universidad del Desarrollo y preside la Corporación Identidad Patrimonial. Su pasión por el tema la lleva a mirar con preocupación el estado de las cosas. "No existe una visión integradora de lo que es patrimonial en el desarrollo urbano de Santiago", comenta. "Varios organismos opinan sobre la misma materia sin ninguna base consensuada. Y el tema de la calidad tanto en la construcción como en el diseño arquitectónico y urbano... da la sensación de que tampoco importa mucho". “
“Amaya Irarrázaval: Todo por el patrimonio
Si hubiese que buscar a una persona para representar el concepto de "bajo perfil", la indicada sería Amaya Irarrázaval. Sencilla y discreta, ha dedicado su vida profesional a la restauración, sacando a relucir el esplendoroso y a veces desconocido pasado de la arquitectura nacional.
Se formó en la Universidad Católica, donde fue ayudante del padre Gabriel Guarda. Su influencia la llevó a estudiar Restauración de Arquitectura y Centros Urbanos en el Cusco, y a valorar el fundamento de la especialidad, que según explica, busca "devolver las raíces y el sentido al ser humano".
Su primer encargo fueron trabajos en el Fuerte Niebla de Valdivia y de ahí no paró más. Las Hermanas de la Providencia, las iglesias de la Vera Cruz, Vilcún y Santa Helena, las Catedrales de Antofagasta y Calama, el Convento de San Agustín. La lista es larga e incluye la capilla más antigua del país, la parroquia del Sagrario, fundada en 1546, emplazada a un costado de la Catedral. Esta es, sin duda, su obra más significativa, ya que en ella intervinieron verdaderos próceres de la arquitectura como Joaquín Toesca, Eusebio Chelli e Ignacio Cremonesi.
Hace clases de Arquitectura Patrimonial en la Universidad del Desarrollo y preside la Corporación Identidad Patrimonial. Su pasión por el tema la lleva a mirar con preocupación el estado de las cosas. "No existe una visión integradora de lo que es patrimonial en el desarrollo urbano de Santiago", comenta. "Varios organismos opinan sobre la misma materia sin ninguna base consensuada. Y el tema de la calidad tanto en la construcción como en el diseño arquitectónico y urbano... da la sensación de que tampoco importa mucho". “
junio 28, 2006
PACTA SUNT SERVANDA
Desde hace más de quince años hemos sido testigos de como los gobiernos de nuestro país han ido saldando una deuda con el mundo de la cultura.
Esta expresión la hemos escuchado muchas veces alternando indistintamente los enunciados de diagnósticos y las conclusiones emanadas de sendas comisiones ad hoc.
No es lugar este para detenerse en la larga lista de logros que ello ha supuesto, de hecho estamos ad portas de seguir sumando otro logro más, por lo que podríamos completar la frase avanzando sobre un campo sectorial específico: el mundo de la cultura patrimonial.
En ese tenor me interesa apuntar algunas reflexiones desde mi experiencia disciplinar como Historiador del Arte, sobre las preguntas que derivan de la expresión que se ha utilizado para referirse a ello: deuda.
A partir de esa palabra muchas preguntas se nos vienen encima, de entre ellas les enuncio tres: ¿desde cuando estamos endeudados?, ¿cuál es el monto de esa deuda? y ¿quienes son los deudores y los acreedores de esa deuda?
¿Desde cuando estamos endeudados?
Así como la palabra patrimonio, la palabra deuda es una palabra que viene del campo semántico de la economía.
Sabemos -por lo menos desde Mario Góngora- que el imaginario activo en el discurso de las políticas públicas en Chile, ha ido transitando desde el campo semántico jurídico hacia el de la tecnocracia económica.
Por lo tanto desde que la constitución del Estado Nacional Moderno necesitó inventar una cantidad ingente de activos simbólicos para legitimar su poder, la que hoy nos parece una esquiva voluntad política, antaño fue una fuente inagotable desde donde salieron canciones nacionales, banderas, escudos, monumentos escultóricos y edilicios, por mencionar a los más reconocidos por todos. Los efectos de esta operación ya los ha señalado Hosbwam, cuando demostraba hace algunos años como en las sociedades postcoloniales existía una tendencia a inventar tradiciones, donde el relato de esa memoria se construye a través de unos intérpretes que componen los hechos y experiencias anteriores, otorgándole sentido temporal, histórico.
Estamos endeudados desde el momento mismo en que se olvida para recordar y se recuerda por ausencia. Por lo que necesariamente se termina fabricando un producto, una memoria nueva, sin pasado, donde lo autentico no estaría entonces en una suerte de “verdad original”, sino que más bien por la capacidad de construir un relato verosímil y legitimador.
Esa autenticidad legitimada es la que se expresa en nuestras sociedades a partir del ejercicio de domesticar la historia, la que finalmente termina en una “democracia de la memoria”, por lo que vamos llegando al Bicentenario con las necesidades impuestas desde la necesaria gestión del recuerdo –acertada expresión de Manuel Vicuña-, en donde las normas legales vigentes no se condicen con la realidad estructural de nuestro país, anacronía sobre la cual muchos hemos insistido desde hace más de quince años.
¿Cuál es el monto de esa deuda?
Seamos concretos ¿de cuanto estamos hablando?, ¿se pueden cuantificar los haberes del patrimonio? Claro que si. Si la palabra patrimonio viene de la economía obviamente se puede cuantificar, de hecho en el mercado de arte –tanto el oficial como el ilícito- se nos sorprende día a día transando lo intangible con valores exorbitantemente tangibles, haciendo de este uno de los ámbitos importantes de crecimiento tanto en las economías formales como las informales.
Sin embargo sabemos que con el crecimiento no basta.
Se debe equilibrar el desarrollar y el conservar.
De hecho los ecologistas saben que la mejor manera de conservar algo es aumentando su número, de ahí que la vulnerabilidad de los bienes naturales en tanto no renovables se puede mitigar -en parte- a través de intervenciones que promuevan su reproducción, sobre todo hoy en día en que la tecnología nos permite creer que todo puede ser hecho en cualquier momento y cualquier lugar, sin embargo con los bienes patrimoniales todo es diferente. Mozart o Rembrandt no pueden ser inventados nuevamente, ellos sólo pueden ser recordados.
Por lo anterior una comunidad local o un estado nacional pueden cuantificar con meridiana exactitud el valor de su patrimonio, ya que son participes activos tanto en la producción y la conservación de éste.
De hecho la comunidad internacional ha tenido una conciencia de ello desde –al menos- fines del siglo XIX, por lo que a la deuda nacional que se acumula en una cantidad cada vez más progresiva de conocimiento patrimonial que no se refrenda en un sistema que lo legitime, hay que sumar una deuda internacional, en donde comparativamente esa ingente cantidad de saber ha ido encontrando herramientas para instalar una cultura patrimonial allí donde ésta dice relación con el conocimiento transferido y diseminado en sociedades que activamente colocan esta demanda sectorial integrándola a la vida social a través de un régimen jurídico coherente.
¿Quienes son los deudores y los acreedores?
Pacta sunt servanda (Los pactos deben ser servidos), esta expresión latina que sirve de base al ordenamiento jurídico internacional del mundo occidental nos recuerda, hoy más que nunca, que las confianzas fundamentales entre los pueblos dependen de un entendimiento que va más allá de cuestiones esencialistas como el genoma humano –patrimonio de la humanidad desde 1997- el que paradojalmente nos debería obligar a reconocernos más que nunca iguales los unos a los otros en un contexto en donde pareciera que las distancias entre esos unos y esos otros parecieran ser cada vez más insalvables.
Si los pactos deben ser cumplidos, en el grupo de los que deben podríamos ubicar a todos aquellos que no los cumplen, ya sea por que los desconocen unilateralmente, los obvian, o los cumplen a medias. Esto último es finalmente lo más perverso, ya conocemos eso virtudes públicas/vicios privados. En el lado de los acreedores tendríamos en cambio a todos aquellos que habiendo cumplido con su parte del trato esperan reciprocidad.
Desde esta metáfora analítica no cabrían las victimas ni los victimarios, simplemente deudores y acreedores, es decir del derecho penal nos pasamos al derecho comercial.
Desde 1813 el Estado de Chile ha puesto en circulación algunos instrumentos jurídicos para normar la responsabilidad que le cabe dentro de la conservación de aquello que es parte importante de lo que él mismo inventó para construir su legitimidad simbólica.
Uno podrá suponer –desde la más profunda ingenuidad jurídica- que las políticas públicas deben estar en línea con ciertos objetivos generales de la ordenación jurídica del Estado, y en ese caso la pertinencia y la coherencia de las mismas deviene casi por añadidura.
Sin embargo somos demasiado humanos. Por lo demás nuestra formación disciplinar y luego nuestro trabajo cotidiano nos ha demostrado que no podemos desconocer los distintos contextos históricos en que han operado estas políticas públicas. Lo que nos pareció útil y correcto en su momento hoy puede ser un verdadero lastre, sobre todo si recordamos que en el colegio nos enseñaron que la ley manda, prohíbe y permite.
Pues bien, cuando la ley sólo manda y/o prohíbe, no permitiendo nada, es sospechoso.
Intervención de José de Nordenflycht, Presidente de ICOMOS Chile, en la Mesa Redonda Formulación de Políticas Públicas y Legislación Patrimonial en Chile, convocada por la I. Municipalidad de Valparaíso, Sala Obra Gruesa de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Valparaíso, 28 de junio de 2006.
Esta expresión la hemos escuchado muchas veces alternando indistintamente los enunciados de diagnósticos y las conclusiones emanadas de sendas comisiones ad hoc.
No es lugar este para detenerse en la larga lista de logros que ello ha supuesto, de hecho estamos ad portas de seguir sumando otro logro más, por lo que podríamos completar la frase avanzando sobre un campo sectorial específico: el mundo de la cultura patrimonial.
En ese tenor me interesa apuntar algunas reflexiones desde mi experiencia disciplinar como Historiador del Arte, sobre las preguntas que derivan de la expresión que se ha utilizado para referirse a ello: deuda.
A partir de esa palabra muchas preguntas se nos vienen encima, de entre ellas les enuncio tres: ¿desde cuando estamos endeudados?, ¿cuál es el monto de esa deuda? y ¿quienes son los deudores y los acreedores de esa deuda?
¿Desde cuando estamos endeudados?
Así como la palabra patrimonio, la palabra deuda es una palabra que viene del campo semántico de la economía.
Sabemos -por lo menos desde Mario Góngora- que el imaginario activo en el discurso de las políticas públicas en Chile, ha ido transitando desde el campo semántico jurídico hacia el de la tecnocracia económica.
Por lo tanto desde que la constitución del Estado Nacional Moderno necesitó inventar una cantidad ingente de activos simbólicos para legitimar su poder, la que hoy nos parece una esquiva voluntad política, antaño fue una fuente inagotable desde donde salieron canciones nacionales, banderas, escudos, monumentos escultóricos y edilicios, por mencionar a los más reconocidos por todos. Los efectos de esta operación ya los ha señalado Hosbwam, cuando demostraba hace algunos años como en las sociedades postcoloniales existía una tendencia a inventar tradiciones, donde el relato de esa memoria se construye a través de unos intérpretes que componen los hechos y experiencias anteriores, otorgándole sentido temporal, histórico.
Estamos endeudados desde el momento mismo en que se olvida para recordar y se recuerda por ausencia. Por lo que necesariamente se termina fabricando un producto, una memoria nueva, sin pasado, donde lo autentico no estaría entonces en una suerte de “verdad original”, sino que más bien por la capacidad de construir un relato verosímil y legitimador.
Esa autenticidad legitimada es la que se expresa en nuestras sociedades a partir del ejercicio de domesticar la historia, la que finalmente termina en una “democracia de la memoria”, por lo que vamos llegando al Bicentenario con las necesidades impuestas desde la necesaria gestión del recuerdo –acertada expresión de Manuel Vicuña-, en donde las normas legales vigentes no se condicen con la realidad estructural de nuestro país, anacronía sobre la cual muchos hemos insistido desde hace más de quince años.
¿Cuál es el monto de esa deuda?
Seamos concretos ¿de cuanto estamos hablando?, ¿se pueden cuantificar los haberes del patrimonio? Claro que si. Si la palabra patrimonio viene de la economía obviamente se puede cuantificar, de hecho en el mercado de arte –tanto el oficial como el ilícito- se nos sorprende día a día transando lo intangible con valores exorbitantemente tangibles, haciendo de este uno de los ámbitos importantes de crecimiento tanto en las economías formales como las informales.
Sin embargo sabemos que con el crecimiento no basta.
Se debe equilibrar el desarrollar y el conservar.
De hecho los ecologistas saben que la mejor manera de conservar algo es aumentando su número, de ahí que la vulnerabilidad de los bienes naturales en tanto no renovables se puede mitigar -en parte- a través de intervenciones que promuevan su reproducción, sobre todo hoy en día en que la tecnología nos permite creer que todo puede ser hecho en cualquier momento y cualquier lugar, sin embargo con los bienes patrimoniales todo es diferente. Mozart o Rembrandt no pueden ser inventados nuevamente, ellos sólo pueden ser recordados.
Por lo anterior una comunidad local o un estado nacional pueden cuantificar con meridiana exactitud el valor de su patrimonio, ya que son participes activos tanto en la producción y la conservación de éste.
De hecho la comunidad internacional ha tenido una conciencia de ello desde –al menos- fines del siglo XIX, por lo que a la deuda nacional que se acumula en una cantidad cada vez más progresiva de conocimiento patrimonial que no se refrenda en un sistema que lo legitime, hay que sumar una deuda internacional, en donde comparativamente esa ingente cantidad de saber ha ido encontrando herramientas para instalar una cultura patrimonial allí donde ésta dice relación con el conocimiento transferido y diseminado en sociedades que activamente colocan esta demanda sectorial integrándola a la vida social a través de un régimen jurídico coherente.
¿Quienes son los deudores y los acreedores?
Pacta sunt servanda (Los pactos deben ser servidos), esta expresión latina que sirve de base al ordenamiento jurídico internacional del mundo occidental nos recuerda, hoy más que nunca, que las confianzas fundamentales entre los pueblos dependen de un entendimiento que va más allá de cuestiones esencialistas como el genoma humano –patrimonio de la humanidad desde 1997- el que paradojalmente nos debería obligar a reconocernos más que nunca iguales los unos a los otros en un contexto en donde pareciera que las distancias entre esos unos y esos otros parecieran ser cada vez más insalvables.
Si los pactos deben ser cumplidos, en el grupo de los que deben podríamos ubicar a todos aquellos que no los cumplen, ya sea por que los desconocen unilateralmente, los obvian, o los cumplen a medias. Esto último es finalmente lo más perverso, ya conocemos eso virtudes públicas/vicios privados. En el lado de los acreedores tendríamos en cambio a todos aquellos que habiendo cumplido con su parte del trato esperan reciprocidad.
Desde esta metáfora analítica no cabrían las victimas ni los victimarios, simplemente deudores y acreedores, es decir del derecho penal nos pasamos al derecho comercial.
Desde 1813 el Estado de Chile ha puesto en circulación algunos instrumentos jurídicos para normar la responsabilidad que le cabe dentro de la conservación de aquello que es parte importante de lo que él mismo inventó para construir su legitimidad simbólica.
Uno podrá suponer –desde la más profunda ingenuidad jurídica- que las políticas públicas deben estar en línea con ciertos objetivos generales de la ordenación jurídica del Estado, y en ese caso la pertinencia y la coherencia de las mismas deviene casi por añadidura.
Sin embargo somos demasiado humanos. Por lo demás nuestra formación disciplinar y luego nuestro trabajo cotidiano nos ha demostrado que no podemos desconocer los distintos contextos históricos en que han operado estas políticas públicas. Lo que nos pareció útil y correcto en su momento hoy puede ser un verdadero lastre, sobre todo si recordamos que en el colegio nos enseñaron que la ley manda, prohíbe y permite.
Pues bien, cuando la ley sólo manda y/o prohíbe, no permitiendo nada, es sospechoso.
Intervención de José de Nordenflycht, Presidente de ICOMOS Chile, en la Mesa Redonda Formulación de Políticas Públicas y Legislación Patrimonial en Chile, convocada por la I. Municipalidad de Valparaíso, Sala Obra Gruesa de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Valparaíso, 28 de junio de 2006.
junio 22, 2006
Políticas Públicas y Legislación Patrimonial en Chile
ICOMOS Chile ha aceptado la invitación que nos hiciera la I. Municipalidad de Valparaíso para participar en una mesa redonda que espera ser un aporte al necesario debate nacional que debe alimentar de manera crítica, transparente e informada el proceso de construcción de la Institucionalidad Patrimonial en nuestro país, en ese ánimo transcribimos la invitación para su difusión:
> Con motivo del aniversario de la nominación de Valparaíso como Patrimonio de la Humanidad, la I. Municipalidad ha organizado una serie de actividades y eventos conmemorativos que próximamente serán enviados a través de nuestro Boletín de Actividades Culturales.
En el ámbito de la discusión patrimonial hemos organizado, en conjunto con la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, una mesa redonda denominada “Formulación de Políticas Públicas y Legislación Patrimonial en Chile”, que se realizará en la Sala Obra Gruesa de la Casa Central de la Universidad el día miércoles 28 del presente a partir de las 10, 30 horas.
Este espacio pretende hacer un estado del arte y una proyección de cómo y cuáles deberían ser los desafíos de la institucionalidad, la formulación de políticas nacionales y/o locales y la necesaria discusión legislativa en relación a un tema de tanta importancia para el desarrollo de la cultura de nuestro país.
En tal contexto, Valparaíso, en su calidad de ciudad - patrimonio ha obtenido una gran experiencia en el manejo de los instrumentos actualmente existentes y pensamos que es el momento de dar paso a una discusión nacional acerca del problema.
Participarán de este encuentro Nivia Palma, Directora Nacional de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (DIBAM); Oscar Acuña, Director Nacional del Consejo de Monumentos Nacionales; Cecilia García - Huidobro, Presidenta de la Corporación Patrimonio de Chile; José de Nordenflycht, Presidente de ICOMOS - Chile; Nelson Vásquez y Jorge Sánchez, académicos del Centro de Estudios Patrimoniales de PUCV y Aldo Cornejo, Alcalde de la ciudad de Valparaíso.
Esperamos contar con su importante presencia y activa participación en este nuevo desafío.
Atentamente,
Luciano René San Martín Gormaz
Director Dirección de Desarrollo Cultural y Patrimonio
I.Municipalidad de Valparaíso >
> Con motivo del aniversario de la nominación de Valparaíso como Patrimonio de la Humanidad, la I. Municipalidad ha organizado una serie de actividades y eventos conmemorativos que próximamente serán enviados a través de nuestro Boletín de Actividades Culturales.
En el ámbito de la discusión patrimonial hemos organizado, en conjunto con la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, una mesa redonda denominada “Formulación de Políticas Públicas y Legislación Patrimonial en Chile”, que se realizará en la Sala Obra Gruesa de la Casa Central de la Universidad el día miércoles 28 del presente a partir de las 10, 30 horas.
Este espacio pretende hacer un estado del arte y una proyección de cómo y cuáles deberían ser los desafíos de la institucionalidad, la formulación de políticas nacionales y/o locales y la necesaria discusión legislativa en relación a un tema de tanta importancia para el desarrollo de la cultura de nuestro país.
En tal contexto, Valparaíso, en su calidad de ciudad - patrimonio ha obtenido una gran experiencia en el manejo de los instrumentos actualmente existentes y pensamos que es el momento de dar paso a una discusión nacional acerca del problema.
Participarán de este encuentro Nivia Palma, Directora Nacional de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (DIBAM); Oscar Acuña, Director Nacional del Consejo de Monumentos Nacionales; Cecilia García - Huidobro, Presidenta de la Corporación Patrimonio de Chile; José de Nordenflycht, Presidente de ICOMOS - Chile; Nelson Vásquez y Jorge Sánchez, académicos del Centro de Estudios Patrimoniales de PUCV y Aldo Cornejo, Alcalde de la ciudad de Valparaíso.
Esperamos contar con su importante presencia y activa participación en este nuevo desafío.
Atentamente,
Luciano René San Martín Gormaz
Director Dirección de Desarrollo Cultural y Patrimonio
I.Municipalidad de Valparaíso >
junio 20, 2006
Del papel al blog: las ideas siguen aquí.
A propósito de la última publicación de la serie Patrimonio en Peligro de ICOMOS Underwater Cultural Heritage At Risk: Managing Natural And Human Impacts (editado por Robert Grenier, David Nutley and Ian Cochran, Abril 2006), que da cuenta de una de las áreas emergentes (nunca mejor dicho) con más rápido desarrollo y legitimación en la cultura patrimonial mundial de los últimos años, debemos recordar el valor que han tenido este tipo de publicaciones en la historia de los aportes capitales que ha hecho ICOMOS al debate internacional sobre la doctrina patrimonial.
Desde su origen ICOMOS ha tenido como objetivo principal formar una red interdisciplinaria de especialistas que sean el referente doctrinal y técnico de las intervenciones para la salvaguarda y puesta en valor del patrimonio mundial.
Para a esta tarea una de las herramientas principales han sido distintas plataformas de comunicación entre sus miembros y hacia la sociedad en su conjunto.
Desde una revista con perfil eminentemente científico como MONUMENTUM, o las series monográficas de la REVISTA CIENTÍFICA DEL ICOMOS, hasta boletines de información más abiertos en sus propósitos informativos como fue primero ICOMOS INFORMATION y el vigente ICOMOS NEWSLETTER, el papel ha sido el soporte de todas nuestras ideas.
Es más, desde hace tiempo la misión no ha sido sólo publicar sino que también acopiar y transferir todo tipo de textos a través del CENTRO DE DOCUMENTACIÓN DE ICOMOS -a cargo en París del siempre diligente José García- el que se ha convertido en uno de los importantes instrumentos en nuestro trabajo cotidiano, por lo que sigue siendo absolutamente imprescindible estrechar nuestra vinculación a él tanto en consultas como en aportes.
Sin embargo el papel ya se ha convertido en un soporte complejo por la paradoja que supone su imprescindible presencia a la vez que su acelerada obsolescencia, problema que por cierto no podemos obviar por mucho que algunos estemos absolutamente sometidos por los placeres hápticos del texto impreso.
De ahí que a las herramientas ya reseñadas se suman las que entregan la nuevas tecnologías de la información y comunicación, lo que nos obliga necesariamente a estar en línea con nuestras propias ideas.
El blog resiste todo, dirán las generaciones futuras.
Desde su origen ICOMOS ha tenido como objetivo principal formar una red interdisciplinaria de especialistas que sean el referente doctrinal y técnico de las intervenciones para la salvaguarda y puesta en valor del patrimonio mundial.
Para a esta tarea una de las herramientas principales han sido distintas plataformas de comunicación entre sus miembros y hacia la sociedad en su conjunto.
Desde una revista con perfil eminentemente científico como MONUMENTUM, o las series monográficas de la REVISTA CIENTÍFICA DEL ICOMOS, hasta boletines de información más abiertos en sus propósitos informativos como fue primero ICOMOS INFORMATION y el vigente ICOMOS NEWSLETTER, el papel ha sido el soporte de todas nuestras ideas.
Es más, desde hace tiempo la misión no ha sido sólo publicar sino que también acopiar y transferir todo tipo de textos a través del CENTRO DE DOCUMENTACIÓN DE ICOMOS -a cargo en París del siempre diligente José García- el que se ha convertido en uno de los importantes instrumentos en nuestro trabajo cotidiano, por lo que sigue siendo absolutamente imprescindible estrechar nuestra vinculación a él tanto en consultas como en aportes.
Sin embargo el papel ya se ha convertido en un soporte complejo por la paradoja que supone su imprescindible presencia a la vez que su acelerada obsolescencia, problema que por cierto no podemos obviar por mucho que algunos estemos absolutamente sometidos por los placeres hápticos del texto impreso.
De ahí que a las herramientas ya reseñadas se suman las que entregan la nuevas tecnologías de la información y comunicación, lo que nos obliga necesariamente a estar en línea con nuestras propias ideas.
El blog resiste todo, dirán las generaciones futuras.
junio 19, 2006
Nuevo Directorio ICOMOS Chile 2006-2008

El 3 de mayo recién pasado se constituyó en sus funciones el nuevo Directorio de ICOMOS Chile para el trienio 2006-2008.
Los nuevos directores habían sido elegidos por la Asamblea General de la institución el 26 de abril.
El Directorio decidió unánimemente fijar su sede operativa en la ciudad de Valparaíso (Sitio del Patrimonio Mundial 2003), aceptando la generosa invitación de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso para hospedarse en dependencias del Instituto de Historia de esta prestigiosa casa de estudios, la cual es Miembro Institucional de ICOMOS Chile desde el año 2005.
Dirección postal: Comité Chileno del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios ICOMOS-Chile co/ Instituto de Historia PUCV, Avenida Brasil # 2950, Valparaíso, CHILE.
Dirección de correo electrónico: icomoschile gmail.com
En la fotografía adjunta (de izq. a der.): Patricio Duarte (Tesorero), Marcela Hurtado (Secretaria General), José de Nordenflycht (Presidente), Sylvia Pirotte (Directora) y Jorge Atria (Vicepresidente).
junio 14, 2006
¿HASTA CUANDO SEGUIREMOS CONMEMORANDO LA OBSOLESCENCIA?
Ayer, martes trece –que ironía- se cumplió un año del terremoto que devastó parte importante del patrimonio cultural de Chile. Menos de cinco meses después -el 21 de octubre de ese mismo año- la delegación de ICOMOS Chile a la 15ª Asamblea General del ICOMOS reunida en X’ian, propuso la siguiente Resolución que aclamada unánimemente:
“ 4. Terremoto en el Desierto de Atacama, Chile.
Propuesta por ICOMOS Chile
Teniendo en cuenta que la 15ª Asamblea General y el Simposio Científico dedicará dicha reunión al tema de monumentos y sitios y su entorno, y tomando en cuenta que:
- En el extremo norte de Chile, en la zona oriental del desierto de Atacama se encuentra un sinnúmero de pequeños poblados conformados en torno de lo que fuera la antigua ruta Inca y posteriormente el Camino Real. El tramo con sus particulares estructuras arquitectónicas, constituyen un indudable patrimonio cultural que incluye bienes mueble y un frágil patrimonio intangible;
- El 13 de Junio del presente año, un feroz terremoto asolara la zona con una intensidad de 7.9 de la escala Richter dejando en ruinas una buena parte de los poblados e iglesias de la ruta; y
- Dado el aislamiento, la precariedad del medio y su casi nula gravitación económica en el país, ha traído como consecuencia una lenta intervención, una inexistente restauración, como también proyectos facilistas y apresurados de conservación y restauración que distan en mucho de ser los adecuados.
La 15ª Asamblea General de ICOMOS, reunida en Xi’an, China, en Octubre del 2005 resuelve:
• Recomendar de forma urgente a las autoridades nacionales pertinentes y al gobierno de Chile que un numero adecuado de especialistas constituyan un equipo para preparar un plan maestro de intervención que incluya la consolidación, restauración y su posterior conservación y mantenimiento; y
• Recomendar que dichos especialistas constituyan un equipo interdisciplinario con el fin de proteger los bienes en su integridad es decir, los bienes culturales inmuebles, muebles, como también su entorno, medio ambiente, patrimonio natural y el frágil patrimonio intangible. “
Han pasado ocho meses y –según se nos anuncia por la prensa- pasaran como mínimo cuatro meses más hasta comenzar a ver resultados de las operaciones de intervención movilizadas para la recuperación del patrimonio social e histórico implicado en el área devastada, de hecho se cumpliría un año desde la 15ª Asamblea General del ICOMOS.
Esperemos que no tengamos que seguir conmemorando la obsolescencia.
Ver texto completo de las Resoluciones de la 15ª Asamblea General del ICOMOS en: www.international.icomos.org/xian2005/resolutions15ga-sp.htm
mayo 30, 2006
¿Quién fue Roberto Montandon Paillard?: Fragmentos de una entrevista inédita
José de Nordenflycht: ¿Cuál fue su formación en el campo de la restauración arquitectónica?
Roberto Montandon:
Más práctica que académica.
Mis años de profesorado en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Chile se concentraron en los Seminarios de Historia de la Arquitectura, pero con mayor tendencia a la arquitectura que se hace en Chile, no la arquitectura chilena, la arquitectura en Chile. Porque cuando cualquier arquitecto francés realiza un proyecto en Chile y lo construye, es arquitectura francesa, pero arquitectura en Chile, por que se hizo en Chile. Entonces durante 15 años me dediqué a eso, no exclusivamente, pero esa era mi relación con la Facultad, que quedó representada por la dirección de esos Seminarios.
La restauración la inicié con fondos fiscales, porqué en ese tiempo eran los únicos que habían. Por lo demás la restauración en Chile era prácticamente desconocida cuando la inicié en 1949, no recuerdo restauraciones hechas anteriormente. Reparaciones de casas claro que sí, pero la restauración es una disciplina bastante diferente que la simple refacción o consolidación de un edificio viejo; por más valioso que sea; que es lo que se había hecho hasta ese entonces, ya que la restauración significa toda una metodología en donde desde luego hay que adentrarse en el problema, estudiar todos sus aspectos, conocer los materiales, conocer la historia del monumento, para poder comprenderlo mejor.
Así empecé desde el año 1949, no diré que con una continuidad perfecta; porque era un ritmo un poco dirigido por los presupuestos fiscales; hasta hoy. Después intervinieron más personas, desde luego que no quedé solo, gracias a los cursos de Historia de la Arquitectura que se dieron en las dos Facultades de Arquitectura del país, pero principalmente en la Facultad de la Universidad de Chile, nacieron vocaciones que no existían antes.
JdN: ¿Cuál es la materia de la cual está compuesto el patrimonio en Chile?
El patrimonio histórico en construcción, son los pukarás precolombinos, después viene la arquitectura colonial traída por los españoles y no hubo ningún injerto de uno sobre el otro, porque las obras de construcción indígenas no eran obras de arquitectura en sí, eran conglomerados urbanos con rasgos interesantes, muy primitivos pero muy interesantes. ¿Qué era el pukará?, la traducción literal es “ciudad fortificada”, está en general en lugares no inaccesibles pero fácilmente defendibles, por lo general son colinas, en esos lugares un poco empinados el espacio es un poco avaro, entonces se hacen las casas en menor tamaño y agrupadas de manera que unas se tocan con las otras, con pequeñas calles; en donde apenas pasaba una llama; que comunicaba estas casas, y también el derecho de paso comunicaba las casas, casi todos los pukarás eran escalonados, eso le daba su forma.
Después viene la arquitectura española en Chile que no fue muy grandiosa. Hay una muestra maravillosa pero ya del siglo XVIII que es la Moneda. La Moneda es un testimonio magnífico, es herreriano, pero fue del siglo XVIII y hecho con gente de allá (Europa). La arquitectura se hizo antes de esto más bien con obreros, con artesanos, con gente que trabajaba el adobe, con carpinteros y así se construían las casas, y algunos talladores, canteros que lograron hacer bonitas portadas. Es más modesta la arquitectura, pero puede ser interesante y las casas de campo por la inmensa superficie construida y por la cantidad de pequeños patios que forman parte del contexto las hace casi únicas en su género, así que en realidad tienen mucho valor. Llegan después los franceses, el primero en llegar creo que es Hervage, no se sabe si era constructor o arquitecto, pero logró hacer los primeros trabajos de arquitectura aquí, como aporte europeo no hispano, después viene todo ese rosario –sic- de franceses e italianos que construyen las iglesias, construyen muchas mansiones, como el Palacio Cousiño, el Palacio Pereira, la Embajada de Brasil, y el mismo ex-Congreso Nacional, que es un edificio relevante de mucha calidad. Así que la restauración nace un poco pasado el furor de la bauhaus, porque durante la bauhaus no hubo ningún intento, ningún interés en salvaguardar edificios que no fueran funcionales.
JdN: ¿Cómo estuvo relacionada su labor en el Consejo de Monumentos Nacionales?
R.M: El Consejo de Monumentos Nacionales se crea en 1925 con una ley bastante limitada, pero hay que reconocer que esa ley es una de las más antiguas que hay en el mundo, es curiosísimo pero así es. Solo algunos países como Alemania tenían algo, pero Francia la tuvo bastante más tarde, allí hubo otro tipo de iniciativas anteriores pero no eran leyes, no era un Consejo, eso viene bastante después. En Chile se formó un Consejo que luego de dos o tres años se disuelve ya que no hubo ningún interés, yo lo digo por los antiguos archivos del Consejo, no se cuantos años estuvo en función, pero fue una función absolutamente limitada, se limitaron a declarar Monumento Histórico Nacional a no más de veinte edificios, en toda su trayectoria. En el año 1949 a 1950 renació, fue cuando me incorporé como asesor.
JdN: ¿Qué papel desempeña Ud. a partir de ese momento?
RM: Yo dirigía los trabajos de restauración, solicitaba los materiales que necesitaba. Cada Provincia tenía una oficina, y un arquitecto provincial, eran unas pequeñas oficinas con; a veces; un solo arquitecto o un par de arquitectos, o un constructor civil. Ellos pagaban la planilla de obreros, yo no tocaba un peso, los fondos se transferían automáticamente, y así se trabajaba. Después me tocó prácticamente redactar la ley de 1970, me demoré bastante. En ese tiempo el Ministro de Educación era Máximo Pacheco, que era el Presidente del Consejo por derecho propio. Hoy día existe un vicepresidente ejecutivo, porque se ha visto que el Ministro no tiene tiempo. Esa ley se dictó en septiembre del año 1970, y era ya una ampliación muy generosa de la ley de 1925, además yo tenía mucha experiencia en ese sentido, habían varias leyes europeas, y para mí fue bastante más fácil que otra persona el redactar una ley, claro que me la revisó un abogado, porque los abogados siempre se meten en estas cosas, además se necesitaba una persona que conociera la Constitución, porque uno puede también equivocarse frente a la Constitución, siempre hay un enlace de leyes. La aplicación de la ley desde el momento en que se promulgó, significó un mayor interés principalmente de parte de la Dirección de Arquitectura, porque nunca la ley del presupuesto otorgó dinero el Consejo. Desde entonces hasta ahora el Consejo de Monumentos Nacionales no tiene ni para estampillas, eso lo financia la Dirección General de Bibliotecas Archivos y Museos, donde estamos cobijados, es decir donde sesionamos y donde está la secretaria. Pero en fin logramos contar anualmente con un pequeño presupuesto que dedicamos a la restauración. Eso duró hasta el año 1982, gracias a eso pude trabajar durante quince años, no seguidos, en la restauración de los fuertes de Valdivia que es la obra más larga que he tenido y de mayor volumen. También mi participación en la restauración del Palacio de la Moneda, eso durante siete años, en donde prácticamente vivía en la Moneda. Trabajo muy interesante y complejo ya que la Moneda es inmensa. Fue encontrada no en ruina, pero destruida en un sentido, el incendio destruyó toda la madera, todos los pisos, todas las techumbres, la mayor parte de los muebles, es decir estaban solo las paredes en pie, de quince metros de alto, ya que no había piso intermedio, entonces era como un ruina romana, realmente impresionante. Las bombas lanzadas en la Moneda no tenían poder de destrucción, no eran bombas de demolición, como en los tiempos de la guerra en Europa se lanzaban contra las ciudades, sino que causaron el incendio, porque habían muchos balones de gas que estallaron, provocando un incendio feroz alimentado con todo ese gas, más una madera vieja de doscientos años, así que estaban todas las condiciones para un incendio de proporción. Después de esto contamos el año 1981 con ayudas alemanas sobre todo para la restauración de iglesias y actualmente hemos tenido un pequeño aporte español con ocasión del Quinto Centenario, un poco irregular ya que en estos momentos no hemos recibido nada... es un poco deprimente hasta cierto punto, no solamente hablo yo, sino todos los que hemos trabajado en este campo, y mucha gente que se interesa por la historia, lamentando que las actividades de restauración no fueran más continuadas.
JdN: En el comienzo de su labor ¿cómo se lleva a cabo la evacuación y detección del patrimonio arquitectónico?, ¿se confecciona un catastro sistemático?, ¿cuál era el criterio?
RM: Tuve el privilegio de conocer Chile desde hace muchos años, no las ciudades sino que el interior, y pude así formarme la imagen, no hacer un inventario metódico, sino que por lo menos recordarme de muchas cosas, que cuando llegó el momento de poder iniciar una actividad es este sentido me sirvieron mucho. La parte norte de Chile es para mí particularmente importante, así que inicié mis trabajos en el norte y también en Valdivia. Mi primera obra de restauración en el Norte ha sido el pukara de Lasana el año 1949, junto con eso inicié trabajos en el fuerte de Niebla y en el año siguiente se agregó la Iglesia de Santa María de Achao, en la primera restauración que se le hizo .Después Chiloé ha sido un lugar privilegiado porque va a ser objeto de un estudio hecho por todo un grupo de arquitectos de la Universidad de Chile, con Hernán Montecinos a la cabeza que es el gran especialista de Chiloé.
JdN: ¿Cómo evalúa el valor de un monumento?
RM: Hay un sentido en donde debe haber un conocimiento base, saber como es la arquitectura clásica, porque todo el siglo XIX en Chile ;donde se construye tanto; es clásico, con algunas muestras de gótico hacia el final del siglo, sobre todo aplicado a iglesias, pero por lo general todo es neoclásico. Hay también una buena dosis de sensibilidad, fuera del conocimiento hay sensibilidad. Hay una parte histórica y puede haber ausencia de aspecto artístico. Entonces hay que evaluar si la parte histórica sola puede tener meritos suficientes para que se declarado Monumento Nacional ese edificio. Por ejemplo el lugar del nacimiento de O’Higgins es para todo el mundo en consenso un lugar que se declara monumento aunque sea una choza, acuérdese que la choza donde nació Lincoln es Monumento Nacional en Estados Unidos, y era en realidad un rancho de troncos, es el ejemplo más simple que puedo dar. Generalmente se une la historia con la arquitectura, son los dos condimentos en buenas cuentas.
JdN: ¿Qué ocurre en Chile con respecto a la restauración en contextos urbanos?
RM: Mire de repente se dieron cuenta los conjuntos eran tan importantes o más que el monumento aislado, o que un monumento no vive aislado nunca, tiene un entorno. Un entorno que es muchas veces de su tiempo, que es sumamente interesante también. Por ejemplo en esos burgos medievales, alrededor de la iglesia, tienen una serie de casas medievales que tiene un valor inmenso, además forman un conjunto de sugerencia, de callejuelas tortuosas, que forman un todo junto al monumento que sería la iglesia. Entonces el sentido de protección no va dirigido al monumento aislado sino que al conjunto que es homogéneo. En general todos los conjuntos anteriores al siglo XIX son homogéneos, ahora es donde hay una disparidad total. Se ha llegado a declarar Monumento Histórico una calle , dos calles, un burgo entero, una parte de una ciudad, como Venecia y aquí en América Guanajuato en México o el Cuzco en Perú. Ello implica una mayor interdisciplina, ya que involucra el aspecto jurídico, el aspecto social, hay que hacer partícipe de eso a los habitantes, que son los que tienen que colaborar, porque es una especie de congelación cuando se declara monumento histórico... (…) Lo congela por que Ud. no lo puede transformar, no lo puede demoler, o puede vender, y el comprador adquiere también todas las obligaciones, si es un conjunto histórico como Guanajuato por ejemplo, Ud. no puede intervenir su casa sin presentar un proyecto a la comisión de arquitectura de Guanajuato, no puede transformar su casa en cualquier cosa, o sea que hay una limitación. Y muchas veces ese congelamiento perjudica monetariamente a sus propietarios. Aquí en Chile es terrible porque el propietario no recibe un cinco, en otras partes recibe una liberación de impuestos, sobre todo impuesto territorial por ejemplo, o bien subsidios o prestamos en Europa es común. Por eso que el propietario de un monumento no se hecha a morir cuando recibe la noticia de que su casa es monumento nacional, porque sabe que el Estado lo va a proteger. Pero aquí no, la ley dice que el dueño tendrá la obligación de mantenerlo en buen estado. Imagínese en buen estado si es una casa de cinco piezas, allí no es difícil , pero cuando tiene un Palacio Pereira ¿quién lo mantiene?, bueno y el Palacio Pereira está cayéndose y tiene un dueño que no es tan pobre pero de todos modos ¿qué hace?, si piensa que la restauración del Palacio Pereira puede costar fácilmente 300 millones de pesos, cualquiera no los tiene. Ese es el congelamiento que me refiero yo.
JdN: Es decir que para la restauración existe una relación que se establece con el habitante del monumento.
RM :En un monumento es un factor aislado, pero cuando tiene 220 casas, son 220 problemas sociales. Por lo general en Europa lo hacen muy bien, es una labor de convencimiento, es la labor de una comisión que visita casa por casa, que ausculta el parecer de las personas, es un trabajo largo y de laboratorio, porque después los datos se van analizando y se llega a veces a resultados muy satisfactorios, siempre con un carácter de ayuda, no como nosotros que no ofrecemos ninguna compensación.
Fotografía adjunta: Ceremonia de nombramiento de Roberto Montandon como Profesor Honorario de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile. En la foto (de izq. a der. Hernán Montecinos, Roberto Montandón y el Decano Manuel Fernández).
Roberto Montandon:
Más práctica que académica.
Mis años de profesorado en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Chile se concentraron en los Seminarios de Historia de la Arquitectura, pero con mayor tendencia a la arquitectura que se hace en Chile, no la arquitectura chilena, la arquitectura en Chile. Porque cuando cualquier arquitecto francés realiza un proyecto en Chile y lo construye, es arquitectura francesa, pero arquitectura en Chile, por que se hizo en Chile. Entonces durante 15 años me dediqué a eso, no exclusivamente, pero esa era mi relación con la Facultad, que quedó representada por la dirección de esos Seminarios.
La restauración la inicié con fondos fiscales, porqué en ese tiempo eran los únicos que habían. Por lo demás la restauración en Chile era prácticamente desconocida cuando la inicié en 1949, no recuerdo restauraciones hechas anteriormente. Reparaciones de casas claro que sí, pero la restauración es una disciplina bastante diferente que la simple refacción o consolidación de un edificio viejo; por más valioso que sea; que es lo que se había hecho hasta ese entonces, ya que la restauración significa toda una metodología en donde desde luego hay que adentrarse en el problema, estudiar todos sus aspectos, conocer los materiales, conocer la historia del monumento, para poder comprenderlo mejor.
Así empecé desde el año 1949, no diré que con una continuidad perfecta; porque era un ritmo un poco dirigido por los presupuestos fiscales; hasta hoy. Después intervinieron más personas, desde luego que no quedé solo, gracias a los cursos de Historia de la Arquitectura que se dieron en las dos Facultades de Arquitectura del país, pero principalmente en la Facultad de la Universidad de Chile, nacieron vocaciones que no existían antes.
JdN: ¿Cuál es la materia de la cual está compuesto el patrimonio en Chile?
El patrimonio histórico en construcción, son los pukarás precolombinos, después viene la arquitectura colonial traída por los españoles y no hubo ningún injerto de uno sobre el otro, porque las obras de construcción indígenas no eran obras de arquitectura en sí, eran conglomerados urbanos con rasgos interesantes, muy primitivos pero muy interesantes. ¿Qué era el pukará?, la traducción literal es “ciudad fortificada”, está en general en lugares no inaccesibles pero fácilmente defendibles, por lo general son colinas, en esos lugares un poco empinados el espacio es un poco avaro, entonces se hacen las casas en menor tamaño y agrupadas de manera que unas se tocan con las otras, con pequeñas calles; en donde apenas pasaba una llama; que comunicaba estas casas, y también el derecho de paso comunicaba las casas, casi todos los pukarás eran escalonados, eso le daba su forma.
Después viene la arquitectura española en Chile que no fue muy grandiosa. Hay una muestra maravillosa pero ya del siglo XVIII que es la Moneda. La Moneda es un testimonio magnífico, es herreriano, pero fue del siglo XVIII y hecho con gente de allá (Europa). La arquitectura se hizo antes de esto más bien con obreros, con artesanos, con gente que trabajaba el adobe, con carpinteros y así se construían las casas, y algunos talladores, canteros que lograron hacer bonitas portadas. Es más modesta la arquitectura, pero puede ser interesante y las casas de campo por la inmensa superficie construida y por la cantidad de pequeños patios que forman parte del contexto las hace casi únicas en su género, así que en realidad tienen mucho valor. Llegan después los franceses, el primero en llegar creo que es Hervage, no se sabe si era constructor o arquitecto, pero logró hacer los primeros trabajos de arquitectura aquí, como aporte europeo no hispano, después viene todo ese rosario –sic- de franceses e italianos que construyen las iglesias, construyen muchas mansiones, como el Palacio Cousiño, el Palacio Pereira, la Embajada de Brasil, y el mismo ex-Congreso Nacional, que es un edificio relevante de mucha calidad. Así que la restauración nace un poco pasado el furor de la bauhaus, porque durante la bauhaus no hubo ningún intento, ningún interés en salvaguardar edificios que no fueran funcionales.
JdN: ¿Cómo estuvo relacionada su labor en el Consejo de Monumentos Nacionales?
R.M: El Consejo de Monumentos Nacionales se crea en 1925 con una ley bastante limitada, pero hay que reconocer que esa ley es una de las más antiguas que hay en el mundo, es curiosísimo pero así es. Solo algunos países como Alemania tenían algo, pero Francia la tuvo bastante más tarde, allí hubo otro tipo de iniciativas anteriores pero no eran leyes, no era un Consejo, eso viene bastante después. En Chile se formó un Consejo que luego de dos o tres años se disuelve ya que no hubo ningún interés, yo lo digo por los antiguos archivos del Consejo, no se cuantos años estuvo en función, pero fue una función absolutamente limitada, se limitaron a declarar Monumento Histórico Nacional a no más de veinte edificios, en toda su trayectoria. En el año 1949 a 1950 renació, fue cuando me incorporé como asesor.
JdN: ¿Qué papel desempeña Ud. a partir de ese momento?
RM: Yo dirigía los trabajos de restauración, solicitaba los materiales que necesitaba. Cada Provincia tenía una oficina, y un arquitecto provincial, eran unas pequeñas oficinas con; a veces; un solo arquitecto o un par de arquitectos, o un constructor civil. Ellos pagaban la planilla de obreros, yo no tocaba un peso, los fondos se transferían automáticamente, y así se trabajaba. Después me tocó prácticamente redactar la ley de 1970, me demoré bastante. En ese tiempo el Ministro de Educación era Máximo Pacheco, que era el Presidente del Consejo por derecho propio. Hoy día existe un vicepresidente ejecutivo, porque se ha visto que el Ministro no tiene tiempo. Esa ley se dictó en septiembre del año 1970, y era ya una ampliación muy generosa de la ley de 1925, además yo tenía mucha experiencia en ese sentido, habían varias leyes europeas, y para mí fue bastante más fácil que otra persona el redactar una ley, claro que me la revisó un abogado, porque los abogados siempre se meten en estas cosas, además se necesitaba una persona que conociera la Constitución, porque uno puede también equivocarse frente a la Constitución, siempre hay un enlace de leyes. La aplicación de la ley desde el momento en que se promulgó, significó un mayor interés principalmente de parte de la Dirección de Arquitectura, porque nunca la ley del presupuesto otorgó dinero el Consejo. Desde entonces hasta ahora el Consejo de Monumentos Nacionales no tiene ni para estampillas, eso lo financia la Dirección General de Bibliotecas Archivos y Museos, donde estamos cobijados, es decir donde sesionamos y donde está la secretaria. Pero en fin logramos contar anualmente con un pequeño presupuesto que dedicamos a la restauración. Eso duró hasta el año 1982, gracias a eso pude trabajar durante quince años, no seguidos, en la restauración de los fuertes de Valdivia que es la obra más larga que he tenido y de mayor volumen. También mi participación en la restauración del Palacio de la Moneda, eso durante siete años, en donde prácticamente vivía en la Moneda. Trabajo muy interesante y complejo ya que la Moneda es inmensa. Fue encontrada no en ruina, pero destruida en un sentido, el incendio destruyó toda la madera, todos los pisos, todas las techumbres, la mayor parte de los muebles, es decir estaban solo las paredes en pie, de quince metros de alto, ya que no había piso intermedio, entonces era como un ruina romana, realmente impresionante. Las bombas lanzadas en la Moneda no tenían poder de destrucción, no eran bombas de demolición, como en los tiempos de la guerra en Europa se lanzaban contra las ciudades, sino que causaron el incendio, porque habían muchos balones de gas que estallaron, provocando un incendio feroz alimentado con todo ese gas, más una madera vieja de doscientos años, así que estaban todas las condiciones para un incendio de proporción. Después de esto contamos el año 1981 con ayudas alemanas sobre todo para la restauración de iglesias y actualmente hemos tenido un pequeño aporte español con ocasión del Quinto Centenario, un poco irregular ya que en estos momentos no hemos recibido nada... es un poco deprimente hasta cierto punto, no solamente hablo yo, sino todos los que hemos trabajado en este campo, y mucha gente que se interesa por la historia, lamentando que las actividades de restauración no fueran más continuadas.
JdN: En el comienzo de su labor ¿cómo se lleva a cabo la evacuación y detección del patrimonio arquitectónico?, ¿se confecciona un catastro sistemático?, ¿cuál era el criterio?
RM: Tuve el privilegio de conocer Chile desde hace muchos años, no las ciudades sino que el interior, y pude así formarme la imagen, no hacer un inventario metódico, sino que por lo menos recordarme de muchas cosas, que cuando llegó el momento de poder iniciar una actividad es este sentido me sirvieron mucho. La parte norte de Chile es para mí particularmente importante, así que inicié mis trabajos en el norte y también en Valdivia. Mi primera obra de restauración en el Norte ha sido el pukara de Lasana el año 1949, junto con eso inicié trabajos en el fuerte de Niebla y en el año siguiente se agregó la Iglesia de Santa María de Achao, en la primera restauración que se le hizo .Después Chiloé ha sido un lugar privilegiado porque va a ser objeto de un estudio hecho por todo un grupo de arquitectos de la Universidad de Chile, con Hernán Montecinos a la cabeza que es el gran especialista de Chiloé.
JdN: ¿Cómo evalúa el valor de un monumento?
RM: Hay un sentido en donde debe haber un conocimiento base, saber como es la arquitectura clásica, porque todo el siglo XIX en Chile ;donde se construye tanto; es clásico, con algunas muestras de gótico hacia el final del siglo, sobre todo aplicado a iglesias, pero por lo general todo es neoclásico. Hay también una buena dosis de sensibilidad, fuera del conocimiento hay sensibilidad. Hay una parte histórica y puede haber ausencia de aspecto artístico. Entonces hay que evaluar si la parte histórica sola puede tener meritos suficientes para que se declarado Monumento Nacional ese edificio. Por ejemplo el lugar del nacimiento de O’Higgins es para todo el mundo en consenso un lugar que se declara monumento aunque sea una choza, acuérdese que la choza donde nació Lincoln es Monumento Nacional en Estados Unidos, y era en realidad un rancho de troncos, es el ejemplo más simple que puedo dar. Generalmente se une la historia con la arquitectura, son los dos condimentos en buenas cuentas.
JdN: ¿Qué ocurre en Chile con respecto a la restauración en contextos urbanos?
RM: Mire de repente se dieron cuenta los conjuntos eran tan importantes o más que el monumento aislado, o que un monumento no vive aislado nunca, tiene un entorno. Un entorno que es muchas veces de su tiempo, que es sumamente interesante también. Por ejemplo en esos burgos medievales, alrededor de la iglesia, tienen una serie de casas medievales que tiene un valor inmenso, además forman un conjunto de sugerencia, de callejuelas tortuosas, que forman un todo junto al monumento que sería la iglesia. Entonces el sentido de protección no va dirigido al monumento aislado sino que al conjunto que es homogéneo. En general todos los conjuntos anteriores al siglo XIX son homogéneos, ahora es donde hay una disparidad total. Se ha llegado a declarar Monumento Histórico una calle , dos calles, un burgo entero, una parte de una ciudad, como Venecia y aquí en América Guanajuato en México o el Cuzco en Perú. Ello implica una mayor interdisciplina, ya que involucra el aspecto jurídico, el aspecto social, hay que hacer partícipe de eso a los habitantes, que son los que tienen que colaborar, porque es una especie de congelación cuando se declara monumento histórico... (…) Lo congela por que Ud. no lo puede transformar, no lo puede demoler, o puede vender, y el comprador adquiere también todas las obligaciones, si es un conjunto histórico como Guanajuato por ejemplo, Ud. no puede intervenir su casa sin presentar un proyecto a la comisión de arquitectura de Guanajuato, no puede transformar su casa en cualquier cosa, o sea que hay una limitación. Y muchas veces ese congelamiento perjudica monetariamente a sus propietarios. Aquí en Chile es terrible porque el propietario no recibe un cinco, en otras partes recibe una liberación de impuestos, sobre todo impuesto territorial por ejemplo, o bien subsidios o prestamos en Europa es común. Por eso que el propietario de un monumento no se hecha a morir cuando recibe la noticia de que su casa es monumento nacional, porque sabe que el Estado lo va a proteger. Pero aquí no, la ley dice que el dueño tendrá la obligación de mantenerlo en buen estado. Imagínese en buen estado si es una casa de cinco piezas, allí no es difícil , pero cuando tiene un Palacio Pereira ¿quién lo mantiene?, bueno y el Palacio Pereira está cayéndose y tiene un dueño que no es tan pobre pero de todos modos ¿qué hace?, si piensa que la restauración del Palacio Pereira puede costar fácilmente 300 millones de pesos, cualquiera no los tiene. Ese es el congelamiento que me refiero yo.
JdN: Es decir que para la restauración existe una relación que se establece con el habitante del monumento.
RM :En un monumento es un factor aislado, pero cuando tiene 220 casas, son 220 problemas sociales. Por lo general en Europa lo hacen muy bien, es una labor de convencimiento, es la labor de una comisión que visita casa por casa, que ausculta el parecer de las personas, es un trabajo largo y de laboratorio, porque después los datos se van analizando y se llega a veces a resultados muy satisfactorios, siempre con un carácter de ayuda, no como nosotros que no ofrecemos ninguna compensación.
Fotografía adjunta: Ceremonia de nombramiento de Roberto Montandon como Profesor Honorario de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile. En la foto (de izq. a der. Hernán Montecinos, Roberto Montandón y el Decano Manuel Fernández).
¿Quién fue Roberto Montandon Paillard? : Prólogo para un retorno.
Una estrecha fachada de domesticadas reminiscencias funcionales, cuidadosamente antecedida por un jardín coronado con algunas cactáceas, en una tranquila calle del residencial barrio de Vitacura (Santiago de Chile), anunciaba la austeridad y delicada sensibilidad de su habitante, quien fuera durante más de cincuenta años uno de los pilares de la cultura de la conservación patrimonial en Chile.
Ya en el interior y rodeados de los verdes lomos de la completa colección de la revista Monumentum – probablemente de las pocas en Chile- somos acogidos con la amabilidad de un aromático te y la vitalidad de quien, con su pausado y a la vez vigoroso semblante, daba cuenta de un convencimiento total sobre lo que había sido el trabajo de toda una vida.
Evocar estas impresiones luego del deceso -en el año 2003- de don Roberto Montandon Paillard nos deja un melancolía que sólo puede ser resarcida por la necesidad de que las actuales generaciones conozcan el silencioso trabajo que durante más de cinco décadas ha dejado tras de si una obra fundacional en todos los aspectos que hoy podríamos considerar como indispensables en el desarrollo y puesta en valor de nuestro patrimonio: documentar, intervenir, proteger y transferir.
En estas cuatro actividades don Roberto fue protagonista durante décadas en Chile, siendo uno de los verdaderos garantes del Consejo de Monumentos Nacionales, institución nacida en 1925 pero que es activada más de dos décadas después gracias a su trabajo como Asesor Técnico. Desde este lugar dirige variados proyectos de intervención en el patrimonio arqueológico y arquitectónico de Chile, publica continuamente artículos científicos y en medios de prensa, los que siempre fueron ilustrados por sus magníficas fotografías –hoy en día un patrimonio inestimable en si mismas-, promueve y desarrolla el inventario del patrimonio en Chile y termina siendo uno de los principales redactores técnicos de la Ley de Monumentos Nacionales de 1970, vigente hasta hoy día.
Además de su trabajo en esta institución se dedicó con el mismo rigor y entusiasmo a la docencia universitaria, en donde encuentra gran receptividad y respeto por sus alumnos y colegas, participando con estos últimos en la etapa fundacional del Comité Chileno de ICOMOS desde su convocatoria en el año de 1969.
Todo este cúmulo de actividades, a casi a sesenta años del comienzo de su señero trabajo en Chile, se inscriben en un momento en que la cultura de la conservación en el contexto iberoamericano da cuenta de un seminal trabajo en donde la conciencia de un patrimonio común viene a ser fortalecida por el sistemático estudio y valoración de los patrimonios locales y regionales.
Esta entrevista fue realizada el 2 de Octubre de 1992, hace ya lejanos 14 años. Decimos lejanos porque es evidente que tanto en Chile como en el resto de los países de nuestra región la puesta en valor del patrimonio y el fortalecimiento de una cultura de la conservación ha ido madurando rápidamente.
De hecho durante la reciente celebración del Día Nacional del Patrimonio, la Presidenta Michelle Bachelet nos anuncia -desde el Campamento Minero de Swell- la futura creación del Instituto del Patrimonio. A partir del optimismo, las expectativas e interrogantes que puede despertar un anuncio de esta naturaleza, hemos creido importante compartir las opiniones de uno de los miembros fundadores del Comité Chileno de ICOMOS, lo que permite poner en perspectiva histórica los avances y logros que hemos tenido, así como los problemas y desafíos que deberían ser considerados en un debate amplio sobre nuestra futura institucionalidad patrimonial.
Siempre faltará por hacer; y de eso estaba bien consciente don Roberto, sin embargo mucho más faltaría si no tuviéramos el legado que nos entregó su profundo rigor y convencimiento de que en nuestros países el patrimonio es la base del desarrollo.
Ya en el interior y rodeados de los verdes lomos de la completa colección de la revista Monumentum – probablemente de las pocas en Chile- somos acogidos con la amabilidad de un aromático te y la vitalidad de quien, con su pausado y a la vez vigoroso semblante, daba cuenta de un convencimiento total sobre lo que había sido el trabajo de toda una vida.
Evocar estas impresiones luego del deceso -en el año 2003- de don Roberto Montandon Paillard nos deja un melancolía que sólo puede ser resarcida por la necesidad de que las actuales generaciones conozcan el silencioso trabajo que durante más de cinco décadas ha dejado tras de si una obra fundacional en todos los aspectos que hoy podríamos considerar como indispensables en el desarrollo y puesta en valor de nuestro patrimonio: documentar, intervenir, proteger y transferir.
En estas cuatro actividades don Roberto fue protagonista durante décadas en Chile, siendo uno de los verdaderos garantes del Consejo de Monumentos Nacionales, institución nacida en 1925 pero que es activada más de dos décadas después gracias a su trabajo como Asesor Técnico. Desde este lugar dirige variados proyectos de intervención en el patrimonio arqueológico y arquitectónico de Chile, publica continuamente artículos científicos y en medios de prensa, los que siempre fueron ilustrados por sus magníficas fotografías –hoy en día un patrimonio inestimable en si mismas-, promueve y desarrolla el inventario del patrimonio en Chile y termina siendo uno de los principales redactores técnicos de la Ley de Monumentos Nacionales de 1970, vigente hasta hoy día.
Además de su trabajo en esta institución se dedicó con el mismo rigor y entusiasmo a la docencia universitaria, en donde encuentra gran receptividad y respeto por sus alumnos y colegas, participando con estos últimos en la etapa fundacional del Comité Chileno de ICOMOS desde su convocatoria en el año de 1969.
Todo este cúmulo de actividades, a casi a sesenta años del comienzo de su señero trabajo en Chile, se inscriben en un momento en que la cultura de la conservación en el contexto iberoamericano da cuenta de un seminal trabajo en donde la conciencia de un patrimonio común viene a ser fortalecida por el sistemático estudio y valoración de los patrimonios locales y regionales.
Esta entrevista fue realizada el 2 de Octubre de 1992, hace ya lejanos 14 años. Decimos lejanos porque es evidente que tanto en Chile como en el resto de los países de nuestra región la puesta en valor del patrimonio y el fortalecimiento de una cultura de la conservación ha ido madurando rápidamente.
De hecho durante la reciente celebración del Día Nacional del Patrimonio, la Presidenta Michelle Bachelet nos anuncia -desde el Campamento Minero de Swell- la futura creación del Instituto del Patrimonio. A partir del optimismo, las expectativas e interrogantes que puede despertar un anuncio de esta naturaleza, hemos creido importante compartir las opiniones de uno de los miembros fundadores del Comité Chileno de ICOMOS, lo que permite poner en perspectiva histórica los avances y logros que hemos tenido, así como los problemas y desafíos que deberían ser considerados en un debate amplio sobre nuestra futura institucionalidad patrimonial.
Siempre faltará por hacer; y de eso estaba bien consciente don Roberto, sin embargo mucho más faltaría si no tuviéramos el legado que nos entregó su profundo rigor y convencimiento de que en nuestros países el patrimonio es la base del desarrollo.
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