abril 29, 2012

Entrevista a José de Nordenflycht



"Salvad los tesoros de Nubia" titulaba en febrero de 1960 "El Correo", la revista de la Unesco. Las 52 páginas del especial eran parte de una campaña para proteger los monumentos que serían inundados por la construcción de la Gran Represa de Asuán, en Egipto.

La campaña duró 20 años, hasta que los templos afectados -los más famosos Abu Simbel a File- fueron relocalizados lejos del agua. La Unesco marcó un precedente internacional sobre la protección del patrimonio mundial. En 1972 adoptó la Convención sobre la protección del patrimonio mundial, cultural y natural, que define qué es el patrimonio mundial y los deberes de los Estados Partes.

En su elaboración, participó activamente el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos), organización no gubernamental internacional que promueve la doctrina y las técnicas de la conservación del patrimonio. Al celebrarse 40 años de la Convención, hoy la Unesco e Icomos la evalúan en retrospectiva.

Chile se hará parte de esta conmemoración, y los integrantes de Icomos Chile -fundado en 1969- viajarán a México en julio a la reunión de la región, liderados por su presidente, José de Nordenflycht, magíster en Historia y académico de la Universidad de Playa Ancha.

Actualmente, Chile cuenta con cinco de los 936 sitios inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial de la Humanidad: Isla de Pascua, 16 iglesias de Chiloé, el centro histórico de Valparaíso, el campamento minero de Sewell y las ex salitreras de Humberstone y Santa Laura. José de Nordenflycht se refiere aquí a los cinco sitios chilenos y discute sobre los alcances de estas declaraciones patrimoniales, el rol de Icomos y de la Unesco.

-¿Qué ventajas concretas conlleva que un sitio sea Patrimonio Mundial?

"Pensar en inscribir un sitio y que van a llover dólares es una quimera desde hace mucho tiempo. El premio no significa el financiamiento directo. Lo beneficioso es que los países están obligados a promover la conservación del bien. Para eso se les ayuda con créditos blandos donde el aval es la Unesco. Se discute mucho para qué Chile se endeuda con el BID (Banco Interamericano de Desarrollo) si se podría hacer un esfuerzo sectorial. Se podría, pero el BID sí tiene una línea de financiamiento específica para estas inversiones, con especialistas en la contraparte que controlan y fiscalizan los procesos. Sus agentes evalúan no sólo el flujo de caja, sino que también asesoran el buen gasto. Hay un 'saber hacer' que ayuda a países que no sabían cómo hacerlo".

El factor más reciente que ha mermado la entrega de fondos es el congelamiento de los aportes de Estados Unidos a la Unesco, un 22% del aporte anual, causado por el ingreso de Palestina a la organización. Pero también el aumento de sitios en la lista ha significado menos recursos para cada uno.

-¿Ha habido cambios en los requisitos para aspirar a la categoría de Patrimonio Mundial?

"Ha habido una evolución natural a abrirse geográficamente, a aumentar la disposición hacia países en desarrollo y, también, a los lugares contemporáneos sobre los que se fija esa calidad. Se ha abierto a temas como el patrimonio arqueológico sumergido y el patrimonio polar, temas que han trabajado los especialistas a nivel mundial y chileno".

"Una de las tipologías que más han modificado la percepción del patrimonio cultural es el patrimonio intangible, que comenzó cuando en 1978 Bolivia pidió la declaración patrimonial del carnaval de Oruro. En 2003 se hizo otra Convención de Patrimonio Inmaterial, a la que Chile suscribió en 2010. Antes se consideraban sólo los bienes tangibles como aquello que tiene valor. Pero el patrimonio está en la relación entre los bienes y los sujetos, donde aparece el valor de las comunidades".

Lista en peligro

En el caso de Chile, las salitreras de Humberstone y Santa Laura aparecen en la Lista en Peligro de la entidad; es decir, podrían perder la categoría de Patrimonio Mundial. Pero sólo se registran dos casos en que la amenaza se concretó. En 2007 fue el Santuario del Oryx árabe en Omán: el área había sido reducida en 90 por ciento para extraer petróleo. En 2009 sucedió con el Valle del Elba en Dresden, Alemania, por la construcción de un puente que rompía con el valor del sitio.

-Han sido sólo dos casos, ¿es la Lista en Peligro algo simbólico?

"No, los sitios que entran en la lista se priorizan, para proteger al más débil; la mayoría está en África. Hay una imagen de que la Unesco es castigadora, pero es lo contrario, trata de ser un ente solidario".

-Un Estado suscribe voluntariamente a una convención, pero finalmente hay poca fiscalización de los compromisos para que éstos se cumplan.

"En Icomos somos parte del protocolo que fiscaliza, pero en términos prácticos y reales tenemos un límite, y es en definitiva la voluntad política no del Estado, sino del gobierno de turno. Los vaivenes políticos hacen que los países cambien su política, pero en general, se ha ido evolucionado hacia una comprensión de que este fenómeno es una piedra angular de su desarrollo. Esa es la tendencia".

De Nordenflycht pone como ejemplo a Grecia. "En el Partenón tarde o temprano tendrán que aumentar los niveles de protección y alivianar la carga de visitantes. Eso es algo que probablemente no estén muy dispuestos a aceptar en este momento".

-Una de las misiones de Icomos es establecer doctrinas. ¿A qué apuntan?

"Son las cartas, como la de Venecia (de 1964, en la que se funda Icomos). El sistema internacional fijó estándares mínimos que definen el patrimonio y la restauración. Somos como la masa crítica con que se maneja este tema, tratando de ir a la vanguardia y pensando siempre en el futuro. Para nosotros el patrimonio polar hoy día es una preocupación. Hoy me dirás '¿quién va a la Antártica a turistear?', pero en cien años más me temo que estará llena de turistas. Y ya para entonces debemos haber planteado cómo enfrentar el deterioro inevitable que ello va a producir. Nosotros trabajamos en los derechos de tercera y cuarta generación".

-¿Entonces, los problemas actuales son responsabilidad del Estado?

"Cada país busca una fórmula. En países donde el Estado está muy presente, obviamente se preocupará el Estado. Pero, desde mi punto de vista, es un tema multisectorial. Si se entrega la responsabilidad sólo al Estado, o a los privados, o a la ciudadanía, se van a producir desbalances. El concepto clave es responsabilidad compartida".

-¿Está Chile apuntando en esa dirección?

"El año pasado el Presidente Sebastián Piñera en la cuenta anual ante en Congreso propuso la creación de un Ministerio del Patrimonio. (Recientemente hubo un seminario en Libertad y Desarrollo en torno a su creación jurídica). Independientemente de su concreción, se trata de un hecho inédito. Yo he revisado los discursos de las cuentas anuales de los distintos presidentes de Chile, y en 200 años de vida independiente, la palabra patrimonio apareció una vez con Bachelet y otra con Piñera. Dirás que es ridículo, pero esto es algo absolutamente exponencial. Es claro que en la sociedad chilena ha habido un giro patrimonial importante en los últimos diez años".




¿En qué están los cinco sitios chilenos?

1. PARQUE NACIONAL ISLA DE PASCUA (1995): Deber pendiente del Estado de Chile.

"La inversión que se necesita es superlativa. Los moáis son sobre mil, y cada uno está en peligro y necesita conservación. Por otra parte, están las reivindicaciones de la etnia que con toda legitimidad opina que la Unesco es casi una intromisión externa a la autodeterminación que le quieren dar a los moáis, que son sus antepasados", argumenta De Nordenflycht. Y añade: "La aldea de Orongo tiene serios problemas de erosión y de posibles desprendimientos. Literalmente, se está cayendo al mar. Frente a estos desafíos, probablemente lo que la Unesco pueda hacer es bastante marginal en relación con los deberes pendientes del Estado de Chile en inversión directa."

2. 16 IGLESIAS DE CHILOÉ (2000): Expander el área de protección y generar conciencia local

Frente a una situación como la del mall de Castro, se puede pedir a la Unesco extender los sitios patrimoniales, aduciendo la necesaria contención frente a posibles agentes que afecten los paisajes y su visibilidad; esa es la única herramienta jurídica que genera protección frente al desarrollo urbano. Por otra parte, la Fundación Amigos de las Iglesias de Chiloé ha hecho un aporte en el control de la conservación de la madera, formando recursos humanos locales para la conservación de las obras. "Eso genera una sinergia en términos de lo que llamamos identidad con el lugar", afirma el presidente de Icomos Chile.

3. VALPARAÍSO (2003): El valor excepcional universal de los ascensores

La atención sobre la ciudad ha estado centrada en la construcción del Mall Muelle Barón, pero como el mall no está en el área patrimonial se abre una discusión ahí sobre los límites que debe tener el concepto de patrimonio más allá de su espacio físico. "Pero el argumento de los opositores al mall no debiese ser el patrimonial. En cambio, un asunto más directo es el tema de los ascensores, que gravitan directamente en el valor excepcional que tiene este sitio patrimonial. Cuando se inscribió Valparaíso, los ascensores eran parte del check list para ser declarado sitio mundial", afirma De Nordenflycht. Y agrega: "Ese es un tema como para salir a reclamar a las calles, porque este gobierno prometió que los iba a comprar, pero todavía no los compra".

4. SALITRERAS HUMBERSTONE Y SANTA LAURA(2005): Salir de la lista de sitios en peligro

Las oficinas salitreras fueron inscritas simultáneamente en la lista del Patrimonio Mundial y en la Lista del Patrimonio en Peligro, debido a la precariedad del sitio luego de 40 años de abandono.

"La condición de sitio en peligro -dice De Nordenflycht- no es eterna. Con algún tipo de optimismo es muy plausible que para el 2013 este sitio pueda salir de la lista, porque el Estado ha tomado el toro por las astas. En octubre habrá una capacitación técnica con ingenieros, químicos, técnicos en las salitreras para tratar el tema del deterioro de los materiales y diseñar un procedimiento para que no siga aumentando".

5. CAMPAMENTO SEWELL (2006): El impacto de la Fundición Caletones

Este es uno de los casos que menos preocupa a Icomos: está bien protegido y financiado en los recintos de Codelco. Pero hay dos situaciones que podrían causar conflicto: el cambio de modelo de administración y financiamiento, y el impacto que puede tener el funcionamiento de la fundición de Caletones. "Uno de los problemas que más se cuestionó a la hora de declarar Sewell fue su ubicación en una zona de saturación ambiental, lo que impide desarrollar el turismo. ¿De qué te sirve un sitio patrimonial si no lo puedes promover o generar investigación?", cuenta De Nordenflycht. 


Entrevista al Presidente de ICOMOS Chile José de Nordenflycht por la periodista Tania González con motivo de los 40 años de la Convención de Patrimonio Mundial y Cultural, Diario El Mercurio, Cuerpo E Artes y Letras, 29 de abril de 2012.

abril 15, 2012

Doctor Alejo Gutiérrez Viñuales

El geógrafo Alejo Gutiérrez Viñuales, miembro de ICOMOS Chile, ha obtenido el grado de Doctor del programa de Doctorado en Arquitectura y Patrimonio Cultural-Ambiental, impartido mediante un convenio entre la Universidad Central de Chile y la Universidad de Sevilla, quién otorga el grado.


Su tesis "El campamento minero de Chuquicamata. Historia, Evolución, Puesta en Valor Patrimonial y Propuestas de Gestión", fue aprobada con la categoría "Sobresaliente Cum Laude" por el tribunal integrado por geógrafos, arquitectos, historiadores e historiadores de arte.


El trabajo de investigación desarrolló un análisis urbano del campamento y la importancia de Chuquicamata como factor de transformación del territorio en el desierto de altura, situando además el valor patrimonial del campamento desde la perspectiva del paisaje cultural y las diferentes aproximaciones y significancias que los espacios públicos y edificios del campamento tenían (y tienen) para sus habitantes, analizando incluso cómo ello podía ser percibido de diferente manera por los distintos grupos sociales que allí habitaban, segregados, como buen campamento minero, por las estructuras organizacionales de la empresa. Asimismo, se desarrolla una propuesta de gestión del sitio, abandonado habitacionalmente hace cinco años, con el fin de conservar su patrimonio tangible y propiciar la utilización permanente del espacio remanente.


Saludamos a nuestro colega y esperamos la pronta publicación de tan relevante trabajo.

abril 13, 2012

Alzaprima: llamado a publicar


El Departamento de Artes Plásticas de la Universidad de Concepción invita a artistas, teóricos, docentes y gestores a participar de la tercera publicación de nuestra revista de Artes Visuales ALZAPRIMA correspondiente al 2012.

La revista ALZAPRIMA se estructura en las secciones CREACION, que comprende textos autorales sobre obras que consideren producción pictórica, gráfica, escultórica, fotografía performance, intervenciones y objetos, entre otras; y ARTÍCULOS, que comprende Constituida por artículos, ensayos orientados al desarrollo de temas relativos a la Teoría e Historia del Arte y del Patrimonio Cultural.

Las normas editoriales e informaciones en el blog alzaprima.blogspot.com y el correo alzaprima@udec.cl


Fotografía de Javier Ramírez Hinrichsen. Día 2 ( 12 de abril de 2012) registro proceso restauración mural "Presencia de América Latina", Casa del Arte, Universidad de Concepción, Chile.

abril 05, 2012

Los límites del patrimonio


Durante siglos la gran Muralla China evitó que los territorios de las dinastías gobernantes en ese gran país asiático cayeran en manos de sus enemigos. La amenaza siempre estaba afuera y había que contenerla. Durante siglos el límite del Imperio Romano fue una membrana que de manera flexible permitía su expansión territorial a la vez que cautelaba la contención frente a los que no querían ser integrados en él. La amenaza eran siempre los otros, aquellos que no se convertían en ciudadanos, y había que contenerlos.



Finalmente la historia nos enseña como la desaparición de estos imperios fueron causadas tanto por amenazas externas como por debilidades internas. Frente a esto último, saber exactamente donde estaban los riesgos y cuales eran las falencias podría haber resultado más eficaz que esforzarse en marcar un límite a través de operaciones defensivas que insistían sobre lo que está afuera. Es probable que un gobierno donde su territorio esté transparentemente ordenado y coordinado sea más difícil de derrotar, por más presión que exista sobre sus fronteras.



Recordando estas evidencias históricas y sus posibles lecciones, es que una lectura sobre las recientes polémicas mediáticas desatadas en nuestro país por el desarrollo de proyectos arquitectónicos comerciales vecinos a bienes patrimoniales, nos obliga a hacernos la pregunta ¿Cuáles son los límites del Patrimonio?



Seguramente un tecnócrata desde la precisión de un documento responderá fácilmente que esos límites son los que ha definido el polígono en un plano. Lo que de suyo es legalmente correcto. Sin embargo hace mucho tiempo sabemos que el mapa no es el territorio, por lo cual cualquier abstracción que de modo unilateral deslinde fronteras, obviando las prácticas que ejercen los sujetos en él, será sembrar un conflicto.



Decimos unilateral porque las metodologías para definir esos límites –por más legales que ellos sean- casi siempre las metodologías no son apropiadas al complejo nivel de definición conceptual que hoy día supone que el valor patrimonial no radica tanto en los objetos sino más bien en la relación que establecen los sujetos entre ellos.



Los límites siempre son producto de negociaciones, en las que siempre hay que estar dispuesto a ceder en lo que permita mantener nuestra autenticidad, de otro modo si perdemos ese estado no tenemos con que negociar, y ya nos hemos dado cuenta de cómo algunos operadores del territorio intentan hipotecar el futuro del patrimonio común en base a la falacia de que éste es un obstáculo para el desarrollo, que por lo demás casi nunca es pensado en común.



Hoy se nos impone como condición de defensa en contra de las amenazas de un territorio valorado desde su condición patrimonial, que la definición de sus límites esté lo más acotado posible, como si las áreas patrimoniales fueran un un parque temático, cuado en definitiva sabemos que la consolidación de su valor está radicado precisamente en la configuración permanente de las condiciones que permiten su activa vinculación con la sociedad. El patrimonio es dinámico y no estático, de ahí la necesidad de monitorearlo y definir retrospectivamente su valor universal excepcional tal cual como señalan las directrices operativas de la Convención de Patrimonio Mundial de la Unesco.



En base a lo anterior ¿Cuáles podrían ser los desafíos que impone una agenda pública desde la comprensión de los límites del patrimonio?



Primero que nada la responsabilidad compartida, nadie puede sentirse fuera de los límites del patrimonio cuando nos referimos a un bien inscrito en la Lista de Patrimonio Mundial, habría que estar “fuera del mundo” –literalmente ser un inmundo- , lo que probablemente no sea una condición feliz para nadie.



En segundo lugar instalar una tolerancia al cambio. Esto es doloroso para algunos y doloso para otros, ya que mientras los nostálgicos se resisten a él desde un coeficiente de roce que tiene a la tradición como una de sus piedras de toque, los desarrolladores convierten esa tolerancia en moneda de cambio como promesa de futuro. Ni lo uno ni lo otro, ya que hace rato el patrimonio es la base del desarrollo y no un bien fungible que haya que sacrificar en su nombre.



Finalmente la administración de la obsolescencia, ésta última con el indefectible sino de que todo vestigio material se va a perder algún día, respecto de lo cual el recuerdo, la memoria y su proyección en las generaciones futuras no está únicamente en los objetos –que irremediablemente van a desaparecer- sino que también en los sujetos, que de manera colectiva nos permiten saber de donde venimos, para convertir ese origen en destino.




José de Nordenflycht


Presidente ICOMOS Chile




Foto: José de Nordenflycht, Gran Muralla China, Beijin, 2005.

marzo 29, 2012

Seminario Patrimonio Región del Bío Bio


Alexis Muñoz, coordinador regional del Consejo de Monumentos Nacionales de Chile dictará un seminario/taller a los alumnos del programa de Magíster en Arte y Patrimonio de la Universidad de Concepción, que cuenta con el patrocinio de ICOMOS Chile y la Comisión Nacional Chilena de Cooperación con UNESCO.



Esta actividad se realizará el día jueves 10 de mayo en dependencias del Departamento de Artes Plásticas, y será moderada por el profesor y director del programa Javier Ramírez Hinrichsen. La sesión abordará en una primera parte, la Ley de Monumentos Nacionales y su reforma, y en una segunda parte, la política del Consejo de Monumentos Nacionales y las líneas de identidad regional. El análisis de dichos lineamientos en la región del Bío Bio estarán definidos por:


- Patrimonio Industrial-Minero.

- Patrimonio Ferroviario.

- Arquitectura Moderna.

- Patrimonio Religioso.

- Patrimonio Arqueológico.

- Fuertes Coloniales.







Imagen: Casa Natal de Violeta Parra. Provincia de Ñuble, VIII Región del Bío Bio, Chile. Fuente:http://www.cultura.gob.cl/patrimonio/consejo-reabrira-21-edificios-patrimoniales/



marzo 20, 2012

Bío-Bío, conformación histórica de un espacio regional


El programa de Magíster en Arte y Patrimonio de la Universidad de Concepción, que cuenta con el patrocinio de ICOMOS Chile, inivita a la clase magistral del profesor Armando Cartes Montory, titulada "Bío-Bío, conformación histórica de un espacio regional", que se realizará en el marco del inicio de la versión de su programa 2012-2013.


La actividad se llevará a cabo el martes 10 de abril a las 18h30 en el auditorio de la Universidad de Concepción.



Contacto: Javier Ramírez Hinrichsen, director de programa. javieramirez@udec.cl



Imagen: Detalle Bahía de Concepción. Fuente: Mapa Tomás López 1777.

febrero 29, 2012

Magister en Arte y Patrimonio UDEC


Con el patrocinio de ICOMOS Chile estarán abiertas las postulaciones entre el 1 de abril y 16 de julio para el segundo semestre de 2012 al Magíster en Arte y Patrimonio de la Facultad de Humanidades y Arte de la Universidad de Concepción (Chile).


Este programa académico corresponde a una necesidad regional y nacional de desarrollar y profundizar el estudio y la valorización del Patrimonio Cultural. Este programa está dirigido a licenciados y/o a profesionales de las áreas del Arte, Arquitectura, Ciencias Sociales y a fines que quieran formarse en la investigación integrada de los campos del arte y el patrimonio desde una perspectiva contemporánea y latinoamericana.


El desarrollo del objetivo y la visión del programa se estructura sobre la base de una malla curricular que integra áreas de investigación, tales como: Artes Visuales, Historia, Antropología, Estética, Literatura, Geografía, Arquitectura y Urbanismo. La integración de las áreas mencionadas tiene por finalidad permitir un campo de estudio donde lo tangible e intangible del patrimonio cultural se analice en conjunto. Consecuentemente, se definen dos grandes líneas de investigación:


• Patrimonio urbano y arte contemporáneo.
• Patrimonio inmaterial y prácticas artísticas.


Para información y postulaciones contactar al director de programa, profesor Javier Ramírez Hinrichsen: javieramirez@udec.cl




imagen: Fotografía de Nicolás Castañeda del mural "Historia de la Medicina y la Farmacia en Chile" (1957), de Julio Escámez, en Droguería Alemana (Ex-Farmacia "La Maluje"), Junio de 2011, Concepción.

febrero 13, 2012

La ceguera infinita


Por la historia sabemos que Homero fue el más importante de los poetas griegos y era ciego. Por el mito sabemos que Tiresias fue el más importante de los videntes griegos y, también, era ciego.


Por la historia y por el mito, entonces, podemos concluir de entrada que desde los antiguos griegos la ceguera, más que una condición es un estado, es decir un tránsito desde la posibilidad de ver hacia la construcción de la mirada. Y como dice el dicho popular: no hay peor ciego que el que no quiere ver, por lo que –simétricamente- se podría responder desde las fotografías de Sergio Larraín que no hay mejor fotografía que la que da el ver. Y así y todo todavía ver no es mirar.


La primera vez que pudimos mirar las fotografías de Sergio Larraín fue en el catálogo de la exposición retrospectiva que le hizo el IVAM de Valencia el año 1999. En esa publicación una selección de la serie fotográfica sobre Valparaíso fue publicada como un capitulo del mismo, las que a su vez habían sido publicadas en su totalidad como un libro en 1965 y reeditadas recién en 1991, ya que en rigor son tomas anteriores datan de entre 1957 y 1963.


Doy cuenta de esa relación cronológica pues esas tomas fotográficas se me aparecieron en un momento que era muy álgido para la ciudad, en tanto justo ese año sus administradores fracasaban en su ansiosa primera presentación del expediente de la ciudad a la Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO. Obviamente después se anotaron un éxito por todos conocido, el que nos recuerdan todos los días a partir de las políticas de difusión de una gentrificación urbana de baja intensidad.


Esta sincronía nos permite reconocer como aparece una doble ceguera, muy distinta en su origen y por cierto en sus efectos, ya que por un lado está la ceguera de quienes no quieren ver que Valparaíso aparece ahí justo en aquello que padece una obsolescencia irreversible, y por otro lado la ceguera implícita de aquello que el bueno de don Sergio -a veces nuestro Homero, otras veces nuestro Tiresias- tuvo a bien fotografiar en su día.


En medio de lo cual este proyecto editorial con el que hoy día el FIFV celebra la posibilidad que inauguran estas fotografías es muy cuidadoso en poner en valor la dimensión relacional del patrimonio donde todos nosotros -habitantes, vecinos, ciudadanos y aún turistas permanentes de Valparaíso- dejamos impresa nuestra palabra a partir de algo que nos hace ver la mirada del otro, en un acto de solidaridad con las generaciones futuras.


Una ceguera infinita, siempre.





José de Nordenflycht


Presidente de ICOMOS Chile




* Brevísima nota a propósito del homenaje editorial del FIFV a Valparaíso de Sergio Larraín, hoy día un gran hombre póstumo.

febrero 11, 2012

FAP: Fotografía de Arquitectura Patrimonial


Sitio web que rescata patrimonio arquitectónico ya aloja cerca de 1.000 imágenes.


La iniciativa es de Francisco Prado, profesor de Construcción Civil de la Universidad Católica y miembro de ICOMOS Chile, quien, mientras trabajaba restaurando edificios, descubrió que no existían registros de los inmuebles. La idea se gestó de a poco: ¿Cómo sería disponer de una gran biblioteca virtual donde ver los edificios y su evolución en el tiempo?


Comenzó recopilando imágenes patrimoniales por Flickr y luego, al ver que funcionaba, presentó el proyecto y resultó ganador del Concurso de Creación y Cultura Artística de la Vicerrectoría de Investigación de la UC.


"La idea del sitio web FAP (www.fapchile.uc.cl) es que la gente pueda compartir fotografías de arquitectura que la sociedad considera como patrimonio", dice Prado. Y explica que ese es uno de los principales objetivos: "Ver qué es lo que la gente está valorando".


La otra meta es generar un registro histórico de la evolución de las construcciones, sobre todo dada la condición de Chile como país telúrico.


En funcionamiento desde enero, ya tiene cerca de 1.000 imágenes de todo Chile. Cada fotografía cuenta, además, con una ficha de datos relevantes, entre los que están la localización, el tipo de edificio y la categoría en la que se agrupa. Estas últimas fueron creadas por Prado y el equipo coordinador, y consideran "religiosos", "urbano", "industrial" y "funerario", entre otros.


La página ubica los edificios en un mapa de Chile, donde pueden ser vistos mirando sobre cada región, en la categoría que se desea. Los usuarios pueden crear su propia cuenta y comenzar a subir imágenes, las que quedan disponibles para ser descargadas por cualquier visitante, y de forma gratuita.



nota de prensa, Mercurio de Santiago 11.02.12

enero 26, 2012

FACHADISMO: LA PROCESIÓN VA POR DENTRO.



Si cualquiera de nosotros se sometiera a un control médico de rutina y nos fuera descubierta una metástasis en algún órgano interno, quedaríamos tan urgidos por buscar una mejoría definitiva en el corto y mediano plazo, que cualquier efecto cosmético superficial generado por un tratamiento que prometa una sanación posible –como perdida del cabello o adelgazamiento corporal- nos parecería aceptable y hasta insignificante.


Sin embargo, si ante el mismo penoso diagnóstico el médico de turno priorizara una serie de acciones para mitigar los efectos externos de un mal interno, promoviendo intervenciones cosméticas del tipo “cirugía plástica” u otras por el estilo, nuestra indignación y estupor inicial darían paso a rápidamente a la búsqueda de otra consulta, esto último en el margen de nuestra posibilidades que irían desde al plan AUGE hasta la Isapre de turno.


Pues bien el reciente incendio de la calle Condell nos testimonia lo que –analógicamente al caso de la metástasis- ocurre en la ciudad de Valparaíso hace ya varios años.


Por un lado hay un diagnóstico compartido sobre la ciudad en base a lo que son sus debilidades estructurales, a partir de ello se han realizado innumerables seminarios, investigaciones interdisciplinarias, estudios de consultorías, catastros institucionales y un largo etc. En donde probablemente ésta sea la ciudad chilena más recurrente a la hora de pensar en un objeto de estudio en torno a la palabra patrimonio.


Por otro lado se han comprometido inversiones públicas sectoriales de todo tipo sobre la ciudad enmarcadas en planes especiales, préstamos internacionales, inversiones de privados y todo tipo de proyectos urbanos que fragmentariamente han ido focalizando inversión desde el Congreso Nacional a los Ejes Transversales, desde el Plan Valparaíso hasta el PRUV y lo que hoy día se pretende para Barón. Pese a todas las polémicas, confrontaciones y activismos ciudadanos, el dinero del Estado y los privados no ha sido precisamente esquivo.


Pese a lo anterior las decisiones y acciones resultantes en base a ese conocimiento acumulado y a ese financiamiento invertido, son insuficientes desde una voluntad política nacional que se ha comprometido voluntariamente frente a la comunidad internacional desde el momento que los Barrios Históricos de la Ciudad Puerto de Valparaíso se inscriben en la Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco.


Los incendios recurrentes en toda la ciudad son uno de los indicadores más lamentables de los efectos de esa falta de coordinación desde todos los actores nacionales y locales para prevenir los riesgos. Riesgos que casi nunca provienen de las fachadas -salvo alguna cornisa con mucha prensa-, sino que del estado de mantención de redes y servicios internos como son el gas y la electricidad, o una combinación fatal de ambos como vimos en calle Serrano el año 2007.


Y aquí la procesión va por dentro.


De hecho la misma administración local tildó en su día al terremoto 27F de “mentiroso”, en virtud de que la destrucción y desplome de fachadas no se condecía con el daño interno de los inmuebles, los cuales en vastas zonas del Almendral y del pie de cerro del área incluida en la Zona de Amortiguación y la Zona Central catalogada como Patrimonio Mundial todavía esperan por una intervención que administre su obsolescencia. Donde en base a estas afirmaciones podremos suponer que desde la administración local el tema sobre la necesidad de una conservación integral de los edificios es conocido.


Nos consta igualmente que el Cuerpo de Bomberos tiene absolutamente diagnosticado el estado de amenaza y vulnerabilidad de la ciudad, no sólo en lo que respecta al mentado estado de los edificios, sino que igualmente respecto de las condiciones de accesibilidad y recursos –redes hidrantes- para poder realizar labores de mitigación y control de los incendios.


En ese escenario no puede resultar más que tristemente paradojal el hecho de que uno de los inmuebles siniestrados recientemente en la calle Condell luciera un gran letrero que anunciaba un programa estatal de recuperación de fechadas, lo que nos debería alertar sobre el hecho de que las debilidades de nuestro patrimonio urbano son mucho más complejas que sus aspectos ornamentales, donde una ciudad como la nuestra merece un cuidado atento de la comunidad local, nacional e internacional, debiendo saber detectar a tiempo sus metástasis y tratando de invertir en su cura más allá de las fachadas para una postal turística que finalmente por añeja e inauténtica se termina desechando.






José de Nordenflycht

Presidente ICOMOS Chile

diciembre 31, 2011

2011 Patrimonial: histéricos, indignados y porfiados.



En estos momentos un incendio voraz consume cientos de hectáreas en el Parque Torres del Paine, misma voracidad con la cual desde mañana la maquinaria del Dakar hará lo suyo consumiendo incontables bienes arqueológicos situados en su ruta.



Seguramente terminar un balance del año 2011 con estas constataciones nos pone en la vereda de lo que el filosofo francés Henri-Pierre Jeudy denominó “histeria patrimonial”, mientras que en la vereda del frente muchos otros dirán que son lamentables accidentes sobre los que sólo podemos mitigar reactivamente en la medida de lo posible.



Sin embargo para quienes tenemos como convicción un trabajo sobre el cuidado colectivo de nuestro patrimonio durante este año hemos pasado rápidamente de la histeria a la indignación y de ahí a la porfía. Porque la gestión de la obsolescencia no es lo mismo que la administración del deterioro, aunque para algunos sea la misma perdida de tiempo. Y nuestro trabajo pretende darle tiempo al patrimonio, no perderlo.



Por ello un balance posible por estas fechas no intenta ir más allá del deseo de construir una agenda que cada vez más se vaya fortaleciendo en base a diagnósticos compartidos entre los actores e instituciones que tenemos ingerencia directa en un asunto que finalmente compromete a las comunidades de todo el sistema internacional.



Esto último es una cuestión de suma relevancia en un año que se marcó en nuestra agenda nacional por los movimientos ciudadanos derivados de las reivindicaciones estudiantiles, donde el saldo hasta el momento indicaría que las prácticas en donde las comunidades quedan inconsultas sobre su propio destino no tienen mucha rentabilidad.



Fue precisamente desde el quiebre de esa exclusión que lo más significativo del año 2011 para nuestra comunidad institucional ha sido ser convocados por el Estado para participar del esfuerzo por instalar una discusión definitiva y vinculante sobre la construcción de una política pública patrimonial a través de la propuesta de modificación de actual la Ley Monumentos. La que ahora se propone como Ley de Patrimonio, cambio semántico que por fin nos pondrá a la altura de una discusión añeja en otras latitudes, pero que con la debida contextualización y responsabilidad puede convertirse en una herramienta de gran utilidad para la tarea de asumir el control y recaudo de una cantidad ingente de elementos patrimoniales.



Pese a lo auspicioso de lo anterior el efecto resiliente de nuestra indignación mantiene la porfía de nuestra insistencia en que la reconstrucción patrimonial post terremoto F27 sigue lenta, al punto que los engorrosos sistemas de adjudicación de donaciones y subvenciones hace que poblados enteros como Cobquecura o Vichuquén recién comiencen a gestionar proyectos concretos en solo un puñado de sus casas.



Esperamos que de igual modo la respuesta frente a las responsabilidades compartidas en la administración de nuestros Sitios inscritos en la Lista de Patrimonio Mundial pueda finalmente equilibrar una necesaria inversión directa con una gestión que demuestre resultados, para no seguir esperando –por ejemplo- la compra y puesta en operación de una parte importante de los Ascensores de Valparaíso, elemento decisivo en el mantenimiento de su valor universal excepcional.



Sin duda este año en que la agenda Unesco estará enmarcada en las celebraciones sobre los 40 años de la adopción de la Convención de Patrimonio de Patrimonio Mundial en torno fortalecer al rol de las comunidades será decisivo en acelerar nuestras respuestas ante tantas deudas que acumulamos en torno al patrimonio, para que la indignación se convierta en producción y la histeria en historia.





José de Nordenflycht

Presidente ICOMOS Chile



foto: Peter Kroeger, Valparaíso diciembre 2011.

diciembre 17, 2011

Valparaíso de mall humor



Valparaíso vive una oleada de proyectos de revitalización urbana cuenta el slogan con que se publicita la construcción del proyecto Puerto Barón. Entre nuevos accesos para la ciudad, rehabilitación de ascensores y remoción de fachadas, la promoción menciona el sinnúmero de virtudes del enorme proyecto con que la empresa Mall Plaza dará vida al "barrio costero de la ciudad", con instalaciones para comer, pasear, realizar actividades deportivas y culturales; hotelería y un mall outlet. Y es la construcción de este último lo que tiene las aguas especialmente revueltas.


Como tsunamis muchas agrupaciones de vecinos han salido a manifestarse contra la construcción de una obra que, instalada en primera línea frente al mar, sienten afectará la identidad y la calidad de vida de la ciudad. El tema, absolutamente controversial, a estas alturas suma ribetes judiciales, sociales y patrimoniales.


La idea de devolverle a la ciudad una parte del borde costero ya es antigua. Surgió del Cabildo para el Desarrollo de Valparaíso en 1991, ya que a principios de siglo se utilizó buena parte para rellenar y formar el puerto. "Entonces el porteño tenía mucho acceso al mar; había club de yates, podía pescar; ahora es sólo puerto y contenedores", dice el presidente del Colegio de Capitanes y Pilotos de la Marina Mercante.


El cabildo de aquel entonces, según cuenta Atilio Caorsi, vicepresidente del Colegio de Arquitectos de Valparaíso, como una forma de contrarrestar la depresión económica en que se encontraba la ciudad decidió postularlo a Patrimonio Mundial, mejorar su infraestructura portuaria, y abrir un poco de borde costero. Veinte años después, la declaración de Unesco ya es un logro, y "la infraestructura portuaria también ha mejorado mucho", dice Caorsi. Lo que queda pendiente es generar el proyecto que devuelva el borde costero... "La idea es buena, pero no cuando se reduce a un mall. En el camino se fueron desperfilando las propuestas con dos licitaciones que quedaron desiertas, y una tercera hecha a la medida del único oferente. Los proyectos que se desecharon, asegura, contemplaban un equilibrio mucho mayor entre áreas verdes, restoranes y otros usos que ya no están, como un acuario o un centro de investigaciones acuáticas. "Pienso que se le está pidiendo mucha rentabilidad al modelo de negocio y el único que podía ofrecerla fue el centro comercial".


Arturo Márquez critica que la construcción afectará la imagen global de la ciudad. "Valparaíso visto de noche o desde altamar es precioso, pero todo ese paisaje de valor impagable lo estaríamos perdiendo; alterando fuertemente la presencia del puerto".


En rigor, dice José de Nordenflycht, presidente de Icomos, organismo asesor de Unesco en asuntos patrimoniales, desde su perspectiva no hay tema con la instalación del mall, ya que no está situado en ninguno de los sitios declarados Patrimonio por la entidad. Sin embargo, él mismo advierte que hay otras aristas que obligan a estar atentos, ya que el nombramiento reconoce como uno de los valores primordiales de Valparaíso el ser exponente de una ciudad puerto, con su morfología de borde marítimo y, en general, por las características del paisaje cultural singular de la ciudad, lo que sí se podría afectar con la presencia de una edificación como el mall.


Lo compara, en cierta forma, con lo sucedido con el proyecto que regaló Oscar Niemayer a Valparaíso para los terrenos de la ex Cárcel, un sitio patrimonial. En ese caso Icomos alzó la voz advirtiendo que el edifico atentaba contra el "espíritu del lugar", afectando los valores de la ciudad como Patrimonio de la Humanidad. "Quizás era la gran oportunidad de tener un Niemayer, pero no era el lugar adecuado. Lo mismo que en este caso. No se trata de decirle no a un mall, es a su ubicación. Incluso, el proyecto de Niemayer habría quedado muy bien instalado acá".


Con los mil ribetes que tiene el tema, Atilio Caorsi lamenta que se esté perdiendo la oportunidad de abrir en verdad el borde costero. "Porque podemos hacer cosas mucho mejores".




Reportaje de la periodista Paula Donoso Barros en Vivienda y Decoración, Mercurio de Santiago, 17 de diciembre de 2011.